05 | Suibian

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Shouyo no podía usar a Suibian.

Había olvidado a su querida y fiel compañera. No recordaba como tocar la Guitarra. No recordaba la canción que le había escrito a la persona que amaba. No recordaba que el título de aquella letra tenía el nombre del chico que le estaba mirando en esos momentos.

Uno que tenía el corazón envuelto en lágrimas, al darse cuenta que el músico había perdido su núcleo dorado. Ese que le daba la fuerza para crear sonidos que le habían enamorado y tenía miedo de que su alma se perdiera en la tristeza al no poder volver a pasar sus manos por las cuerdas de aquella Gretsch.

Kageyama, el resto de la banda y su representante fueron los primeros en llegar a verlo. Hinata los recordaba a todos, todo en su vida cotidiana lo mantenía fresco en su memoria.

Sabía que era un músico, que escribió canciones y que compuso muchas de ellas.

Pero no podía evocar ninguna de ellas. Todo lo que había creado se apagó dentro de él.

"Puedes aprender nuevamente, no debe ser tan difícil"

Escuchó como esa petición tan sencilla y egoísta para alguien que solo le importaba lo monetario le solicitaba. Uno de los encargados de la agencia en dónde mantenía su contrato dejó sus pensamientos e ideas golpeando algo más que su interior.

Literalmente le estaba pidiendo de manera metafórica que volviera a caminar.

Shouyo aún tenía en sus manos a Suibian. Pero no la reconocía. Tobio le explicó que esa guitarra fue un regalo de su padre, que él nunca se despegaba de ella y que los dos eran uno.

Eso no le dio ningún tipo de tranquilidad; al contrario, eso abatió aún más su alma.

Le pidieron que cantara. Lo hizo, su voz salió tan natural e impecable que parecía imposible su perdida de memoria.

Pero se notó de inmediato que la emoción no existía en su melodía. Algo faltaba, algo que se había perdido y no sabían si volvería.

Shouyo pidió que lo dejaran solo, no quería estar con nadie. Atsumu dejó un beso en su frente y salió de la habitación junto al resto de personas. El músico sólo se acostó y abrazó su Guitarra, tal vez él tacto de ella le haría recuperar sus memorias.

Cerró sus ojos solo para darse cuenta que no podía aludir ninguna nota, ningún acorde, ninguna letra. No existía nada. Pero fuera de todo eso sentía que algo más faltaba, algo tan importante como una confesión.

Lloró por lo que quizás fueron horas afianzado a su Gretsch. Era como si le hubieran cortado las manos.

¿Podía volver a aprender? Si.

¿Quería hacerlo? No.

Todo por lo que trabajó tan duro se vio arruinado de la noche a la mañana. Podían llamarlo iluso, infantil e incluso egoísta por tener esos pensamientos. Por querer rendirse sin siquiera intentarlo.

Pero no era tan sencillo, no para él y esperaba o no que el resto le respetara. Ya nada importaba.

—Boke. — Kageyama entró al cuarto ya sin poder esperar por mucho tiempo — Eres un Boke, pero estaré siempre contigo.

Se acercó y con cariño acarició su cabello mientras Shouyo seguía abrazado a Suibian.

—Lo siento...

SUIBIAN | AtsuHina | TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora