Capítulo 4

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3 meses después [...]

-¿Así que este fin de semana compites?-Preguntó Jess mientras caminaba acompañada por Jennifer por los pasillos del campus

-¡Así es! tengo el interno de vóley, igualmente si se te complica por tus clases de artes, no te preocupes Jess-contesto Jenny algo nerviosa

-Sabes que no faltaría, se lo importante que es para ti, pero si quieres que no vaya... solo dímelo-agregó la joven algo extrañada al notar los nervios de Jennifer

-¡no! ¡No digas eso Jessica! ¡Sabes que me encantaría verte en las gradas!-contestó Jennifer mientras se detenía en la entrada de una de sus tantas clases

-¡entonces ahí estaré!-exclamó Jess alejándose con una sonrisa

Lo que Jessica no sabía, era que el causante de los nervios de la joven era nada más y nada menos que Cameron, el novio del cual ella desconocía su existencia, el mismo que ese fin de semana estaría en las gradas alentando al igual que ella a Jennifer. [...]

Llegó el día del partido y los nervios de Jennifer por Cameron y Jessica se habían disipado. Ahora lo único que tenía en mente era salir a la cancha y demostrar la pasión que sentía por el vóley.

Se miró en el espejo del vestuario y termino de colocarse la camiseta de su equipo. Tenía el cabello sujeto con una cola de caballo alta, un short pollera del color de la sudadera rodilleras y unas zapatillas deportivas blancas. Se colocó una vincha ancha del mismo color de su cabello y respirando hondo salió a la cancha con sus compañeras.  [...]

Después del ingreso y presentación de los equipos, Jennifer miro a las gradas donde se encontraba Cameron y unas escaleras más abajo Jessica. Estaba tan exaltada por el partido que en un momento le tiro un beso a su novio sin percatarse que Jess estaba ahí y obviamente interpreto que era para ella y respondió ruborizándose por completo. 

 [...]

Al finalizar el partido Jennifer estaba eufórico por haberlo ganado, miro a las gradas donde la gente ya se estaba levantando y vio a Jessica, pero no a Cameron. 

 [...]

Al ingresar al vestuario lo primero que hizo fue buscar su celular para comprobar que estaba sucediendo lo que suponía... y asi era... entro a sus contactos y leyó el siguiente mensaje:

Cariño tuve que irme antes de lo previsto porque una de mis nadadoras quedo varada en la entrada de la ciudad y si no voy por ella no llegaremos a la competencia esta madrugada. Discúlpame, sé que te ira bien. Te amo.

Guardo su teléfono, se cambió y salió del vestuario muy enojada, estaba cansada que su novio por algún tema u otro siempre tuviera que irse; En ese momento toda la alegría de haber ganado el encuentro se había alejado por el mensaje. De pronto al salir del vestuario no tuvo tiempo a reaccionar que volteo y se sintió protegida por unos brazos que la rodeaban... Era Jessica.

-¡Felicitaciones! Sabía que te iría bien-Exclamo Jess separándose de Jenny para observarla, la cual había quedado perpleja por ese abrazo tan sincero que la dejó atónita.

-Gracias Jessica, gracias por venir y no dejarme sola-dijo Jennifer algo apagada

-¡Nunca te dejaré sola!-agregó nuevamente la joven acompañándola con otro abrazo  [...]

Jennifer llegó a su departamento cansada, con una mezcla de emociones que no podía manejar. 

Se metió a la ducha para relajarse un poco, pero su inconsciente la traicionaba cada vez más. Con los ojos cerrados se enjabonaba el cuerpo, se acariciaba el abdomen sintiendo dentro suyo que la persona que lo hacía era Jessica. Cuando se dio cuenta de lo que estaba imaginando cerró rápidamente la canilla, se colocó la bata y se enfrentó al espejo tratando de relajarse; Pero fue en vano, porque en ese momento vio la imagen de Cameron abrazándola por detrás; todo era una mala pasada que le estaban jugando los nervios.

Era tanta la impotencia de no saber qué era lo que le estaba sucediendo o de no querer aceptarlo que se desquito pegándole al vidrio, cortándose así, la mano.

La herida no paraba de sangrar, a pesar de haberla vendado como pudo. Estaba cansada, no podía manejar lo que sentía, sin duda era obvio que lo de Jessica había llegado más lejos de lo que pensó o al menos, había comenzado a aceptarlo. Sintió que era el momento de decir la verdad. Tomo su celular y  temblorosa escribió:

"Jess necesito que nos veamos de inmediato." 

Miradas SospechosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora