Capítulo 2

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-Así me siento -conteste sin ánimos, la habitación era simple, una sala de dos piezas color caoba, el piso blanco y decoraciones beige, había una plasma colgada en la pared, y la cocina se podía deslumbrar a unos metros de la sala, había un pasillo donde probablemente se encontraban las recamaras.

-¿Quieren tomar algo? -Una mujer Beta salió de la cosina con una jarra con agua, en ese momento fue como si mi cuerpo recordará sus necesidades fisiológicas y las ganas de orinar me inundaron.

-¿Puedo usar el baño? -Pregunté un poco dudoso de que hacer.

-Claro, el baño esta al final del pasillo también puedes darte un baño, hay toallas limpias abajo del lavado, te llevaré un cambio de ropa de mi esposo -fije mi mirada a la ropa que traía, estaba llena de sangre, era el único en la habitación que parecía haber salido de una película de terror.

-Muchas gracias -agradecí y me encaminé al baño, no quería verme al espejo, me desvesti rápido y entre a la ducha, el agua estaba fría al principio pero poco a poco fue calentándose, el agua que escurría al suelo era de un tono rojizo, cerré los ojos tratando de no pensar en nada.

No me di cuenta que tanto tiempo había estado en la ducha hasta que tocaron la puerta.

-¿Sigues vivo niño?, traje tu ropa -tomé una toalla y me seque rápido, abrí un poco la puerta y Jair estaba del otro lado.

-Gracias -trate de tomar la ropa que me ofrecía pero un segundo antes de agarrarla la retiro. Sentí un golpe en la espalda, me había empujado quedando los dos en el baño. Tenia su mano en mi cuello, el agarre era fuerte pero no lo suficiente para lastimarme.

-¿Qué es...estás ha...ciendo? -pregunté asustado, la mirada que me daba no era nada agradable, estaba a nada de llamar a Frank.

-Escúchame bien niño, no me importa que seas un protegido de Frank, si nos atrasas o haces que lastimen alguno de los dos, prometo que te mataré -sus palabras me hicieron temblar, sentía mis ojos humedecer. -Nosotros somos casi familia, no arriesgaré a mi familia por un desconocido-.

Quería decir algo pero se fue antes, llore cuando me quede solo, si fuera más fuerte podría cuidarme sólo y no depender de nadie.

Saque el celular de mis pantalones sucios, tenía unas llamadas perdidas de Dan, le devolví la llamada y contestó al segundo tono.

-¿Ron estas bien?, Pato esta aquí conmigo estamos escondidos a un par de cuadras de la biblioteca, hay un lío de gente afuera así que esperaremos un tiempo para ver si se disipa y poder llegar con los demás ¿dónde estas en este momento? -me alegré escuchar su voz y saber que los demás están bien.

-Si es...estoy bien.. -trate de aclarar mi voz para que no se preocupara -Encontré unas personas y me están ayudando, estoy en un departamento cerca del subterráneo -no sabia si iríamos a la ciudad b así que evite hablar de más.

-Perfecto acabo de hablar con Ángel, están bien nadie a tratado de meterse -suspiré me sentía aliviado, solo tenía que pensar en poder encontrarnos.

-Si eso es genial -se despidió a los segundos tenía poca carga y quería conservar lo más posible el celular.

Salí del baño, en la sala se encontraban más personas aparte de los amigos y la Beta, había un Alfa de mediana edad con otros dos Betas, di un pequeño saludo, Frank me hizo una seña para sentarme a su lado.

-Él es Ron, Frank lo encontró en el camino-.

-Mi nombre es Marta, mi esposo es Roberto y ellos son mis hijos, Manuel y Raul -la beta que me había dado la ropa me presento a ella y a su familia.

Un Día Para SobrevivirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora