❝Perdón por no querer mi sharingan❞
Esas palabras resonaron en la mente de Sasuke y se quedarían allí por un largo tiempo.
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➜ Historia creada por SnucYum
➜ No se permiten copias ni adaptaciones
➜ Se pide ʀᴇꜱᴘᴇᴛᴀʀ los gustos de la escritora.
➜ L...
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Narrador Omnisciente
— Su reacción fue mejor de lo que me esperaba —habló Sasuke con el tono monótono de siempre, en el fondo aún no podía creer que tuviese una segunda hija, se sentía feliz y al mismo tiempo aterrado.
Mientras tanto Sakura se limpiaba las lágrimas con una sonrisa, a ella le alegraba que su familia por fin estuviera junta.
— Fuyuka siempre es así —entrelazó sus dedos y apoyó su cabeza sobre ellos, cerró sus ojos recordando a su segunda bebé durmiendo en silencio—. Es bastante madura para su edad, me ayuda mucho.
El Uchiha desvió la mirada, intentaba imaginar a Fuyuka riendo, enojada, incluso haciendo berrinches, pero no podía, ya se había perdido todo aquello y nunca lo recuperaría.
— A veces siento que quiere decirme algo importante—continuó hablando Sakura—, pero siempre mantiene una sonrisa encantadora, no causa problemas, seguramente se lleven bien.
— ¿Por qué decidiste llamarla Fuyuka?
No podía negar que le recordaba a su padre, Fugaku Uchiha.
— Su nombre significa invierno —habló la de cabello rosa—, cuando nació empezó a nevar y los copos brillaban por la luna... quería que mi hija creciera y pudiera ver ese paisaje algún día.
— Ya veo, es un bonito nombre.
— Bueno, recogeré los platos, puedes ir a descansar —sonrió de forma dulce. Sasuke asintió y se posiciono cerca de la puerta.
Por su mente pasaba la imagen de sus dos hijas, le dolía no haber estado en la infancia de ninguna, sobre todo de Fuyuka. Vio su mano, ¿cómo se le ocurría ahorcar a la niña? En su defensa, él pensó que era un espía de Shin.
Después de la cena Sasuke sabía dos cosas: Fuyuka tiene el sharingan y no le ha dicho a nadie.
— Sangre —soltó de repente, en el pasillo había unas pequeñas gotas carmesí que iban en dirección al baño—, ¿Fuyuka?
Empezó a preocuparse.
Toco la puerta, siendo recibido por su hija menor.
— ¿Qué pasa... papá? —la manera en que dijo la última palabra fue extraño, con un tono apagado—, estoy preparándome para dormir.
— Necesito hablar contigo.
— Lo siento, estoy muy cansada —intentó cerrar la puerta pero Sasuke lo impidió.
— Entonces te acompañaré a tu habitación.
— No gracias —empujó la puerta pero no podría ganar ante la fuerza del Uchiha mayor—, ¿Qué quiere? Aún no termino de usar el baño.
