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Semanas habían pasado. Jaemin se acopló muy bien a la secundaria, sus notas iban excelente, tenía ya a muchas chicas enamoradas detrás y se llevaba demasiado bien con los amigos de Renjun, sobre todo con Chenle. Eran la misma especie.

—¿Te gusta Renjun? —Chenle preguntó a Jaemin mientras caminaban por el patio de la escuela.

—¿Q-qué? —Jaemin comenzó a toser.
Esa pregunta le vino de imprevisto. Nervioso tomó un sorbo de agua.

—Ay, no te mueras... todavía.

—Lo siento, me... ¡me lo dices nomás así!

—¡Es que lo he notado! Lo miras con ojitos diferentes, no sé porqué lo siento así. Yo a Jisung lo quiero, amo y respeto... Pero, ¿ser pareja? La verdad no estoy tan seguro.

—¿Quién te dijo que quiero tener algo con él?

—Lo siento —susurró y se tocó su corazón, como estando muy seguro de lo que decía.

—¿A ti no te gusta Jisung?

—¡No! Asco —hizo una mueca —. Ya conozco defectos de él, sus manías, entre más cosas y no me llama la atención. A decir verdad me atrae más Donghyuck, pero no me gusta... me gusta alguien más.

—¿Puedo saber quién? —Jaemin dio una sonrisa pícara y levantó sus cejas.

—Renjun —Chenle soltó sin más.

Jaemin detuvó su paso y se quedó observándolo.

—Ehh, ¿qué ocurre?

—¿Te gusta, Renjun? ¿De tantos él? ¿Es en serio? —dijo mientras negaba con su cabeza y tocaba su frente.

—Sí, por eso te consulté.

—¡Te digo algo! Es mío y no dejaré que te acerques a él... ¡no!

Chenle vio a Jaemin alejarse de él. Dio una sonrisa.

Objetivo realizado.

(...)

Jaemin buscaba a Renjun por toda la secundaria. No iba a dejarle el camino libre a Chenle, no. Renjun lo crió, es su amo, al que más aprecia, claro no olvida que lo dejó en el sótano por varios años, pero... él volvió, volvió hacia él y lo hizo crecer. Lo encontró hablando con Sowon.

—Renjun... —habló Jaemin.

—¿Si? ¿Y Chenle?

Jaemin no respondió nada. Renjun sabía a lo que se refería, quería hablar con él.

—Tengo que irme... tu historia suena interesante.

—¡¿Verdad que sí?! —exclamó la castaña —. A la otra me ayudas a poner el nombre adecuado... te dejo... ¡nos vemos Jaemin! —la chica amablemente entendió y se fue dejándolos solos.

—¿Qué pasa?

—Éste yo —Jaemin extendió la última vocal, jugaba con sus deditos, no tenía nada que decirle, solo el impulso le hizo ir a buscarlo. Le dieron celos.

—¡Eres bien empalagoso! —dijo Renjun riendo mientras lo abrazaba por el cuello —. No sabes vivir sin mi, ¿cierto? —lo miró a los ojos, sus rostros estaban muy cerca.

Jaemin comenzó a sentir algo... latidos en su corazón, latidos muy fuertes.

¿Qué significa esto?¿Por qué cuándo estoy con Renjun?

—Vamos a ver si hay galletas de chocolate en la tiendita, ¿va? —Jaemin asintió.

Fueron a la cooperativa de la secundaria. Y pudieron obtener sus galletas, Renjun compró 3 para Jaemin.

—Las comes mejor en casa. Allá te cuido si te quedas panzón —Renjun le revolvió el cabello a Jaemin.

Sonó el timbre para entrar de nuevo a clases.
Tocaba matemáticas.

—¡Buenos días, chicos! —saludó la maestra. La favorita de muchos y la odiada por otros, no por ella sino por la materia que daba.

—¡Bueenos díaas! —los chicos se pararon y saludaron. Después la maestra les dijo que tomaran asiento de nuevo. Lo hicieron.

—Hoy... habrá una dinámica —la miss se frotó sus manos —. Van a poder ganar puntos extra si contestan los ejercicios correctamente en el pizarrón.  Comencemos con... ¡Jaemin!

El nombrado levantó su vista. La miss anotó un ejercicio y lo hizo pasar. Estaba nervioso.

¿Qué probabilidad hay al lanzar un dado caíga en número par?

Jaemin leía detenidamente el problema.

R= 0.5 = 50%

—Terminé, miss —la maestra observó su respuesta.

—¡Muy bien, Jaemin! Tienes 3 puntos extra en el parcial —Jaemin le dió el marcador a la maestra y fue a su asiento.

—Bien hecho, Jae —Renjun le susurró a Jaemin y tomó su mano acariciandola, mientras ambos ponían atención a la explicación de la maestra.

—¿Por qué 50%? El dado solo tiene 6 lados. De esos lados solo 3 números son par —la miss escribió en el pizarrón —. Solo el 2, 4 y 6 son par. Como lo había explicado antes, se tiene que representar en fracción 3/6. Lo dividimos —seguía anotando —. Da decimal y la respuesta que nos dió Jaemin es la correcta... Ahora vamos con... ¡Sowon! Tu tema será trigonometría.

—Ay, miss, eso se me dificulta —dijo la castaña.

—Te ayudaremos —la maestra sonrió.

(...)

—¿Cómo les fue hoy?

La madre del chino preguntó. Estaban comiendo comida típica de china, Jaemin como no podía, comía las galletas que habían comprado en la secundaria.

—Bien... Jaemin se ganó puntos extra —Renjun dijo y Jaemin asentía.

—Que bueno... yo iré a seguir trabajando en algunos pendientes, cuando acaben me dicen, ¿va?

Su madre se fue.

Jaemin iba por la tercera galleta, la verdad esa es su comida favorita, pero no lo come tan seguido. Renjun se las compra cuando cree que es necesario, tampoco lo quiere mimar tanto. Mordió un poco cuando de repente su estomago se revolvió, sentía asco.

Quería escupirlas.

Se levantó de su silla asustando a Renjun y fue al baño a vomitar, su vomito era de color blanco como si no hubiera comido nada. Se sentía fatal, sus piernas y brazos temblaban mientras vomitaba.

—¡Jaemin! —llegó Renjun y le sobaba la espalda.

El híbrido lo seguía haciendo, es como si estuviera ingiriendo cosas, pero en vez de ingerir las estaba expulsando. Sucedía muy rápido y no se detenía.

—¡Mamá! ¡mamá! —Renjun llamó. Se estaba preocupando.

La señora llegó y se tapó su boca sorprendida.

—Dios mío. Esto podía suceder —susurró sin que su hijo escuchara.

—¡Llévalo al hospital!

—¡No tratan híbridos! Sus organismos son muy diferentes a los de un humano. Le llamaré al creador y le diré si hay algo que podamos hacer.

—¡Pero no se le detiene el vomito!

—¡Renjun, hazme caso y trata de llevarlo arriba! Acuéstalo —ordenó su madre —. Contactaré a Nakamoto.

¿Me Quieres? | RenMin | PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora