Capitulo 12

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Cuando le prometió a su padre querer a sus hermanos, estaba seguro que no se refería a esto

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Cuando le prometió a su padre querer a sus hermanos, estaba seguro que no se refería a esto.

Meses atrás, cuando terminó con Canadá, Ucrania se sintió el ser más miserable y asqueroso sobre la tierra. Había echado a perder una bonita relación con la persona más amable y hermosa que pudo encontrar jamás. Pero tampoco puedes controlar tus sentimientos y pronto el canadiense se dio cuenta que el menor tenía sentimientos por su hermano Kazajistán. Y no eran los sentimientos que le tienes a un hermano. No, estos eran los que le dabas a una pareja romántica.

Y Ucrania no podía sentirse más enfermo por eso.

Es decir, entre countrys estaba el caso de Chile y Argentina, quienes igual eran hermanos pero también pareja e incluso iban a tener un hijo. El problema era que ellos no eran hermanos en sí.

Ellos habían tenido sus propios padres, a los que igual que USA habían sido arrebatados. No terminaba de entender esa parte de sus compañeros países ni como había sido la conquista para ellos y el tío USA -como le gustaba decirle en su niñez- jamás le quiso preguntar.

Ucrania era un degenerado. O bueno, eso pensaba él. Sabía que genéticamente no tenía nada que lo asemejara al kazajo, pero aun así, habían sido criados por URSS, eso los hacia hermanos.

Jamás le contó a nadie sobre sus sentimientos a su hermano mayor y no quería que nadie lo supiera. Pero resulta que aun después de haber terminado, Canadá seguía conociéndolo tan bien.

Antes de romper, el canadiense se había dado cuenta que su pareja ya no lo amaba, solo que ni él lo sabía entonces. No lo trataba mal, pero ya no era lo mismo. Y pronto se dio cuenta que el causante de esto era el segundo hijo de URSS, quien sí que lo supiera se había robado el corazón del ucraniano.

Canadá jamás le dijo a su ex pareja que ya sabía de sus pensamientos hacia su hermano pues no quería hacerlo sentir incomodo, pero esa noche en la fiesta de España no pudo guardarse más eso al ver que el de cabellos azules no le había dicho nada al otro.

Ucrania miró a Kazajstán frente a él firmando unos documentos, recién regresaba de una junta con Rusia y se le veía cansado. Era difícil dialogar con el euroasiático en su modo político. Él lo sabía mejor que nadie.

Canadá hubiera sabido que hacer en ese momento, le habría dicho que hacer y que decir. Lamentablemente para él, él no era Canadá y no podía pedirle ayuda para conquistar al kazajo.

Tenía recuerdos del canadiense de su niñez. Siempre estaba a un lado de USA cuando había reuniones con países, y junto USA fueron los que ayudaron a los quince hermanos a seguir cuando URSS faltó.

Ahora que era un adulto podía entender ciertas cosas. Como el sufrimiento de USA cuando murió su padre, no sabía a ciencia cierta que sucedió y su ex jamás quiso contarle por respeto a su menor, pero suponía que la unión soviética había fallecido cuando aún salía con el americano menor.

Debió doler.

Siempre le tuvo un gran cariño al estadounidense pese a todo. Incluso durante la guerra fría. Bueno, sería ridículo no haberlo hecho, después de todo había sido su casi "madre".

Soltó una risa al recordar eso, llamando la atención del de mechones rubios y azules.

― ¿Qué sucede?

―No es nada, solo estaba recordando a América cuando salía con nuestro padre.

El kazajo dejó escapar una risa ante eso.―Hablando de él, ¿Lo has visto?

Ucrania negó.

―Desde que terminaste con Canadá ¿cierto?...―Guardó silencio un momento― Nunca quise preguntarte de esto pero ¿Por qué terminaron? Se veían bien.

Ucrania se tensó ante aquella pregunta, pero aun así respondió.―Porque estoy perdidamente enamorado de ti y quería ver si tenía una oportunidad contigo.

Kazajistán se quedó helado ante esa respuesta y pronto su hermano menor comenzó a reír.

―Es broma, ya sabes...las relaciones a veces no funcionan y es mejor terminar.

Ambos se relajaron después de esa respuesta y el ambiente volvió a lo que era en un inicio.

El ucraniano se puso de pie para deambular por la oficina abriendo libros, tomando lápices y moviendo muebles, hasta que le llegó una notificación de Canadá. Así que tomó una decisión.

Se acercó al kazajo, tomó su rostro con brusquedad haciéndolo perder su concentración y su lapicero bajo el escritorio y lo besó.

No fue más que un ligero toque de labios, pero Ucrania se estaba muriendo de nervios mientras que el otro lo miraba sin reaccionar.

Lo soltó rápidamente y se fue corriendo de la habitación.

"Mira maldito imbécil, termine contigo para que fueras feliz, no frustres mis jodidos planes y bésalo ya

Con amor, Canadá"

Con amor, Canadá"

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