CARTA PARTE 2

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Yo era una buena investigadora y escritora manejaba una tienda de medicina y una pequeña librería, de vez en cuando entraba al bosque por pequeñas plantas medicinales, de pronto un niño pequeño y rubio apareció, sus ojos eran rojos y tenía una cálida sonrisa,

me había venido a ver pues su madre estaba enferma, no tenían mucho dinero y quería que le atendiera, se ofreció a hacerse mi esclavo si yo la salvaba, cosa que acepte, su madre era la viva imagen de su hijo, revise a la señora y le ayude hasta su recuperación según me dijeron su esposo había muerto y no pudo sostener su negocio, fue entonces que le ofrecí trabajar conmigo, enseñe a los dos el oficio, el joven crecía y su madre envejecía, mientras yo seguía igual, cuando creí que tenía la edad suficiente les deje la tienda, me despedí de su madre y me fui, no regrese por muchos años hasta que el según recuerdo tenía 24 años, seguía igual de lindo que cuando era un niño, pero ahora sus rasgos eran los de un hombre maduro, solo con verme corrió a mis brazos, era aún como un niño, su madre había fallecido y él no quería contraer nupcias con ninguna señorita de la capital, yo no sabía por qué hasta que se confesó, me negué por evidentes razones, pero él supo llegar a mi corazón tanto que me quede con él, hasta que su vida termino, fue a la persona que más ame, la persona que hacía que mi corazón latiera como loco. Su perdida fue lo más doloroso, pero pude superarla, o eso creí que había hecho.


Después de eso y siglos de confinamientos en donde enseñaba por todo el continente el arte de la batalla, a mis oídos llego que la familia de mi hermana había sido asesinada y que aunque ella logro sobrevivir estaba en peligro, yo fui a donde ella, para poder cuidarle, pero cuando menos lo pensé unos hombre de aquí me llamaron, pues según ellos una mujer que me conocía necesitaba de mis servicios a cambio ella me diría los nombres de quienes asesinaron a la familia, por eso es que vine aquí, solo vine a eso, pero cuando te conocí sabía que no podía ser cierto, tu eres sin duda su reencarnación me negaba a créelo pero lo eres.

Las almas de las personas tienden a reencarnar una y otra vez hasta que encuentran la felicidad o el conocimiento, sin embargo las almas que buscan amor reencarnaran hasta que lo encuentran, no importa el continente, planeta o plano astral le encontraras, por eso Bakugo no puedo negar que me gustas que eres el amor de mi vida, pero me asusta perderte, verte morir de nuevo, me asusta que las personas malas que dañaron a mi familia no las pueda encontrar y tampoco pueda darles su merecido, me asusta que te hagan daño.




Esta carta más que contar todo, es para que sepas que te amo, que a pesar de que te asuste yo estaré aquí contigo siempre, con amor y cariño ___________________.

BAKUGO Y TU  (CANCELADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora