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Abril 17 del 2019, Los Santos
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Era la quinta vez del día que las escuchaba discutir, suspiro frustrado y apago el televisor, tomo su chamarra de cuero poniéndosela encima. Abrió la puerta de la habitación y tomo las llaves de su auto, iría a donde sea pero no quería estar en casa. No con esas molestas voces que retumbaban en la cabeza y que comenzaba a causarle irritación.

-Cállate de una puta vez, si sigues así regresaras con mama-

-Me vale madres lo que me digas, no puedes prohibirme salir con mis amigos- aventó ligeramente el cuerpo de su superior-

-A que si puedo pinche cría estúpida- la aventó nuevamente, la furia de acúmulo en ambos cuerpos, teniendo inmensas ganas de golpearse mutuamente-

-Entiendo porque mamá te dijo tantas cosas- se cruzó de brazos levantando una de sus cejas, sabiendo que le estaba dando donde más le dolía-

-¿Podrías callarte de una puta vez?- el gritó de Greco sobresaltó a ambas chicas, estando furioso por las palabras que la menor había dicho, con Robin jamás- te hemos traído para ayudarte capulla y vienes a darle en donde más le duele- se acercó violentamente a ella- estoy harto de tu puto comportamiento de niña pequeña, piensa más las jodidas acciones qué haces- la señaló y frunció aún más su ceño-

Los ojos de Raven se llenaron de lágrimas, sin pensar que el novio de su hermana explotaría contra ella, entendiendo su error.

-Estoy cansado de estoy Robin, realmente creo que será mejor terminar-

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Abril 24 del 2019, Los Santos
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Las rupturas amorosas pueden doler más de lo que piensas, el dolor puede durar mucho tiempo y puede acabarte si no te enfocas en superarlo.

Era inevitable no beber y escuchar canciones de despecho mientras lloras con despecho. Aún más cuando el amor que le tenía era más fuerte de lo que creías, Robin sentía que las horas pasaban más lento de lo habitual. Además que le ardía el pecho cada vez que lo veía entrar a comisaría con una gran sonrisa en su rostro, como si nada hubiera pasado, como si su amor jamás haya estado en su corazón.

Se sentía jodidamente cansada de estar llorando, sus ojos estaban irritados y poco a poco se sumía completamente en sus pensamientos. Perdiéndose de la realidad, no pudiendo resignarse que tarde o temprano su ruptura podía llegar.

Preguntándose si "alguna vez" Greco le había tomado seriedad a su relación o si sólo la había visto como algo pasajero. Quería arreglarlo, quería gritarle a los cuatro vientos que lo amaba y que no quería estar lejos de él. Pero tenía que aceptar, amarla no era su obligación.

El día había sido más irritante de lo que esperaba, su cabeza dolía por la falta de alimento desde el almuerzo, frotaba sus cienes escuchando de largo todo lo que Conway le decía a ella y a sus compañeros de trabajo. Abrió sus ojos y miro con desinterés al Superintendente, quería salir de su oficina y no seguir escuchando tanta habladuría. Cuando finalizo la junta, la chica salió de la sala dándose prisa, metiéndose a los vestidores para cambiar su ropa.

-¿Que harás esta noche?- pregunto Ivanov mirando a Robin-

-Posiblemente, llorar en mi habitación mientras bebo una botella de licor y escuchó canciones de despecho- murmuró con burla colocándose su blusa, el chico miraba a otro lado también desvistiéndose-

𝙰𝚕𝚐𝚞𝚗𝚊 𝚟𝚎𝚣~𝙶𝚛𝚎𝚌𝚘 𝚁𝚘𝚍𝚛í𝚐𝚞𝚎𝚣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora