Mastermind: Estratega por contrato

Cap. 38: Criado para ser un héroe

Keigo estaba confundido. Por un lado, la liga parecía confiar más en él, yendo tan lejos como para invitarlo a pasar el rato con ellos al menos una vez a la semana, incluso cuando no estaban planeando o haciendo nada nefasto. Esto, según todos los informes, fue algo muy bueno. La Comisión de Héroes estaba contenta con su trabajo y Keigo estaba contento porque cuanto más tiempo pasaba en la liga, más tiempo recopilaba información. Pero, por otro lado, cuanto más pasaba junto a ellos, menos parecían villanos a los que se suponía que debía estar espiando y más parecían amigos a los que se suponía que debía proteger. Eso fue extraño, ¿verdad? ¿Quizás se estaba acercando demasiado al caso y debería pedirle a la Comisión que lo retirara?

Keigo sintió un extraño tirón de... ¿Tristeza? ¿Renuencia? ¿Fue eso? Keigo suspiró mientras volaba hacia la sede de la Comisión de Héroes para dar su informe. ¡No pudo evitar que pasar tiempo con la liga fuera divertido! Siendo aplastado en los videojuegos por Shigaraki, debatiendo conspiraciones con Shouto y Spinner, riendo con Dabi mientras Twice discutía consigo mismo y Toga lo animaba, Keigo nunca había sentido algo así. Se sentía ... bien, de alguna manera, como si así fuera como se suponía que debían ser las cosas. Por extraño que fuera, no pensó que alguna vez había sido más feliz que en esos momentos robados que pasó con la liga.

Sacudió la cabeza. ¡No! Estos eran villanos, mataban gente. Keigo los había visto matar gente y había visto en la televisión nacional cómo masacraban al último héroe número uno. Estos no eran sus amigos, eran ... ¿qué? Eran villanos, eso es todo lo que eran y todo lo que necesitaban ser. Además, no necesitaba amigos de todos modos. ¿No le había dicho siempre la Comisión de Héroes cuando era niño que los amigos se interpondrían en su camino? Era un héroe, por lo que se suponía que debía estar por encima de todo eso. Después de todo, era amigo de la gente y eso era lo más importante.

Pero ... ¿la Comisión incluso le permitiría retirarse en este punto? Nunca lo habían hecho antes. Probablemente solo le dirían que era bueno que la liga lo viera como un amigo y que dejara de quejarse de nada. Tenía un deber para con la gente. Tenía un deber para con la Comisión. Keigo asintió con determinación. No tenía sentido pedir que lo sacaran. Todavía podría pasar tiempo con la liga y no estaría perdiendo el tiempo de la Comisión. ¡Fue un ganar-ganar!

Aterrizó en el techo y recorrió los pasillos hasta la oficina de Mera. El hombre estaba durmiendo en su escritorio cuando Keigo entró y se coló al escritorio. Su manejador se había quedado dormido con algunos archivos abiertos y Keigo no pudo evitar ser un pajarito curioso cuando los miró antes de despertar a Mera. ¿Por qué estaba Mera revisando archivos para niños pequeños? ¿Estaban perdidos? No es de extrañar que Mera siempre estuviera tan cansado si intentaba hacer el trabajo del departamento de policía además del suyo.

Keigo se inclinó un poco más cerca mientras Mera se movía en su sueño, dándole una mejor vista de los archivos. Cada uno de los cuatro niños tenía sus nombres y edades, ninguno de ellos tenía más de diez años, escrito debajo de sus fotos junto con la altura y el nombre de sus padres si tenían alguno, lo cual dos de ellos no. Keigo miró los otros datos y se congeló.

Candidato para el programa de alimentación heredado.

No podía respirar. El Legacy Feeder Program era como lo había llamado la Comisión cuando se lo llevaron para convertirlo en un héroe. ¿Esos niños ... iban a ser como él? ¿Iban a crecer sin saber nada más que entrenarse para ser héroes hasta que tuvieran la edad suficiente para obtener una licencia, nunca irían a la escuela con niños de su misma edad, nunca permitirles hacer nada que la Comisión no permitiera? Por primera vez, Keigo procesó la tinta roja brillante estampada en cada una de las páginas. Aprobado.