Un Día Para Sobrevivir

Capítulo 3

Después de la llamada los tres se dirigieron a la salida de emergencias, salieron por un pequeño callejón oscuro y entraron a la calle principal.

-Maldición abajo rápido -susurró Frank, los tres se agacharon, un carro paso a toda velocidad por la carretera aplastaba a las pocas personas que estaban en la calle buscando refugio. Había una tienda enfrente y Jair lo tomo del brazo y caminamos hacia ahí.

Había algunas personas escondiéndose adentro, estaban agachadas atrás de los estantes de comida, cuando los tres llegaron, se unieron a ellos y guardaron silencio, él peligris se quedo sorprendido al mirar a la chica que le había tomado la mano en la carretera hace rato, ella no parecía encontrarse bien, tenía sangre en su cuello que manchaba toda su camisa y había un hombre sosteniendola fuertemente, la mujer parecía muy asustada.

-Vamos por la puerta de atrás y veamos si lleva a otro callejón -él pelinegro comentó mirando a los dos chicos no quería quedarse un minuto más con estas personas y por el ruido de enfrente era claro que no podían salir por ahí.

-Ve sólo y si encuentras una ruta me marcas -dijo Jair mirando enfrente, no quería distraerse y que una maldita persona loca entrará queriendo hacer su desastre. Frank le dio una ultima mirada a Ron antes de irse, algo que al peligris lo hizo sentir muy incómodo, era como si le advirtiera de algo, había algunas cosas que hacían los dos alfas que no le parecían normales antes no tenía tiempo de pensar en esto pero ahora era inevitable no preguntarse por ese asunto.

Despejó su mente, no tenia sentido empezar a dudar de las personas que lo mantenían con vida.

-¿Alguien de ustedes sabe tratar heridas? -Preguntó el hombre que tenia abrazando a la chica, nadie hablo, eran aproximadamente diez personas.

-Yo se algo -era una total mentira pero el peligris miro algunas películas donde curaban heridas y ante la falta de respuesta quería ayudar. Jair apartó la mirada de la calle, lo miro negándose pero el peligris ya estaba gateando hacia la chica, el castaño le iba hablar cuando un ruido lo alertó, una persona había salido corriendo a la puerta principal, hace unos minutos que no se escuchaba un ruido, algunos quisieron seguir su ejemplo pero se detuvieron al escuchar los ruidos de unos neumáticos.

Ron se acercó y con mucho cuidado bajo un poco la camisa de la chica, había una mordida de aproximadamente 7 centímetros era profunda pero ya se estaba cicatrizado, él cómo omega sabía el proceso de la marca. Así que sólo necesitaba limpiar la herida y cubrirla para que no se infecte.

-Necesito un poco de alcohol y unas gasas -le dijo al Alfa sin mirarlo, la chica tembló cuando el hombre la dejo y  comenzó a buscar entre lo estantes.

-¿Estas bien? -Le preguntó aunque era una tontería preguntarle eso por que era claro que no estaba bien pero solo era por cortesía.

-Me llamo Ron ¿cómo te llamas? -Susurraba lo más que podía para evitar que el hombre los escuchara había escuchado lo muy territoriales que eran los Alfas después de la marca y no quería salir lastimado.

-Verónica -dijo en un susurro tan pequeño que si no fuera por la distancia tan corta que se encontraban no la había podido escuchar bien.

-Toma -le aventó el Alfa de la chica al peligris las cosas, no era una ciencia desinfectar una herida pero cuando un Alfa marca a alguien una parte de él se apaga para dejar entrar su instinto y no quería lastimar a su omega, él peligris miro sus manos, están muy sucias miro alrededor buscando algo para lavarse las manos, una puerta estaba medio abierta y se podía observar un baño.

-Me iré a lavar las manos -él Alfa asintió, gateo unos momentos antes de ser detenido.

-Llévala contigo -la chica lo siguió all baño, parecía que el Alfa le dio a cuidar a su Omega, no sabía si sentirse honrado o asustado, un Alfa jamás confiaba en nadie cuando se trataba de su Omega pero raramente ese hombre le dejaba estar con Verónica, sin darse cuenta Jair lo miraba seriamente.