¿Amor?

y ahora?

-que ? - dije no podía creer lo que austin me decia.

- enserio, tu vives en una casa color crema de tres pisos verdad y puerta de madera.

- si - dije.

- la casa que tiene un perro grande peludo es la casa que le sigue a la derecha, verdad?

-si

- esa es mi casa.- definitivamente ya me gane el odio de amanda, con su novio como mi vecino.

Me subí en el auto después de que el muy amablemente me abriera la puerta de copiloto.

-gracias- dije el me guiño el ojo y en ese presiso instante nuestro tema de conversación se perdió. Entre nosotros había un gran silencio y una gran tension. -oye podría poner musica.

-claro- dijo. Aun con la musica la tensión subía, que estaba ocurriendo? Mire por la ventana los arboles pasar y sentía el fresco aire de la ciudad acariciando mi cara.

- te gusta Gorgothot.- dijo sacandome de mis fantasías.

- si, pero la escucho no tan seguido.- mis padres era de esos que creía que esa musica era de mala muerte por lo cual solo escuchaba frente a ellos música como motzard entre otros.

- primera chica que veo que escucha los Gorgothot. Y cuenta me de donde vienes.

- de una pequeña ciudad de Europa. -que ni se le ocurra preguntarme su nombre porque no me acuerdo.

- y que haces aquí? Si vivías tan lejos.

-mis padres por su trabajo tienden a viajar mucho y lamentablemente me llevan con ellos a todos lados donde vallan, pero esta vez me aseguraron que seria la ultima vez, mi mama dijo que ya tenia edad para quedarme sola.

- si no entiendo porque los padres son así, pero bueno son padres y si siguen asiéndolo una y otra vez será porque les ha servido de algo.

- no te ofendas, pero nunca creí que unas palabras así saldrían de tu boca. - me miro con cara de indignado, mientras yo solo tuve valor para reirme, el se río con migo. Su risa es tan bella como musica para mis oídos. Que que estoy diciendo, no tengo tiempo para irme enamorando así no mas.

- pues tu que creías, no solo soy sexi.

- puesssss....- Dije, pero al ver su expresión me volvió a coger el ataque de risa, el nuevamente se río conmigo.

- ya llegamos .- dijo abriendo la puerta, acto seguido la mia.

- gracias - dije otra vez. Trate de salir del auto pero termine tropezando y callendo ensima de el.

Tenía su cara frente la mía, cuando dirigir la mirada hacia sus ojos me di cuenta de que el me estaba mirando, tenia unos ojos cafés pero al mismo tiempo color miel, me quedé hechizada con esos ojos. Mi rostro estaba a pocos centímetros del suyo, casi se estaban rozando.

-que mala suerte que no estemos dentro de la casa.- susurro tan bajo que apenas alcance a oír.

-ven yo te ayudo a pararte - le dije. Le tendí la mano el se paro.

-ana, tienes un morado un tu brazo. - dijo sin soltar mi mano.

- seguro no es grave.

- bromeas en muy grande vamos a tu casa y nos curamos.

-dale.

Jalo de mi mano, la cual no había soltado, no me había dado cuenta de que estábamos cogidos de la mano. Alce la mirada y mis ojos se encontraron con los de el.

- ven vamos , no te haré daño.- dijo mas tranquilo que la última vez.

Los segui, al fin y al cabo entraríamos a mi casa. Metí la llave en la serradura y logre abrir la puerta. Mi casa está desierta no sentía nada ni un murmullo, entré y luego austin detras mio.

-espera acá, iré por el botiquin , si quieres saca jugo de la nevera.-Dije y fui a mi habitación.

Por suerte había arreglado mi pieza antes de ir al colegio, porque así logre hallar fácilmente el botiquin y una ropa para poder cambiarme. Cuando llegue abajo austin estaba en la cocina tomando jugo de un vaso.

- quieres- dijo poniendo un vaso frente mio, yo asentí, y el me sirvió.- te cambias muy rápido para ser mujer.

- pues tu que creias- dije ironocamente.

- pues todas las chicas con las que he salido se demoran un año cambiándose una simple camisa, y tu solo cinco minutos.

Me acerque a el para curarle la herida.

- ahhh - chillo de dolor .

- lo sinto- dije.

Volvi a intentar, pero su mirada me detuvo.

-que te ocurre ?- pregunte.

- no nada, solo me imaginaba que habría pasado si yo no estuviera durante el momento en el que casi te roban.- dijo después de un largo silencio.

- no me gustaría pensarlo siquiera - dije y el recuerdo de atormentó.

- tranquila, si yo estoy a tu lado nada malo te pasara y creo que te lo he demostrado - dijo mientras me rodeaba con sus brazos.- y ya que me acuerdo, tu no me has agradecido.

- que quieres que haga o diga- dije sorprendida

- no se, ammm tal vez un beso- ahhh?

- tienes novia austin.

- y, creó que ella ha hecho cosas peores pero yo de idiota siempre hacia el bobo.

-aún así, yo no soy así.

- lo entiendo.- no confiaba en la mirada que me regalaba.

Continúe curando su nariz sangrienta. Me  acerque su cara para poder terminar mi trabajo, cuando de repente sentí que estampaba un beso en mis labios.