𝘾𝙃𝘼𝙋𝙏𝙀𝙍 𝟳

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Maratón 1/3

Narrador Omnisciente

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Narrador Omnisciente

Todas las farolas se encendieron anunciando la proximidad de la noche. Las personas poco a poco regresaban a sus hogares mientras otros iban a su turno nocturno.

Mientras tanto, en el hogar de la familia Uchiha se disfrutaba una tranquila y silenciosa cena, los sonidos de los palillos chocando con los platos era lo único que se escuchaba, tal situación resultaba aburrida para Fuyuka pero tampoco quería iniciar una conversación y es que se sentía una actitud extraña en su hermana.

— Mamá —llamó Sarada dejando de comer, su mirada estaba perdida entre los ingredientes y sus manos temblaban ligeramente— ¿Mi papá usaba lentes?

De repente toda la habitación se llenó de tensión. Fuyuka paseó la mirada desde Sarada hacía su madre y viceversa.

— Tú y Fuyuka miran perfectamente —siguió hablando la de lentes con seriedad—, me preguntaba si heredé la mala vista de papá.

La de largos cabellos supo enseguida por donde iba la conversación.

— La mala visión no siempre es hereditaria —dijo con una voz infantil y sonrisa inocente—, lo dijeron en televisión.

Sarada pareció meditarlo un momento, esa posibilidad no había cruzado por su mente.

— Eso es cierto —agregó Sakura, acariciando la cabeza de Fuyuka—, sabes muchas cosas Fuyu-chan.

— Entonces, ¿Cuándo terminará la misión de mi papá? —esta vez lo dijo con un tono desesperado, apretando los puños.

— No lo sé —habló con tristeza la peli-rosa—. Imagino que pronto.

Fuyuka notó lo malo de la conversación así que ni siquiera dudo en intervenir:

— ¡Y si le preguntamos al Hokage!, le puedo pedir a Himawari que nos ayude.

Lo último que quería era presenciar una pelea.

— Tienes razón Fuyu-chan —dijo Sarada recuperando el ánimo.

— Es una buena idea —agregó Sakura mientras imaginaba a Naruto intentando dar buenas explicaciones sobre el paradero de su esposo.

Por fin esa tención se desvaneció y la cena transcurrió normal. Al menos hasta que Fuyuka volvió a hablar:

— Mamá —posó su mano sobre su nuca—, un compañero de clase me invito a su casa para hacer la tarea.

— Eso es muy bueno, ¿Cómo se llama? —preguntó curiosa. Un nuevo amigo no le vendría mal a la pequeña.

— Daiki Kuroda.

— Bueno, puedes ir —habló con tranquilidad manteniendo una sonrisa cálida—. Te acompañaré, aún no tienes edad para pasear por la calle sola.

Familia |La hija de Sasuke Uchiha|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora