Capítulo 25/ Temporada 2

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Me siento mareada, tengo la boca pastosa y estoy sudando hasta donde no debería. Debo haberme desmayado antes que me bajaran del auto.
-¡Hasta que despiertas!- dice alguien frente a mí. Aún veo borroso pero por su voz creo que es uno de los idiotas que trabajan para Vitto.
-Me libérer- pido que me liberen en ruso y se ríe en mi cara.
-Ya no es necesario que sigas fingiendo, ¿sabes?, hasta me caías bien hasta que supe quién eres realmente- dice con ironía y siento que todo el aire de mis pulmones me abandona. Me descubrieron.
-No...
-Debemos agradecerle a la rubita entrometida, la esposa de Vélez- abro mis ojos como plato, ¡maldita Danielle!. Aún así debo seguir mi papel.
-Please- intento llorar para darle lástima, se me llenan los ojos de lágrimas pero el tipo rueda los ojos fastidiado.
-No tengo tiempo para tu actuación asique quédate tranquilita y todo será más fácil, no me obligues a dañarte tn- un escalofrío recorre mi espalda, sabe mi nombre real también. Él se va y recién caigo en cuenta de que estoy en una habitación casi oscura, solo alumbra una pequeña ventanita que hay a un lado. Creo que es un sótano de anda a saber donde. Solo espero que me encuentren pronto antes de que sea demasiado tarde...
Horas más tarde, ya de noche, escucho el motor de un auto y se me pone la piel de gallina. Sé que es Vitto. Minutos después se abre la puerta de golpe y se deja ver el viejo asqueroso.
-Vaya vaya, la preciosa a caído en su propia trampa- sonríe asquerosamente- vine antes porque quiero hacer un trato contigo- se me pone demasiado cerca pero no me muevo, no dejaré que me intimide- dime quién eres, porqué llegaste a mi club y quién es Vélez, si me dices la verdad pensaré en perdonarte la vida- acaricia mi rostro dándome náuseas. Jamás le diré nada, mucho menos de Christopher. Nunca me perdonaría a mí misma ponerlo en peligro.
-No- respondo escuetamente.
-¿No?- levanta ambas cejas- que conste que te di la oportunidad...- y así comienza con un bofetón que me bota del colchón al suelo, una patada en las costillas que me quita todo el aire y la otra en la boca, por suerte no me botó los dientes- cuando te lo vuelva a preguntar piénsatelo.

Promesas Perdidas ~ Christopher Vélez •TERMINADA•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora