Capítulo 30: Preludio

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Una figura solitaria caminaba por el Cementerio de Gotham. Su gabardina estaba abierta al viento otoñal que corría con fuerza y que barría las hojas muertas que caían copiosamente de los árboles que cubrían el suelo.

Era una tarde inusualmente fría y triste. Esa única figura avanzó hasta ponerse delante de una de las tumbas.

Dejó caer una rosa blanca sobre el pétreo mármol. La mirada de Bruce Wayne era una mirada de alguien extraviado, en todos los sentidos.

La lapida rezaba: "Elizabeth Miller-Wayne, amada esposa".

-Lo siento -fueron las palabras que le dedicó al sepulcro.

"Odio estar aquí así", escuchó una voz clara y fuerte detrás de él. Bruce se dio vuelta y quedó cara a cara con Clark Kent, quien tenía el gesto sereno y las manos enfundadas en su casaca rompevientos.

Se quedaron unos momentos ahí, como si no supieran que decirse.

Entonces Clark continúo: "Quisiera poder hablar contigo. Decirte cuanto lo siento. Que cambiaría el pasado si pudiera".

Bruce continuaba sin reaccionar a sus palabras. Era un momento de alto al fuego a sus diferencias, un lapso en el cual podían darle paso al aprecio que existía entre ambos. A la gran amistad que había entre ellos.

-Creo que Luthor puede estar involucrado. Lo que sea que este haciendo el Joker, es una trampa.

Bruce lo observó sin manifestar emoción alguna. Conocía muy bien a su amigo, sabía que gastaría todos los recursos a su alcance para evitar una confrontación, aunque él sabía que eso era inexorable.

-¿Una trampa? -dijo Bruce Wayne- Lo sé. Por supuesto.

-Entonces no vayas. No lo dejes...

-Esa es la clave de una buena trampa. Un cebo que anhelas, un cebo que tienes que tener. -y en los ojos de Bruce se percibía tanta voracidad, un deseo grande de sangre y venganza-. Y que tendré.

El sol se abría paso entre las nubes, calentando un poco el fresco día. El viento continuaba corriendo, pero la temperatura había subido unos puntos.

-No es coincidencia -habló Clark anhelante-. Atacándonos a los dos. Atrayéndote a Metrópolis. Se supone que debemos luchar. Se supone que debemos destruirnos el uno al otro.

-Lo sé.

-Entonces detente. ¿No ves...?

-¿No ves? -la voz de Bruce era firme, había seguridad en lo que decía- Lo hago. No importa lo que yo sepa, esto es una trampa. ¿Quieren que luchemos? A veces el plan de los villanos funciona. A veces los malos ganan -Bruce hizo un gesto hacia la tumba de Elizabeth-. ¿Y si hubiera sido Lois?

Clark le sostuvo la mirada. En sus palabras también había seguridad.

-Quisiera que me detengas.

Bruce entendía bien las buenas intenciones del benevolente kryptoniano, sin embargo, para él la suerte estaba echada.

-Mató a mi esposa. No puedo traerla de vuelta, nadie puede. Pero puedo matarlo, eso sucederá de la forma más inevitable.

-Si comienzas esto no me dejas opción. No puedo mirar a otro lado.

-Lo sé.

La angustia en el rostro de Clark era palpable, se percibía un tono de suplica en su voz.

-Éramos amigos. Una vez.

-Hace todo una vida -y después de una pausa añadió con un tono bajo, pero lo suficiente para ser escuchado por el superoído de su interlocutor-. Ahora escúchame. Mantente fuera de mi camino. O también te matare.

Apenas concluyó la frase se dio media vuelta y se alejó. Clark solamente la observó marcharse. Una nube gigante cubrió al sol y el viento había vuelto a correr ahora con mayor fuerza.



BATMAN VS SUPERMAN: ASYLUMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora