Mensajes anónimos y hermanos

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Ana

Mire por la ventana y vi que aun su auto seguía donde me había dejado, por alguna razón no había entrado a su casa, seguro sus padres aun no han llegado. No puedo creer que le haya contado la historia que me ha perseguido desde el año pasado, era tan doloroso pensar que conocía mi punto débil y apenas lo conozco a él desde hace un día. Aunque tal vez estoy siendo paranoica ya que el que podría hacer con esa información, era imposible que la manipulara o me llegara hacer bullyng con eso.

Pero una cosa si era cierta, en sus brazos me sentía segura, al principio no, pero luego si, sentía como si me quiera proteger, no como si solo me tuviera lastima por la historia que le conté. Tengo miedo  de que mi cabeza se ilusione con bobadas, nunca seré como las chicas que le llaman la atención.

Mire mi celular, tenía un mensaje de yo no sé quién y este decía;

No te metas con Austin, no creo que él te pueda dar algo más que no sea frustración y tristeza, no me digas que crees que ese tierno abrazo que te dio es verdadero, por favor solo juega contigo.

Qué bonita su salida a la pizzería, se veían tan adorables los dos allí. Espero que nunca se te olviden mis palabras EL SOLO QUIERE JUGAR CONTIGO, SOLO QUIERE SEXO.

Mi cuerpo se erizo ante la idea de que alguien nos hubiera visto en la cafetería y más aun que vio cuando Austin me abrazo, habrá acaso escuchado lo que le dije, espero que no.

……

-Ana, hola Ana, te acuerdas de mí- voltee a ver quién me llamaba, su voz era muy familiar, como si fuera Esteban pero era imposible que él estuviera aquí. –Ana espera.

-Hola…Cómo es posible que estés aquí, tu estas muerto y o no veo  muertos –dije impactada era él, el mismo chico que hace menos de un año me decía que me amaba y también el que se murió a mi lado.

-Hola Ana, es complicado de explicar, no tenemos mucho tiempo para lo que te tengo que decir, ten mucho cuidado con las decisiones que vas a tomar a partir de hoy, no todo es como tú crees, no me  gustaría volver a verte llorar como cuando me fui, sigue tu camino y déjate guiar por el destino, resuelve incógnitas, aunque no será muy difícil conociendo tu curiosidad amm y otra cosa ten cuidado en quien confías, no todos son los que tú crees que son, sabes que te amo y siempre lo hare nunca me olvides al igual que a mis palabras – se acerco a mí y me dio un fugaz beso en los labios, quería que este momento fuera real pero algo en mi me decía que solo había sido un sueño.

Abrí los ojos y vi que aquellos ojos que quise estaban mirándome, su mirada era profunda y honesta, nunca he desconfiado en el, para que me iba a mentir justo ahora.

-yo también te amo y siempre lo hare.

-no olvides que siempre estaré a tu lado, adiós – puso su mano en mis ojos como queriendo que los cerrara y eso hice.

-yo también te amo-dije y  volví abrir segundos después y ahora me encontraba en mi cuarto, faltaban cinco minutos para que la alarma sonara, me levante no sin antes estirarme, algo en mi interior me hizo dirigirme a la ventana, el auto de Austin estaba en el garaje de la su casa porque rayos me interesaba eso.

-Hola Ana, no sabía que tu pieza estaba hay- subí la cabeza y pude ver que Austin de encontraba al frente mío, su torso estaba desnudo, pude detallar que estaba trabajado ya que tenia cuadros en el abdomen, alce la mirada a su rostro, tenía el cabello despelucado pero aun así le daba un toque sensual, su mirada profunda igual a la Esteban, me estremecí al recordarlo- ¿Qué sucede Ana?- el lo noto.

- no nada, solo que sorprendió verte ahí y así

- ¿Qué?, ¿acaso no te gusta lo que ves?, una vista así levanta a cualquiera.

¿Amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora