Semana SatoSAI

La playa

Definitivamente no era un chico muy de salir a la playa, más que nada porque simplemente no le gustaba el exceso de personas, podría ir si fuese solo, pero para variar fue arrastrado por sus amigos a esto y obligado por su madre.

Como la primera vez, trato de meterse bajo el agua hasta que fuera necesario, aunque escuchó una voz que le resulto familiar ¿Seria? Uso sus poderes y lo ubico sin problemas, Satou también estaba en la playa. Maravilloso.

Puede que Satou fuese muy promedio, pero sabia muy bien reconocerlo. No por nada lo había seguido a todas partes de manera tal vez no muy sana, pero es que todo lo que hiciera le atraía.

Simplemente busco ir a donde el agua no estuviese tan profunda para ver de una manera en que pudieran conversar, pero lo vio con esa chica Suzumiya Hii. Esta bien, había aceptado que ellos se llevaran bien como amigos y que tenían química casi como de una pareja.

No sabía por qué, pero sintió molestia de verlos así. Una especie de ira que no podía reprimir así de fácil.

Algo explotó a unos metros detrás de él provocando un chapuzón fuerte de agua como si hubiese caído una roca o una persona desde el cielo ¿Qué había pasado?

No estaba seguro, pero probablemente aquel sentimiento hizo que sus poderes se desbordaran provocando algo. Trató de ver si existían heridos, pero Hairo y Nendō ya estaban sacando a la gente que casi se ahoga por el movimiento del agua.

Trato de calmarse y nadar tranquilamente a la orilla. Esto estaba mal, muy mal, tal vez sus dispositivos de control estaban rotos. No estaba seguro, pero era por el momento no intentar comprobarlo.

―Saiki-kun ¿Esta bien? Lo vi nadando solo, muy cerca donde hubo ese extraño chapuzón. ―Hiroshi Satou se acerco de manera preocupada a ver por si acaso aquel chico estaba bien.

No sabia que decir, por un momento se quedo sin palabras, el chico que admiraba tanto estaba tan cerca de él. Todo lo que el hubiese querido ser, todo lo que amaba estaba en ese chico.

Hola, si, estoy bien, tal vez con un poco de sed.

― ¿Quiere que lo acompañe a una bebida? Claro si no le molesta, pareces un chico algo solitario Saiki-kun.

Kusuo miro de reojo fijándose que la chica que antes atraía la mala suerte estaba con Toritsuka (Posiblemente nuevamente tratando de ligarla)

Me encantaría, lo que pasa es que soy algo tímido.

Oh. Bueno todos necesitamos estar solos de vez en cuando, pero vamos, trataré de no ser intruso. ―Le ofreció su mano que Saiki tomo encantado intentando disimular lo mejor posible con su cara de siempre. Aunque con Satou era complicado.

Gracias Satou-kun.

―Jeje no es nada. ―Se rasco leve la mejilla y fueron por bebidas conversando de cosas triviales, lo cual al psíquico lo hacía muy feliz.

Sin embargo, Saiki sentía que otra molestia en el ya sabes que se acercaba a ellos: Teruhashi. Ya se imaginaba la escena tratando de llamar la atención de ambos y Satou diciendo "ofu" que desagradable.

Otra explosión se produjo ahora fuera del agua muy cerca de ellos. Demonios, esto definitivamente tenia que ver con sus emociones. Por eso no era bueno enamorarse...

¿Enamorarse? ¿Estaba enamorado acaso?

Tomo la mano de Satou aprovechando la confusión por la repentina explosión tratando de llevárselo lejos de la vista de todos. Esto no estaba bien. No podía ser que estuviese enamorado.

―¿Saiki-kun a donde vamos? ―El de cabello mas oscuro estaba bastante confundido. Saiki lo había puesto contra una de las rocas enormes que los escondía de todos y lo miraba fijo.

¿Cómo te das cuenta si te gusta alguien? Mejor dicho ¿Cómo sabes si estas enamorado?

Esa pregunta confundió más a la persona que estaba con él.

―Bien no estoy seguro, pero leí cuando amas a alguien amas todo de esa persona, incluyendo las imperfecciones.

Yo no creo que esa persona sea imperfecta para mí. Todo de él es exactamente lo que quiero.

―Vaya, esa persona debe ser muy especial para Saiki. ―Menciono Satou con una sonrisa sincera. Saiki sintió un calor abrazante, un deseo al estar solos así. Quería besarlo.

Eres tú

Quiso haberse callado, pero las palabras salieron solas antes de que pudiera procesarlas.

― ¿Eh? Apenas me conoce, vamos a clases diferentes.

Siempre te observaba, lamento si suena mal, pero la verdad me encantaba hacerlo. Estaba pendiente de ti en varias ocasiones.

― ¿Por qué? Soy bastante promedio, eso me han dicho incluso mis amigos.

Pero eres lo que a mí me gusta.

―Que raro, pero no es que lo este juzgando, solo que no creo que me conozcas lo suficiente Saiki-kun. Además, ambos somos chicos, es inesperado.

¿Te molesta que sea un chico? Pensó en la posibilidad de acercarse a él siendo Kuriko, pero Satou negó.

―No es el tipo de persona que hubiera esperado que se me confesara, Saiki-kun es alguien que casi siempre lo vi acompañado por personas bastante particulares.

¿Soy extraño para ti? Recordó esa vez cuando intentó atraer su atención, pero este lo esquivo.

―Un poco, pero creo que ahora entiendo porque estabas parado allí fuera de la escuela la otra vez con cosas que me gustaban. Intentabas llamar mi atención, sin embargo, toda la situación me pareció bastante extraña. No sentí que fuera natural hablarte.

Ambos se miraron fijamente. Tenían las mejillas rojas y estaban a unos pocos centímetros del otro. Ninguno de los dos dijo nada en un momento, ni siquiera un pensamiento que Saiki pudiera recopilar, solo sus respiraciones.

En un momento un beso unió las bocas de ambos, al parecer el mismo Satou había tomado delantera o eso creyó Saiki, la verdad había sido reciproco. En un roce tan suave, tan delicado que hizo latir los corazones de ambos al unísono.

―Lo siento, fue muy repentino...no debí.

Yo también lo siento, pero no me arrepiento de aquel beso. Me gustaría que intentáramos algo Satou-kun.

El mencionado asintió, no era el tipo de relación que hubiera esperado, porque el se sentía mas heterosexual que nada, pero hoy entendió que era más bisexual de lo que el mismo creía.

―Claro, volvamos antes de que preocupemos a... ¿Desde cuándo este lugar estaba tan florido? No recordaba haberlo visto así antes.

Saiki con sus pensamientos positivos debido al beso había hecho de manera inconsciente un jardín de hermosas flores.