Cap. 4: Aceptar el papel

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Habían pasado seis meses desde el fatídico encuentro de Izuku con All Might. A Izuku le pareció mucho más tiempo; muchas cosas habían cambiado desde que era un niño de ojos brillantes que se aferraba al sueño de convertirse en un héroe. Había aprendido mucho sobre computadoras y piratería para ayudar con su trabajo de villano y estaba planeando ir a una escuela secundaria que enfatizara la programación. Todavía hacía la mayor parte de su trabajo de villano en cibercafés, pero se movía con frecuencia para evitar que lo rastrearan. También había intentado recoger todo lo que pudo sobre el lavado de dinero para evitar que alguien rastreara sus fondos. Sus precios subían con cada plan que enviaba y aún no había llegado a un punto en el que sus clientes se negaran a pagar.

También había estado limpiando la playa de Dagobah. Había comenzado como una forma de lidiar con su culpa por convertirse en villano. Quizás si hacía algo bueno por la comunidad, cancelaría el daño que había causado. Izuku poco a poco estaba llegando a un acuerdo con su nueva vida, dejando que su amargura en la sociedad se combinara con su orgullo por un trabajo bien hecho para ahogar su arrepentimiento. Ya no tenía ataques de pánico cuando abria las noticias y veia que uno de sus planes se había llevado a cabo. Todavía se ponía nervioso y con algo de náuseas, pero incluso eso estaba siendo reemplazado por satisfacción. No le dolía que cada mensaje en su bandeja de entrada alimentara su ego, ya que los villanos constantemente le agradecían o exigían sus servicios. ¡Por primera vez en su vida, tenía personas que no pensaban que era un inútil! Era como una droga e Izuku no podía tener suficiente. Hasta ahora, había vendido los planes de asesinato de diez héroes y eso ni siquiera contaba los numerosos robos, asesinatos de no héroes y otros crímenes que había planeado.

Pero la gente estaba empezando a darse cuenta. Los teóricos de la conspiración en línea estaban comenzando a conectar el reciente aumento en las muertes de héroes e incluso la policía comenzaba a sospechar que podría haber una persona detrás. Los villanos comenzaban a acudir a él con objetivos de mayor perfil, pero también comenzaban a exigir reuniones cara a cara en lugar de solo a través de una pantalla.

Por eso nunca había dejado de limpiar la playa. Sabía que un acto bueno no compensaría el mal que había hecho y estaba llegando al punto en que no quería que lo hiciera. Pero era un excelente entrenamiento muscular, y necesitaba ser fuerte si esperaba sobrevivir en el mundo de los villanos.

Izuku captó un movimiento por el rabillo del ojo mientras levantaba un microondas y comenzaba a llevarlo hacia el contenedor de basura. Había comenzado a sospechar esta mañana, pero ahora estaba seguro. Lo estaban siguiendo, lo que significaba que alguien había logrado darse cuenta de que era Mastermind. La única pregunta era ¿quién? Izuku continuó su tarea sin decir que sabía que estaba siendo observado, optando en cambio por estar atento y obtener una descripción de su acosador. Ojalá fuera un villano. Izuku no sabía muy bien qué haría si los héroes descubrieran su identidad tan temprano en el juego, así que sí, con suerte, villano. Izuku tuvo que resistirse a reírse para sí mismo. En qué se había convertido su vida.

Para cuando salió de la playa al anochecer, había descubierto que su acosador era un hombre de mediana edad con cabello gris, perilla y un aparente amor por los trajes baratos y los cigarrillos. Era bastante bueno para mantenerse fuera de la vista, pero Izuku tenía años de experiencia escondiéndose de los matones y, más recientemente, acechando a los héroes. Dio un suspiro de alivio, este tipo casi definitivamente no era un héroe, pero si había logrado encontrar a Izuku, debía tener conexiones importantes en el subsuelo. Izuku tomó nota de revisar sus cuadernos cuando llegara a casa.

Izuku se había vuelto mucho más paranoico desde que se había lanzado a la villanía. Llámelo una combinación de conciencia culpable y trastorno de ansiedad o lo que sea, pero el resultado final fue que Izuku fue neuróticamente cuidadoso cuando se trataba de no ser atrapado. Tenía un miedo irracional de que, de alguna manera, un policía intentara hacerse pasar por uno de sus clientes en línea, lograr que enviara un plan de asesinato para un héroe y luego usar la dirección IP para rastrearlo y llevarlo a la cárcel. Sí, tal vez Izuku había estado viendo demasiados dramas criminales, pero podría suceder.

Mastermind: Estratega por contratoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora