Promesas Perdidas ~ Christopher Vélez •TERMINADA•

Capítulo 26

Narra Christopher:
Luego de ir a dejar a Danielle a su casa voy directo a la casa de tn, debo regañarla... y saber cómo está, me preocupa ese golpe que le dió mi novia en la boca. Al llegar me encuentro con la sorpresa de que no está según su madre y cuando me acerco al árbol que da a su habitación tiene la ventana cerrada y las cortinas también, me está evitando. Que luego no se queje si yo la evito o ignoro.
Hoy tengo más sueño que ganas de vivir, me levanté antes para pasar a la casa de Danielle a dejar mi mochila con ropa, ella no viene porque debe arreglar sus cosas para el viaje que nos iremos en la tarde con sus padres. Llego a la escuela y tn está recostada en la mesa con su cara escondida. La ignoro y sigo a mi puesto. Y así pasa lentamente el día, aunque luego del almuerzo el banco de tn está vacío.
-¿Tn dónde está?- pregunta la maestra mirándome.
-Tuvo algunos problemas familiares y se tuvo que ir- dice su compañera de banco y suspiro, sus problemas siempre son lo mismo pero no es mi asunto, como me dijo Christian hace tiempo "él se preocupará de su novia y yo de la mía", así será.
Al terminar las clases salgo de inmediato y veo el auto de los padres de Danielle y ella esperándome con una sonrisa que le devuelvo de inmediato, alcanzo a bajar dos escalones y me toman del brazo deteniendome.
-Necesito hablar contigo- dice tn en un susurro. Lleva un poleron demasiado grande para ser de ella y lleva puesta la capucha que apenas deja ver su rostro.
-Tengo cosas que hacer- intento soltarme pero aprieta más mi brazo.
-Christopher por favor, es urgente- dice desesperada.
-¡Amor ya vamos tarde!- me grita Danielle y asiento.
-Entiende de una vez que mis prioridades cambiaron, ayer te comportaste como una maldita loca y prefiero tenerte de lejos.
-Chris, prometiste que siempre estarías para mí, te necesito solo un moment...
-¡Basta!, deja de intentar manipularme- le digo alterado y sus ojos se llenan de lágrimas.
-¡Christopher nos vamos!- grita Danielle y la veo caminar al auto.
-Debo irme- tn me suelta y mientras camino escucho un sollozo, la miro de reojos y juro que jamás la había visto así pero debo irme y sigo mi camino.

     
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