Ana
Debo de estar loca , pero él esta aquí, no se lo que hace pero no esta sólo, tiene una pinta poco sorpresiva para la vista de otra persona pero para mi es diferente, esta vestido de negro, sus pantalones están rasgados como si hace poco hubiera tenido una gran pelea contra un fuerte adversario, no parece muy alejado de este lugar envuelto en sombras que resulta ser mi favorito.Me acerco sigilosamente a él , algo en su mano lo mantiene concentrado pero no logró descifrar que es.
- Hola..- digo, pero mis palabras se quedan flotando en el aire, no se que hacer para que me mire.
Movia los labios, diría que era porque estaba escuchando música pero no era así ya que no tenía aundifonos.
-si, ¿quién?- escuche que decía en un tenue susurro.
Volvio la cabeza y me miro, al principio fue una mirada cálida pero a medida que los segundos pasaban se fue convirtiendo en una triste junto con un brillo de duda.
-así que eres tu...
-¿a que refieres ? - alcance a decir, algo en él me daba miedo pero era tanta mi curiosidad por saber a que se refería que el miedo se fue desvaneciendo, así que lo alente a que siguiera hablando con la mirada.
- tu eres a la que tanto tiempo quiso EJ.
La piel de me puso de gallina, en mis venas sólo recorría el panico ¿como pudo saber él ese apodo? Yo era la única que se lo decía, nadie más, ni mi mejor amiga.
- ¿qué sabes tu de él?
- más de lo que te imaginas.- su tranquilidad me incomodaba, el miedo se estaba conviritiendo en enojo, ¿ acaso él no se cansa de eso? , ya sabíamos tanto Austin y yo que él era el duelo de las cartas anónimas, no se cansa de espiarme, no se cansa de arruinar mi vida con recuerdos que ni yo quiero recordar, no se cansa de arruinar mi vida con el recuerdo de...
- se lo que estas pensando -interrumpe mis pensamientos - no, no soy un espía , si , yo soy el dueño de las cartas que te han llegado últimamente. No tengo ningún equipo de espionaje y mucho menos gente detrás de ti, no soy un loco, sólo estoy tratando de ayudarte con algo más poderoso que el dinero.
Sus palabras me dejan desconcertada, como sabe él o que sucede por mi cabeza, las preguntas que me estaba haciendo hace un momento él las ha contestado.
- ¿entonces que es lo que tienes tu? - las palabras salen de mi boca antes de que sea capaz de asimilarlas.
- es una historia demasiado larga para contartela justo ahora.
- tranquilo, tengo todo el tiempo del mundo para que me digas.
Se rasco la parte trasera de la cabeza como si estuviera nervioso. Trate de mirarlo directamente a los ojos pero no podía, suspiró fuerte y por fin habló.
- ya Austin te ha contado que soy adoptado, ¿verdad?
-Si, me ha mencionado algo pero no entiendo que tiene que ver eso.
-soy adoptado porque los habitantes del pueblo sediento de sangre querian la recompensa por sus cabezas, de mis padres.
No logró decir nada ya que no salgo de mi impresión, hay algo en el que me obliga a creerle.
- mi historia comienza desde mi infancia más que todo desde antes de nacer, mi padre era un cazador de wikans de última generación y mi madre fue criada por una. Mi madre nunca tuvo apariencia de wikan lo que hizo que mi padre se enamorara de ella, en el momento en el que la gente se dio cuenta del verdadero origen de mi madre quizo matarla pero mi padre no lo permitió por el amor que sentía por ella.
- ¿por que los querían a ellos?
-porque pensaba que mi madre al ser criada por una wikan haría lo mismo que ellos.
-¿y que hacen ellos?
- endulzar los oídos con Bellas palabras y luego destruirte cuando ven que tienen la oportunidad
-¿pero eso no hacen las personas ahora?
- ellos no son nada a comparación de los wikans, ellos son como sirenas pero fuera del agua.
Quedó desconcertada, sus palabras me absorben y me destruyen, ¿eso será lo que él esta haciendo conmigo, endulzar mi oído con palabras de "confianza ", para luego hacerme ver como una idiota?
- ¿y tu?- Logró decir- ¿como se que me dices la verdad y no es más que una mentira absurda ?
Una oleada de aire atraviesa mi cuerpo , haciéndome sentir desnuda e intranquila, lo miro y veo que tiene los ojos cerrados.
-puedes confiar en mi, lo que menos quiero es que te vean como una idiota como dices tu, ya perdí en mi primer intento, no me atrevo perder en la segunda.- Logro escuchar dentro e mi cabeza, vuelvo los ojos a los suyos y descubro que me está mirando con una mirada penetrante, a parte de esto su color de ojos ha cambiado, ya no son sus preciosos ojos que un día me hipnotizaron, ahora eran rojos como la sangre.
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¿Amor?
Teen FictionAna es una de esas chicas tímidas que le da miedo vivir una nueva experiencia, por culpa de un trágico accidente perdió el amor de su vida por lo cual mantiene en su mundo aislado del de los demás, pero toda su vida dará un giro de 180 grados lleván...