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Había pasado una semana desde ese día en la playa. Aún no se buscaban.

Atsumu por un lado no sabía como enfrentarse a sí mismo. Asustado de las sensaciones nuevas que el músico le estaba provocando, decidió dar un paso atrás por la desconfianza que aún vivía dentro de él, al considerar abrir su corazón y entregárselo a alguien más.

Shouyo después de escuchar su historia decidió darle el espacio que fuera necesario. No quería ser una carga para él, le esperaría y quería hacérselo saber.

—Doctor. — una de las enfermeras se le acercó — Su hermano vino a verle.

—¿Samu?

Fue con ella hasta donde le dijo que estaba y le agradeció por avisarle de su llegada.

—Te traje esto. — le pasó un empaque con comida — Llevas horas ahogándote en el hospital, debes dejar de...

—Me sirve. — le cortó — Me sirve para despejar mi mente, el trabajo ayuda mucho.

—Vamos a comer. — suspiró con resignación.

—Debo...

—No. — Osamu fue tajante — Vamos a ir a comer. No me iré hasta que te termines el último onigiri o voy a golpearte.

—Esta bien. — respondió con resignación.

Fueron a unas mesas un poco apartadas del casino para conversar un poco. Atsumu llevaba cuatro días en el hospital, no se había aparecido por la casa y eso traía mucha preocupación a su gemelo.

—Sabes que puedes hablar conmigo.

—Lo sé...

—No voy a obligarte a decirme que pasa, pero si voy a obligarte a que comas como es debido.

—Gracias. — sonrió con melancólica.

No era que no quisiera hablar con él. Solo que no sabía cómo, ya que su corazón estaba lidiando con muchas cosas y no podía tener claridad.

—Tobio quiere verte.

—¿Mn? — preguntó con la boca llena.

—Va a venir hoy a casa, necesita entregarte algo.

Atsumu intuyo que se trataba de Hinata. Su corazón automáticamente dio un gran salto, volvió a asustarse.

—¿Qué...

—No puedo decirte nada más. — ya sabía más o menos a que se debía, pero por petición de su novio lo le diría nada — Solo escucha lo que tiene que decirte ¿Está bien?

Después de unos segundos solo asintió.

—Estaba rico. — puso la tapa del contenedor y se lo pasó — Me iré contigo, solo dame unos minutos para dejar listo unos papeles pendientes.

—Generalmente te detesto la mayor parte del tiempo. — le molestó y pasó uno de sus brazos por sus hombros mientras caminaban al despacho — Pero me alegra mucho ir contigo a casa.

—Cierra la boca. — ambos sonrieron.

Osamu se encargó de que comiera nuevamente en su hogar. Le preparó un poco de té y lo obligó a dormir una siesta, estaba seguro de que la necesitaba más que nadie.

Su cuerpo rendido se dejó atrapar por sus sábanas, esas mismas que le recordaron a Shouyo y se quedó dormido pensando en él, en su aroma a vainilla.

A las horas despertó por el sonido de su celular. Era extraño ya que lo estaba llamando su hermano.

—¿Por qué me llamas si estás...

SUIBIAN | AtsuHina | TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora