🌸 Capítulo 19

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Y de repente se alejó de ella en un respiro. ______ abrió los ojos para ver lo que pasaba.

Y allí estaba Donghae. En ese mismo momento le dio un puñetazo a Federico en el rostro, haciéndolo caer al suelo. Ella se llevó una mano a la boca, y solo pudo quedarse allí parada.

Donghae estaba completamente sacado. Había estado observando todo, ya que había estado siguiendo a ______. Desde que ella había informado que iría todos los días a la casa de los Montoya, él se había comprometido con si mismo a seguirla para asegurarse de que llegaría bien. Y lo mismo haría con la vuelta. Él sabía que algo así pasaría, el presentía que aquel maldito infeliz sería capaz de una cosa así. Se acercó a él y le proporcionó una patada en una de sus costillas.

—¡Tolero que robes nuestro ganado! —le gritó y volvió a golpearlo. Lo tomó de la nuca y lo puso de pie —¡Tolero que intentes quemar nuestras cosechas! —otro golpe más. La furia corría por sus venas —¡Tolero que intentes matar a mi primo, que no respetes a mi gente! —se acercó a él y lo tomó de la ropa acercándolo —Pero no voy a soportar que le toques un pelo a ella, ¿entiendes eso, imbécil? —lo soltó y volvió a golpearlo.

—¡Ya, Donghae, ya basta! —escuchó que ella decía y pronto unos delgados brazos lo rodearon por detrás. La respiración del castaño salía agitada de su cuerpo, mientras observaba a Federico tirado en el suelo, agarrándose el rostro —Vamos, Hae, por favor llévame a casa...

Él giró y su corazón se encogió al ver el miedo que reflejaba los ojos cafés de ella. Ese infeliz debería morir por haberle causado aquello, claro que sí. La acercó a él y le besó la frente.

—Tranquila, ya pasó —musitó cerca del nacimiento de sus cabellos.

______ escondió el rostro cerca de su pecho y se quedó allí. Estaba segura de que no había lugar más seguro que ese.

—Por favor, vayámonos de aquí —le pidió.

Él asintió y comenzó a caminar sin dejar de abrazarla.

—¡Eres un maldito infeliz, Lee! —le gritó Federico.

Donghae lo miró sobre su hombro. El bastardo se estaba poniendo de pie. Su nariz sangraba y pronto tendría un ojo morado.

—¡Vuelve a intentarlo, Montoya, no saldrás vivo la próxima vez! —le advirtió.

Sintió que ______ se tensaba contra él. La abrazó un poco más y volvió la vista al frente mientras se dirigían a su caballo.

Caminaron en silencio, simplemente abrazados. Ella aún estaba alterada, se notaba por los leves temblores que daba su cuerpo. Jamás había pasado por algo como aquello. Y definitivamente no quería volver a pasarlo.

Entonces comenzó a pensar. ¿En qué momento llegó Donghae para socorrerla? Se alejó un poco de él y levantó la mirada. Él miraba fijamente al frente.

—Hae—lo llamó. Él alzó ambas cejas en forma de pregunta —¿Cómo sabías que yo estaba...?

—Te seguí —contestó simplemente.

Los ojos de ______ se abrieron a causa de la sorpresa. ¿Él la había estado siguiendo?.

—Pero, ¿Por qué?

—Desde ayer decidí seguirte. No me parecía seguro que vinieras sola para estas tierras. Ya vez que es bastante peligroso —la soltó y se subió al caballo. Le tendió la mano para ayudarla a montar también. Pero ______ no se la dio enseguida.

—¿Me perdonaste, Donghae? —le preguntó.

El castaño la miró fijo. Él en realidad no estaba enojado, solo confundido. Había decidido alejarse de ella para aclarar un poco sus pensamientos. Soltó un suspiro.

Wild Horse | DonghaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora