Semana SatoSAI

Festival de verano

Para variar llevaba una cara molesta al haber sido arrastrado por sus padres y sus amigos al Tenjin Matsuri, uno de los festivales de verano más conocidos en Osaka.

Bien, no todo era tan malo, había mucha comida, sobre todo dulces que eso era lo mejor de los festivales, lo que le molestaba era que al estar tan lleno de gente los pensamientos eran tantos que era una lluvia de zumbidos en su cabeza. Como tener la cabeza llena de insectos sin poder deshacerse de ellos.

Tomo un respiro alejándose un poco. Extrañaba estar con su novio, su normalidad era relajante para las mentes tan ruidosas que escuchaba, sobre todo las de sus amigos, que parecía que pensaran con gritos, Ah, no. Ese solo era Hairo, entusiasmado gritando tanto externamente como internamente.

Teruhashi solo reunía a más gente alrededor de ella y su yukata de verano haciendo que los sonidos de los pensamientos fueran más molestos que nunca.

Hay cosas que eran bonitas de ver, como las pequeñas capillas siendo llevadas por el rio, también algunas pequeñas funciones de teatro.

Comía una manzana acaramelada, pensando que pronto seria la hora de ver la hora de los fuegos artificiales, desearía disfrutar este momento con su pareja. Teruhashi trató de acercarse a él, pero Saiki se escabullo entre la gente, no le importa perderse, después de todo puede llegar a su casa solo.

En eso choca con alguien casi haciéndole caer, al ver... ¿Era posible?

Su amado Hiroshi Satou estaba allí.

Había estado mandándole mensajes por redes sociales, pero este no le contestaba, pensaba que incluso este podía estar enojado con él.

―Kusuo-kun, también estabas aquí.

Tú...no contestabas tu celular.

―Perdón, es que mis padres me trajeron aquí y me olvide el celular en casa, lo siento. No fue mi intención preocuparte.

Tal vez debería de enojarse, porque si le pasaba algo no sabría cómo, ni podría protegerlo, pues sus pensamientos se confundirían con algunos ajenos, sin embargo, amaba demasiado a Satou siquiera para enojarse con él.

Solo quiero que trates de ser precavido, que si te pasara algo no podría perdonármelo. Lo abrazo suave y protectoramente para luego mirar su yukata con el que vestía, tan perfecto a sus ojos como siempre. Y lo otro quiero que me acompañes a ver los fuegos artificiales.

Ambos buscaron un buen lugar, era difícil porque la mayoría de la gente escogía los mejores espacios para ver los fuegos artificiales, pero se las arreglaron para ver el lugar ideal para ello.

Mientras empezaron a aparecer las primeras luces en el cielo Satou se apoyo levemente en el hombro de Saiki haciendo enrojecer levemente a este.

―Perdona por no haberme contactado contigo antes.

Mientras ahora estés conmigo no importa nada más.

―Lo estaré mientras pueda.

Lo sé y eso me encanta de ti.

Terminaron los fuegos y se abrazaron para darse unos besos luego, ahora que la gente se había ido tenían más tiempo juntos, no existía el mundo cuando se besaban, solo ellos dos. Era bueno cuando estaban así, sin nadie más alrededor.

Las cosas se estaban subiendo un poco de tono cuando una voz conocida, les interrumpió.

―Kuu-chan~ ya debemos irnos― Dijo la voz de la madre de Kusuo que estaba buscándolo bastante cerca de ahí.

Suspiraron ambos chicos y se despidieron, tal vez a la próxima irían al festival de verano solos como pareja.