Capítulo 32: Batman vs Superman. Round 1

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Un hombre solitario caminaba por las calles vacías. Sus pasos eran cautelosos, la orden en la ciudad había sido clara, ningún transeúnte después de las nueve de la noche.

Las luces de un patrullero iluminaron las calles. Ni un alma en la calle. El patrullero pasó silenciosamente, la sirena apagada. El hombre volvió a aparecer saliendo del que era su escondite, la fachada de un edificio.

Sus ojos se posaron en la brillante señal del murciélago, inusual en los cielos de Metrópolis.

El hombre nuevamente se refugió en las sombras adentrándose en un callejón. Se desanudó la corbata, luego se desabotonó la camisa para tras esto abrírsela revelando su disfraz azul y rojo.

Ese hombre era Clark Kent.

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Un vagabundo hurgaba la basura de los tachos que se hallaban en una calle aledaña al Centennial Park. De pronto un ruido bajo y profundo llamó su atención. El indigente miró al cielo.

Al principio parecía que la silueta del murciélago estaba liberándose de la señal, pero sutilmente una segunda forma de murciélago irrumpió, lanzándose hacia el Centennial Park.

Era el batiplano, un elegante y sofisticado vehículo aéreo de combate. Se precipitó furiosamente desde de lo alto hacia los gigantescos prados del parque.

Cuando parecía que el impacto era inminente la nave hizo una maniobra imposible haciendo un arco que lo dejó al ras del césped a la vez que disminuía la velocidad. En ese mismo instante la escotilla se deslizó dejando surgir una sola figura que saltó en una caída libre aterrizando de pie con la capa agitándose al viento.

El caballero de la noche se irguió imponente. Había sido puntual a la cita. Ese día iba a poner punto final a todo ese asunto. De una forma u otra.

Miro a los lados, a los prados vacíos. Y allí en el centro del campo se encontraba el origen de la potente luz.

Batman caminó hacia la batiseñal. Se paró sobre esta y su rostro inhumano (por la temible forma que le daba la máscara) resplandeció ante la fuerte luz.

-Invitación aceptada -le habló al vacío y apagó la señal-. Supongo que tengo que agradecerte la falta de... interferencia -sus palabras esta vez sí tenían un destinatario.

Una sola figura avanzaba hacia él, poniéndose entre Batman y el monumento. Los inconfundibles colores del hombre de acero entraban en escena. Para él y su inquebrantable fe en la humanidad aún había esperanza de llegar a razonar con el Caballero de la Noche y no renunciaría fácilmente a ello. Sin embargo, había recurrido a las autoridades para despejar las calles de la ciudad, pues teniendo a Luthor y al Joker inmiscuidos en la cuestión no quería poner en riesgo a ningún civil. Ambos villanos eran mortalmente impredecibles. Los ciudadanos estarían más seguros en sus hogares antes que expuestos a algún genocida plan criminal.

-No quería a nadie. Les dije que te detendría.

-No -la respuesta de Batman fue lacónica, pero elocuente.

-No sé dónde está el Joker -habló Superman-, pero lo voy a traer ileso.

-Lo diré una vez y solo una vez. Aléjate.

-No puedo dejar que te pierdas en la oscuridad con la que te has pasado la vida luchando.

-¿Aún no lo entiendes? -Batman bajó de la batiseñal de un salto- Yo soy la oscuridad -y abrió los brazos de su cuerpo, casi adoptando una forma feroz y mortal salida de una pesadilla-. Yo soy Batman.

BATMAN VS SUPERMAN: ASYLUMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora