Capitulo 3: Reclamos y Capturar la Bandera.

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En estos momentos Afrodita y yo nos encontrábamos caminando hacia la cabaña de Hermes junto a Annabeth la cual nos había dado un recorrido por todo el campamento, la verdad que se me hiso muy divertido el ver a mi querida esposa celosa de las miradas que las ninfas y las demás semidiosas me lanzaban, pero su reacción ante ello me dejo sin palabras, en un arranque de ira ella me tomo por mi virilidad y grito a los cuatro vientos "LO SIENTO PERRAS PERO ESTO ME PERTENESE AMI ASI QUE CONSOGAN EL SUYO Y MAS VALE QUE NO LAS VEA QUERIENDO COQUETEAR CON MI NOVIO Y SI LO HACEN ESPEREN MORIR ENTRE TERRIBLE SUFRIMIENTO" pero no quedo solo ahí tomo mis dos manos y metió una dentro de su pantalón y con la otra hiso que le tocara su pecho a lo que dijo. "Y PARA LOS IDIOTAS QUE PIENSEN QUE TIENEN UNA OPORTUNIDAD CON MIGO MAS LES VALE NO INTENTAR NADA YA QUE MI CUERPO Y ALMA SOLO LE PERTENESE A MI AMADO CHARLES".

Pude ver como Annabeth estaba completamente roja y como le salía humo de las orejas y solo vi como aceleraba el paso a la cabaña de Hermes. Cuando llegamos a la cabaña 11 no pudimos evitar hacer una pequeña mueca ya que al verla pudimos ver lo desgastada que estaba y no solo eso, si ni también la sobrepoblación de esta ya que sabíamos muy bien que en esta se alojaban los no reclamados, los hijos de dioses menores y los propios hijos de Hermes.

Cuando entramos a la cabaña pudimos ver sacos de dormir por todo el suelo de esta y en ellos se encontraban niños y niñas acostados los cuales nos vieron intrigados en el instante que llegamos.

-Charles, Silena les presento a la cabaña 11. –Annabeth nos introdujo a los campistas que estaban ahí.

-¿normales o por determinar? –se escuchó a un campista preguntar.

-Por determinar. –Annabeth respondio rápidamente y pudimos escuchar como todos daban un quejido de molestia, a lo cual entendí ya que era obvio que la cabaña hace mucho supero su límite de capacidad. Vi como Afrodita tenia cerrados los ojos y estaba haciendo una mueca.

-¿Qué es lo que pasa? –le pregunte con curiosidad.

-Nada no es nada, solo estaba viendo si no se encontraba algún hijo o hija mía aquí para que lo pueda reclamar. –Afrodita me contesto mientras veía como se seguía concentrando.

-Y bien ¿encontraste alguno? –le pregunte curioso.

-No por suerte, siempre he sido de los únicos dioses que reclaman a todos sus hijos. –me contesto con un tono de alivio en su voz ya que no sabíamos si solamente ella se iba a poder reclamar por lo que para mi esposa fue un alivio que no se encontrara semidioses suyos.

-Eso es bueno, así no te preocupas de no poder reclamar a un hijo tuyo. –le susurre al oído pero de repente escuchamos a un chico hablar más fuerte que los demás por lo que nos llamó la atención.

-Bueno chicos, no sean groseros con nuestros invitados, bienvenidos Charles y Silena, pueden tomar ese hueco que está ahí en el suelo. –el joven nos dijo de manera serena.

El joven era alto y parecía tener unos diecinueve años, era rubio, con ojos azules y piel blanca y tenía una cicatriz que le cruzaba su mejilla. Se me hacía conocido.

-Él es Luke hijo de Hermes y será tu consejero por el momento. –Annabeth nos presentó al chico y se pudo ver como la chica tenía un leve sonrojo.

Ara Ara, parece que alguien está enamorada. –escuche a Afrodita susurrarle a Annabeth y pude ver como su cara se volvió más roja y de inmediato se dio media vuelta y se dirigió rápidamente a la salida diciendo que tenía que irse a una clase a lo que mi dulce esposa solo atino a reír al respecto.

Pero reconocí ese nombre Luke Castellan el hijo de Hermes al cual se le dio una de las misiones de Heracles, la cual era conseguir una manzana dorada del jardín de mi madre, pero la misión fue un fracaso y dos semidioses murieron ese día, un hijo de Atenea y una hija de Deméter. Las cuales querían la cabeza de Luke por haber causado la muerte de sus hijos pero los demás dioses decidimos que no fue su culpa si no de Hermes por darle esa misión, después de eso decidimos que por el momento no se emitirían ninguna misión para ningún semidiós.

Me Convertí En Un SemidiósDonde viven las historias. Descúbrelo ahora