¡Reencarne Cómo Un Dragón! (En Revisión)

Arco 1:Capitulo 3: anochecer

(Si encuentran errores ortográficos por favor comenten los para que la calidad de la historia sea mejor).

Ellismera, capital de los elfos del norte.

?:Oh gran árbol de luz, cuidanos y guardanos en tu copa_

Proclamaban y rezaban con fervor elfos vestidos de tunicas color cobre.

¿:Aguarda a todos nuestros hermanos y hermanas que sufren perdidos en la guerra, guialos en tu senda de luz pura hacia el mañana y nunca los abandones_

¿¿: OH GRAN ARBOL DE LUZ
¡ESCUCHA NUESTRAS PLEGARIAS!_

Oraciones y rezos llenos de fervor se habían prolongado por décadas ya antes varias veces, está vez no era ninguna excepción a la regla.

¿¿:OH GRAN ARBOL DE LUZ ¡ESCUCHA NUESTRAS PLEGARIAS¡_

Repetían sin detenerse los gritos llenos de súplica, había sido así ya por horas y ese no era el momento de que pararan.

Al terminar una tanda oraciones tomaron un descanso cabeza agachada con ojos cerrados, todos excepto una única elfa se levantó.

Su pelo era de color negro, brillaba con la luz y terminaba recogido en una trenza, era de ojos agudos del mismo color de su pelo, de cuerpo atlético, bajo su túnica una armadura ligera que cubría su vestimenta tipica color olivo.

El nombre de esa mujer, era Zeri.

Zeri:Por favor, árbol de luz, cuidanos a mi y a mis hermanos en nuestro viaje..._

Tras reverenciar una última vez al árbol la elfa dió media vuelta y salió del templo que se llenaba más y más a cada segundo.

Con miles de pensamientos revoloteando en su mente avanzo por los desiertos caminos de la capital, los cuales a su vista reflejaban tiempos mejores.

La gente corriendo, hablando, riendo y gritando pasaban como viejos fantasmas del pasado a sus ojos, en su lugar a su alrededor no había ni un alma, los anchos caminos por dónde decenas o cientos de personas podrían transitar sin problema ahora estaban vacíos, el silencioso frío del invierno cercano dominaba el ambiente y el agua corriendo en una gran fuente era lo único que rompía el silencio.

Todos estaban rezando, huyendo lejos de las zonas de guerra, peleando en el frente... O muertos, en esos tiempos oscuros no había prácticamente nadie fuera de esto.

¿De verdad quería morir?

Ya sea por la actual guerra o por la incursión demoniaca que le antecedió muchos niños igual a ella crecieron y crecían ahora incluso más sin una familia, pero incluso de niña había observado y vivido tiempos mejores aunque fuera en un sucio orfanato con las semillas de la guerra ya habían empezado a germinar.

Todavía silenciosa Zeri avanzo hasta poder tocar el agua de la fuente con las llemas de sus dedos.

Zeri: Está helada..._

Menciono para después sentarse en el borde de la fuente.

Se quitó la túnica y con delicadeza la doblo y la dejo reposando a su lado, tras eso solo se dedicó a ver las hojas caer de los opacos árboles del parque.

Se quedó en silencio viendolas caer por varios minutos hasta que una sombra se proyecto a sus espaldas.

Zeri tomo aire antes de hablar.

Zeri:Querías hablar conmigo ¿no hermana?_

Pregunto al girarse hacia atrás suyo.

Ahí se encontraba una elfa de ojos azules como el mar, era unos 10 centímetros más alta, cabello largo liso gris claro, sus orejas eran extremadamente puntiagudas y más largas que las de la pelinegra.