Capítulo 11: La Caída De Xocoyotzin

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15 de Junio de 1520

Logramos salir de Tenochtitlan y al llegar a Tulum mis tropas se encontraban cansadas y sin esperanza alguna, mientras ellos descansaban yo me había dirigido a uno de mis pupilos y le conté todo que había pasado en Tenochtitlan. Al saberlo, todos se quedaron sin palabras.

-¿Cómo es posible derrotar al menos 10 sin perder antes 26?- Mencionó uno de los aprendices.

-Una buena estrategia servirá- Le dije mientras veía a los demás- Actuaremos desde las sombras, no sacrificaremos más soldados en el campo de batalla, lo mejor es pudrir los por dentro. Por eso llegué hasta aquí, el ejército de Moctezuma no puede sólo y más aún si hay pueblos vecinos que están del lado de los españoles.

-¿Que quiere que hagamos mentor?

-Podrían entrar a hurtadillas al palacio de Moctezuma, presiento que esta en peligro y si no lo sacamos antes de la ciudad el emperador morirá.

-Bien, pero apuesto que hay bastantes españoles en el palacio...

-Lo sé, es por eso que mis tropas y yo haremos una distracción, haremos un ataque en la plaza central mientras ustedes entran.

-Suena bien, mañana en la mañana prepararemos todo para salir.

Mientras todos salíamos de una vieja choza después de ponernos de acuerdo, uno de mis aprendices me llamó la atención.

- Mentor... Después de se fue de él escondite, bueno hay algo que no ha sabido aún.

-¿Que pasa, es algo bueno, algo que derrotar a a los españoles?- Le dije de manera burlona.

-Bueno algo así. Si game.

Al entrar debajo de un templo a un lado del campo de entrenamiento llegamos a una cámara con sellos colocados en una pared. Había 12 de ellos en total. Mientras se abría la puerta, dentro de ella en el centro una bella armadura dorada donde un rayo de Sol le reflejaba detrás de ella.

-Antes de usted, nuestro antiguo mentor viajo por todo el lugar en busca de materiales para una armadura... Lo que encontró fueron metales rescatados de las primeras civilizaciones conocidas. El mismo la forjó, pero se quedó a medio trabajo antes de que muriera, después de su llegada a Tenochtitlan me dispuse a seguir con lo que no pudo haber terminado y a él le hubiera gustado que usted la portara.

-Muchas gracias, le haré honor a esta armadura, lo juro- Dije mientras me ponía la armadura, era tan ligera, podía moverme con facilidad, pero a la vez tan resistente. Nunca había visto una armadura así.

-No sabemos con certeza de que lo puede ayudar contra los españoles, pero seguro que lo protegerá de unos cortes.

-Gracias... Por todo.

Después de descansar, nos preparamos para partir al salir los primeros rayos del Sol. Nos llevaría un viaje largo.

29 de Junio 1520. Tenochtitlan.

Al llegar a la ciudad por la mañana todo era peor que antes. Había grandes barcas rodeando todo el lago y patrullas en los puentes para entrar a la ciudad.

- Bien, no tomamos eso en cuenta y ¿ahora que?

-No se rindan- Les dije mientras me acercaba mas a ellos y hacíamos un nuevo plan.

Así que empezamos la distracción desde las afueras, mientras los soldados iniciaban una pelea, yo y mis asesinos corrimos hasta los puentes.

Al llegar a la ciudad, nos escabullimos por los callejones más aislados y así llegamos al palacio. Por un lado se escuchaba la gente protestando a las afueras del palacio. Algo no andaba bien. Nos quedamos entre la multitud, mientras yo me escabullia, trepe los muros del palacio hasta la sala del trono y ahí me encontré a Moctezuma preocupado.

-Mi señor, toda la ciudad está afuera, protestando ¿que está pasando?

-Kuautli, me alegro que estés aquí, después de que recibiera el mensaje de que te volverías a ir la ciudad ahora está peor, mi pueblo sufre de una enfermedad incurable y los españoles me están amenazando aun más, quieren que vaya a habar con mi pueblo.

Cuando acabó llegó cortes con otros 2 soldados detrás de él. Cuando me dirigió la mirada y me habló, claro que no había entendido nada. Cuando una mujer se acercó a él y me dijo.

-¿Quién eres tú?

-Soy la guardia personal del emperador, soy nuevo pero se mi papel ¿Quién eres tú?

-No responderé tu pregunta si no eres de importancia para mí Señor- Cuando acabó hablo con él español y el le respondió.

- El gran Cortés te cree y que lo que tienes que hacer ahora mismo es acompañar a tu emperador con su gente.

Cuando salimos de la sala del trono, llegamos a un balcón donde Moctezuma se puso en frente y habló. Parecía que todo estaba calmado pero fue mucho peor, los ciudadanos le tiraban piedras, yo trataba de hacer que no le golpearan, cuando todo se estaba agitando aún más veía atrás de mi como algunos españoles se estaban acercando aún más, entretenido, una roca me dio en la cabeza, mientras intentaba recuperarme veía de reojo que Cortés estaba sacando algo de una funda y a la vez más rocas cayendo al balcón, todo había pasado muy rápido apenas y podía analizar que estaba pasando, mire a un lado, mire al otro y cuando dirigí mi mirada a Moctezuma, se encontraba débil que apenas podía sostenerse, cuando cayó del balcón al suelo, toda la gente gritaba y veía como Cortés se desaparecía mientras otro español, me golpeó en el cuerpo para después tirarme del balcón. Estaba tratando de levantarme, la caída me había dañado y lo que veia era el cuerpo de Moctezuma, tirado, olvidado, no puede dejar de verlo cuando estaba a punto de cerrar los ojos, trataba de seguir despierto y no dejar nunca al emperador, pero no pude, me sentia muy débil hasta que cerré los ojos.

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⏰ Última actualización: Jun 15, 2021 ⏰

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