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— ¡Staxx! — Alex entró apresuradamente a casa de Merlon, Rubius había ido a buscarle a su hogar, diciéndole que había noticias respecto a Frank.

Vegetta, Willy, Luzu y Merlon le miraron con profunda tristeza.

Rubius omitió decir "malas noticias".

Un mal presentimiento se apoderó de su pecho al no ver rastro alguno del moreno en la sala, solo un montón de cosas sobre el comedor del protector.

— Encontramos esto en los límites al oeste de la ciudad — Vegetta habló firmemente. Rubius cerró la puerta detrás suya, tal vez él no debería estar ahí, pero tenía una presión en su pecho, que decía que no debía dejar solo a Alex.

Una mochila, un mapa, ropas rotas y...

El pequeño tomó una foto, sucia y un poco rota, ese fue un día bonito para ambos, Staxx le había pedido una cita y él aceptó. El recuerdo de esa romántica tarde permanece presente en su memoria y en esa foto.

— ¿Frank? — Alex susurró. Buscando una respuesta en sus amigos.

— Fue todo lo que encontramos en una cueva — La voz de Luzu sonaba diminuta.

— Junto a rastros de sangre — Willy suspiró.

— ¿Su espada? —

— Desapareció completamente. — Vegetta estaba exhausto — Creemos que fue atacado por ladrones para conseguir su arma, sabemos que es muy poderosa y esto ya había pasado antes, pero no con tal gravedad. —.

— ¿Qué vamos a hacer? — Rubius soltó las primeras palabras desde que Alex había llegado.

— Primero mantengamos la calma, debemos decir otra cosa, crearemos pánico si decimos que uno de los héroes fue... — Merlon calló al escuchar un sollozo por parte de Alex.

— Diremos que tuvo que irse, tuvo la urgencia de renunciar a su puesto. —

Alex, con el corazón destrozado, lo aceptó.

Al amanecer, el pueblo central de Noruega se alzaba delante de ellos. Al fin habían llegado, habían pasado toda la noche caminando, corriendo, avanzando. Solo unos días quedaban para la luna llena.

Y estaban más que preparados.

Un descanso era lo que necesitaban para tomar fuerzas e ir por aquel dragón.

Observaron cómo Esben se giraba hacia el lado izquierdo, cambio de camino, no tenía sentido, el pueblo estaba delante de ellos.

— Necesito que sigan este sendero completamente recto, detrás de esa montaña que está allá se encuentra mi casa — Lanzó un par de llaves hacia Luzu, quien las atrapó rápidamente — Deben ir a descansar —.

— ¿A donde iras? — preguntó Vegetta, llevaba cargando a Alex en su espalda, estaba dormido, en la noche luego de aquella noticia, su estómago estaba revuelto y soltó todo. Estaba débil.

— Iré por mi asistente al pueblo, desde que nos conocimos ha estado trabajando en una investigación sobre los dragones. Es un chico sin memoria, yo lo acogí y hemos trabajado juntos en demasiadas ocasiones — explicó — Si alguien puede ayudarnos con ese dragón, es él —.

— De acuerdo — Los chicos retomaron el camino, observando a Esben alejarse hacia el poblado. Estaban cerca.

— Noruega es muy hermoso — Lolito observaba encantado las montañas del lugar, como las cascadas de agua cristalinas caían y el fiordo cerca de ellos. En parte, permaneció callado el resto del viaje, los pensamientos le carcomían.

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