ex y secuestros

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Austin

- ¿LIAM?...... - hizo una pausa como tratando de asimilar lo que le acabo de decir- ¿desde cuándo ustedes dos son hermanos?

- desde... yo que sé, desde que a mis padres se les ocurrió la grandiosa idea de adoptarlo.

- ¿el es adoptado?

-sí, creo, no, estoy seguro de que lo acabo de mencionar.

- ¿desde cuándo ustedes son hermanos?- es cosa mía o lo que no tiene esta chica de plástica lo tiene de tonta.

- te lo acabo de decir Ana.

- no me refería a eso.

- ¿Ana que sucede?, si él es mi hermano, pero no encuentro el problema, si yo tampoco lo soporto, pero ya llevo viviendo con el varios años, ¿Qué sucede, acaso pasa algo malo?

-no nada, solo me sorprendió curiosa la idea

-ajam Ana y yo amo a Liam, Ana eres pésima mintiendo

-oh, me alegra que confieses tus sentimientos hacia Liam, pero no es a mí a la que se lo tienes que decir es a él, ahora podemos comer, no desayune por tu culpa.

-por mi culpa, que yo sepa yo te invite y tu aceptaste, yo nunca te rapte-aunque lo podría tener en mente linda.

-bueno, comemos.

-bueno, mesera -una mujer de mediana edad se acerco a nosotros, con esta ni podría tener un mal pensamiento- yo pediré un milo y un pastel de los que tiene hay, y ella, ¿Ana tu qué quieres?

- em yo puedo sola Austin.

-lo sé pero quiero ser caballeroso -si no me la gano como a las demás, esta tendrá que ser la manera-

-¿Austin caballeroso?, que buen chiste, pues yo pediré lo mismo que tu.

La mesera se alejo de nuestra mesa, Ana saco su celular y comenzó a teclear en el, esta chica no me la pone fácil, será difícil llegar a ella pronto, pero no me rendiré, mi meta será tenerla en mi cama, no menos.

No me había dado cuenta pero se ve muy linda con esa ropa, la misma sensación que me invade en el auto vino a mí, comenzaba a sentirme incomodo al verla y no poder hacer nada, siquiera tomarla de la mano o besarla, ya que prometí no volver hacerlo, pero que estoy diciendo, nunca respeto una promesa, disimuladamente acerque mi mano a la de ella pero cuando faltaban unos pocos centímetros para tocarla me interrumpió diciendo.

-ya vuelvo, voy al baño

-ok-y mi oportunidad se esfumo.

Ana

La situación era incomoda, no se me ocurría nada para decirle a Austin, de inmediato se fue la mesera saque mi teléfono y comencé a jugar en el, sabía que me miraba, pero no le preste atención. No creía la idea de Austin caballeroso, nunca en mi vida me lo habría imaginado, pero me gusta cuando algo más que su arrogancia sale de él.

Alce la vista sin que se diera cuenta y pude ver que estaba a punto de tomar mi mano, no quería que lo hiciera, no tan pronto, además no quería clavar tan pronto mi puño en su cara, dije lo primero que se me ocurrió y me dirigí al baño.

Mi cara estaba roja, joder, parezco un maldito tomate, me puse algo de base y volví a la mesa. Cuando llegue nuestra comida estaba en la mesa.

-no quería comer hasta que llegaras.

-supongo, otro acto de caballerosidad.

-acaso quieres que pare

-no, es que... no estoy acostumbrada

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