" Se supone que eres un mito,
un ser que espontáneamente
puede crear lo que sea... todo
esto es magia caótica, y por
eso es que eres la
bruja escarlata. "
WANDA MAXIMOFF nunca ent...
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ODIABA CON TODA MI maldita alma los sedantes, sabía de buena fuente lo seca que te dejaban la boca al día siguiente y que el dolor de cabeza lo acompañan durante unas horas.
Por eso había evitado estar en hospitales desde la muerte de mi gemelo, después de su muerte, estuve una semana hospitalizada siendo sedada para no descontrolarme.
Odiaba con mi maldita vida a los malditos sedantes.
Supe de inmediato en cuanto desperté que había ocupado estos en mí, para calmarme, supongo, lo que me sorprendió fue estar en la misma habitación que mis compañeros.
Supongo que sería algo de una sola noche.
En cuanto pude abrir mis ojos y moverme un poco la tos llego a mí como un maldito ataque del cual no me podía liberar hasta recibir un poco de agua.
De inmediato alguien se acercó a mí con un vaso de agua el cual me tome lo antes posible.
— Gracias. — solté con dificultad
— Voy a pretender que eso fue un "gracias" de tu parte. — Soltó el heterocromático y yo solté una risa por su comentario.
— Lo fue, de hecho
Escuche como la puerta se abrió y vi como entró el Gran Torino con otro héroe.
— Despertaron, niños...
— Gran Torino...
— Niño, tengo mucho de qué quejarme. — él peli verde iba a hablar, pero el anciano no lo dejo. — Antes de eso, tienen visitas. — Vi como alguien comenzó a entrar y el ansiado lo presento. — El jefe de policía de Hosu, Kenji Tsuragamae.
