Alternativo 5

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La pequeña barriga sobresalía marcándose mucho más por el vestido que traía puesto, cumplía seis meses y por tradición mi familia había decidido realizarme una fiesta pequeña donde solo asistiera las personas más cercanas a mi.

Baje las escaleras con lentitud tratando de convencerme de que hoy sería un gran día, que debía estar feliz y también que debía darle el gusto a mi familia. Estaban tan emocionadas con la pequeña criatura que venía en camino y no es que yo no lo estuviera, me era difícil tener que comprender que estaba sola. Me encontraba mejor emocionalmente pero aun seguía jodida.

—Todo está listo, te encantará la decoración, Raven escogió el color a tu gusto— murmuró Lucy colocando un pendiente en su oreja.

—Genial.

Todos esperaban la señal verde para poder retirarnos de la casa de mi abuela y dirigirnos al salón que rentaron para la celebración, me senté en una silla y suspiré con cansancio. Definitivamente prefería estar en mi habitación.

Pase mis manos sobre mi estómago como la hacía por las noches cuando me encontraba sola y una pequeña sonrisa se escapó de mis labios, me preguntaba si el bebé se parecería a él o a mi.

Salí de mis pensamientos cuando alguien tocó la puerta principal de la casa, golpes con desesperación, Emily corrió para abrir la tabla de madera y su cara me causó gracia.

—¡Dios mío!— levantó sus manos cerrando sus ojos con fuerza— ¡Solos una familia normal, jamás le hemos hecho daño a nadie!— volvió a exclamar cambiando de posición poniendo sus manos en su corazón.

—¿Que pasa?— pregunto Lucas parando de golpe al ver lo mismo que mi tía.

¿Qué demonios está pasando?

Me acerqué para observar la escena que a mis dos familiares les había aterrado, pensé por algún momento que él mismo paisaje me causaría algún susto pero lo único que logro darme fue una terrible tristeza y un amargo sabor en mi boca.

Su cuerpo era rodeado por hombres enmascarados y armados que conocía a la perfección, vestía de traje como siempre lo había hecho y su máscara estaba en su mano izquierda. Sus ojos me examinaron de arriba abajo por último se detuvieron en mi vientre ya crecido, trago saliva y vi cómo sus globos se cristalizaban.

Era más que claro que iban a horrorizar a mi familia, ¿quien carajos se presenta a tu casa armados y enmascarados? Definitivamente él y toda su mafia eran unos idiotas.

—¿Que está pasando?— mi madre salió por una de las puertas y se detuvo mirándonos con atención.

—Robin...— susurró por fin apretando sus puños.

—¿Que carajos haces aquí?— gritó exasperada levantando sus manos.

—Sigues vivo— sonreí ignorando el comentario de mi mamá, una pequeña sonrisa apareció en su rostro y asintió repetidas veces.

—Lamentó presentarme de esta forma...— calló cuando mi madre volvió a hacer la misma pregunta, cosa que volvió a ser ignorada— ¿Podríamos charlar?

Asentí pasando de largo las preguntas que mis allegados estaba realizando, camine a su dirección tomando de su mano para alejarnos de todo el alboroto que se había generado.
Cuando estuvimos lo suficientemente lejos me cruce de brazos cambiando mi expresión a una más seria.

—Yo realmente lamento...— cerró sus ojos con fuerza cuando mi mano azoto sobre su mejilla.

Como ex-policía estaba segura que un mafioso estaría acostumbrado a tener todo en sus manos, que apretar el gatillo jamás sería uno de sus problemas al igual que quitar gente de su camino. Pero en definitiva Jacob Smith no me daba en lo más mínimo un poco de pavor, me había secuestrando y lastimado pero los últimos días que la pasamos juntos solo llego a demostrarme la falta de amor que tenía y también todo el rencor que creció desde que era pequeño.

—Estoy sorprendido por tu paciencia para golpearme— masajeo su mejilla avergonzado.

—¡Te busque por todos lados! ¿Sabes lo mal que la estoy pasando? ¡Pensé que estabas muerto!

—Te he dicho que lo lamento, tuve serios problemas con un negocio.

—¿No pudiste dejar un puto mensaje? Eso sería suficiente para dejar de buscarte como una estúpida.

—Desaparecí por días, Conway encontró nuestra base y yo solo tenía que proteger a mi familia. A las únicas personas que en verdad me querían.

—¿Y yo que maldito? ¿Acaso solo fui una maldita noche de locura?— grite exasperada sollozando con dolor.

—Tenía que mantenerte a salvo Robin y créeme que no estoy arrepentido de saber que lo estás, que él lo está— sus ojos bajaron a mi vientre y pronto recordé mi situación.

—¿Ahora lo entiendes? No sabes cuánto he sufrido por esto, estoy embarazada y tú solo desapareciste.

—Walker te prometí hacer las cosas bien y por eso estoy aquí.

La tarde transcurría con tranquilidad. Los juegos que Lucy nos había obligado hacer me entretuvieron por algunos minutos pero moría por regresar a casa, estaba cansada y no me gustaba estar lidiando que gente que no hablaba por años.

Jacob y su mafia nos acompañó algunas horas después pues me pidió que los dejara ducharse y así poder acompañarme en la celebración más tarde. Era justo decir que todas las mujeres miraban con atención a aquellos hombres, eran totalmente desconocidos y su masculinidad llamaba la atención de cualquiera.

—¡Robin! Deja de bobear cariño— aparte mi mirada de Jacob para dirigirla a Emily— sonríe para la foto— mostré mis dientes fingiendo una bonita sonrisa.

—Déjame ya en paz Emy, en serio quiero macharme de aquí— me quejé frunciendo mi rostro.

—¿Ni siquiera porque el bombón está aquí?— sonrió echándole una corta mirada a Jacob.

—Créeme que a él tampoco le gustan estas cosas.

Aparte mi vista para dirigirla al hombre de ojos azules, como me era de esperarse también levantó su mirada encontrándose con la mía, una sonrisa tímida se formó en su rostro y se colocó de pie tomando la botella de cerveza que bebía.

—Leíste mis pensamientos— murmuró Emily cuando Jacob estaba lo suficientemente cerca— posen corazones míos, es un recuerdo para su bebé.

No me esperaba esa reacción. Una sonrisa traviesa se atravesó en su rostro colocando sus manos por mi cintura abrazándome por la espalda, pegó su rostro al mío y sonrió como solo Jacob Smith sabía hacerlo.

𝙰𝚕𝚐𝚞𝚗𝚊 𝚟𝚎𝚣~𝙶𝚛𝚎𝚌𝚘 𝚁𝚘𝚍𝚛í𝚐𝚞𝚎𝚣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora