¿Me Quieres? | RenMin | PAUSADA

15

Nunca se había levantado en la madrugada, pero hoy era una ocasión importante. Agarró la computadora y comenzó a investigar.

—¿Por qué son tan caros? Es un maldito avión.

Comenzó a teclear buscando más información. El viaje en tren era más barato. Pero implicaba tomar varios, mas el hospedaje, porque no iba a llegar en un día.

—Todo sea por encontrarte —dio un suspiro, cerró la computadora y salió de su habitación.

Con cuidado de no hacer ruido fue al sótano solo en calcetas. Comenzaría a investigar sobre ese tal híbrido que enviaron a Corea. Prendió la luz y se encontró con todos los artefactos necesarios para crear a los híbridos. También las cápsulas encubadoras que contenían a algunos de ellos. Se fue directo a los estantes dispuesta a encontrar información sobre él.

—¿Cómo se llamaba? ¿Cómo se llamaba? —cerró sus ojos tratando de recordar el nombre que había escuchado en la conversación de Taeyong con Yuta —. J-Jae... ¡Jaemin!

Se subió a una escalera y se fue a la letra J y comenzó a buscar el registro que Yuta hacía de cada uno de los híbridos. Sonrió victoriosa al encontrar ese nombre.

Híbrido  300
Género: Masculino
Nombre: JAEMIN
Cabello: Castaño claro
Ojos: Cafés
Piel: Blanca
Días de creación: 35 días
Destino: Seúl, Corea del Sur
Shem, Label 205

—Al menos ya me hice una idea sobre ti —se levantó su camisa y guardó el papel en su pantalón.

Al querer volver a dejar el registro en su lugar la escalera resbaló un poco provocando que otras carpetas cayeran. Por suerte Onda tomó las carpetas lanzándose hacia ellas para no hacer ruido. Lamentablemente la caída que recibió fue algo dolorosa.

—¡Auch!

Habían papeles en el suelo, papeles algo viejos y amarillos. Unos también arrugados.

—¿Qué es esto?

Comenzó a recogerlos y uno captó su atención.

Experimento SXX

Nombre: 01

Cabello: Rosa con un ligero crecimiento

Ojos: Cafés

Piel: Blanca
Días de creación: 54 días

Experimento sin concluir

—¿Qué es esto? No entiendo —Onda releyó de nuevo, pero nada de lo que estaba escrito le hacía algún sentido.

¿Será prudente llevármelo? ¿Me servirá de algo?

—Al diablo, no creo que Yuta lo note —se levantó su camisa y guardó los papeles en su pantalón nuevamente. Trató de dejar los demás papeles en su lugar para que Yuta no sospechara de algo y rápidamente volvió a su habitación para acomodar todo lo que se llevaría ese mismo día, pero en la noche.

En su mochila rosada comenzó a echar ropa, cosas de higiene personal, un libro y dinero, de lo que ella había ahorrado durante mucho tiempo, por si un día se atrevía a salir a un centro comercial y comprar ropa bonita; ese dinero serviría para algo mucho más importante. Volvió a la cama y trató de dormir para tener la energía suficiente para escaparse más tarde, estaba dispuesta a encontrarlo.