Dɪ́ᴀ Tʀᴇs: Mɪsɪᴏ́ɴ

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Día tres
"Misión"
 

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Había transcurrido un mes desde el atentado y aunque las heridas físicas habían sanado, las palabras de Rose seguían resonando en su mente.
 
Aún seguía dándole vueltas al asunto y por más que se esforzase en encontrarle un sentido a lo que sucedió,  siempre llegaba a lo mismo.
 
Era demasiada casualidad.
 
Mucha coincidencia que fuese ese objeto tan pequeño y en apariencia delicado lo suficientemente fuerte como para recibir el impacto de una bala y protegerle.
 
No tenía sentido...
 
Al menos, no para él.
 
Pensar en que estuvo a punto de morir y que todas las probabilidades estuvieron a su favor le causaba escalofríos.
 
Más aún tomando en cuenta que, convenientemente las palabras de la fémina parecieron cobrar sentido tan abruptamente.
 
No era alguien creyente, mucho menos prestaba oídos a las cosas del destino.
 
Pero no negaría que todo estaba siendo demasiado extraño.
 
No podía sacarla de su mente; dormido o despierto, el aroma de las flores llegaba a su memoria.
 
La imagen de la fémina daba vueltas y le incitaba pensar.
 
Pensar en lo que sucedió y en la impetuosa necesidad de querer respuestas.
 
¿Qué había sucedido? ¿Brujería? ¿Buena suerte? Ninguna le convencía del todo.
 
"El amor de mi vida..."
 
La escuchaba en su mente y las ganas de devolver los alimentos le invadían impetuosamente.
 
Se negaba rotundamente a creer en semejantes supersticiones.
 
Sólo tuvo suerte, sí.
 
Eso debió ser...
 
−Shad−Sonic y su costumbre de irrumpir en sus pensamientos se manifestó−El jefe quiere verte−Le dijo y se retiró sin mediar otra palabra.
 
Vector, también llamado "El Jefe" era un sujeto verde con cara de lagarto al que los años y la guerra habían mermado su buen juicio.
 
Era alguien alto y que dejaba que sus emociones reinaran por encima de sus desiciones...
 
Pero no era quien para juzgarle, así que simplemente se limitaba a saludarle en las mañanas y en las consecuentes juntas informativas.
 
Fuese lo que fuese debía ser algo importante para que le solicitase con tanta urgencia.
 
Salió de la pequeña tienda dispuesto a escuchar lo que sea que Vector tuviese que decirle, cuando la mirada curiosa de Silver se posó sobre sí.
 
−¿Hiciste algo malo?−Le cuestionó inocente, cómo siempre.
 
No se molestó en contestar, solamente entró en aquella tienda tres veces mas grande que la suya y con un saludo elegante se presentó ante su superior.
 
−¿Ha solicitado mi presencia, General Vector?−.
 
Trataba de sonar lo mas formal que le fuese posible, aunque no tenía ni la más mínima idea de que podía querer específicamente de él.
 
¿Al fin le darían su ascenso? Lo dudaba, era bueno y su desempeño crecía como la espuma, pero sabía que era demasiado pronto para ello.
 
Vector en cambio sólo le mostró sus enormes dientes afilados y luego de acomodarse en su silla improvisada le ofreció un cigarrillo.
 
Dudoso, Shadow extendió la mano para tomarlo, mientras su superior tomaba el encendedor y lo encendía por el.
 
Algo raro estaba sucediendo, podía intuirlo.
 
−Shadow, Shadow...−Hablo con un tono animado y de uno de sus cajones tomó una botella de vino y un par de copas que no lucían muy limpias−¿Cómo van tus heridas, muchacho?−Le preguntó vertiendo el líquido en las copas−Vaya que tuviste suerte−.
 
No contesto inmediatamente ante esto; incluso alguien como Vector creía que eso simplemente fue suerte.
 
Tal vez estaba dándole demasiada importancia a algo que no debía tenerla.
 
Miró de reojo a su superior y en su semblante evidentemente ebrio había una especie de complicidad que no pudo pasar por alto.
 
Algo planeaba, podía sentirlo. Vector no era la clase de sujeto que actuaba sin esperar algo a cambio. Tantas atenciones tendrían un costo y lo sabía a la perfección.
 
Con la copa llena y un cigarrillo en la mano, Vector le hizo una seña para que tomase la copa restante.
 
−Debes estarte preguntando para que te llame, ¿No es así?−Le dio un trago a su copa y señaló un pergamino perfectamente doblado sobre la mesa−Lee tu mismo−.
 
Dubitativo, tomó con cuidado el trozo de papel analizando cuidadosamente su contenido.
 
En su interior se encontraba un mapa, coordenadas y lo que en esencia podía entenderse como una orden de búsqueda que no supo definir del todo a quien hacía mención.
 
−Debo disculparme por mi ignorancia, pero no entiendo que es lo que pretende que vea−deposito el papel sobre la mesa y Vector sonrió.
 
Por un par de segundos solo los ruidos de la noche se hicieron audibles entre ambos.
 
−El alto mando tiene una misión para ti, Shadow...−dejo la copa a un lado y se puso de pie−De tener éxito, serás ascendido de rango, como tanto has querido−.
 
Era una noticia que evidentemente le sorprendió, más que nada por lo conveniente de la situación.
 
Que Vector le escogiese específicamente a él para realizarla le indicaba que, dicha misión estaba destinada para el propio Vector y que el muy bastardo estaba delegando responsabilidades.
 
−¿Qué clase de misión?−Fue lo único que salió de sus labios y Vector ni se inmutó.
 
−Tenemos motivos para creer que el enemigo tiene infiltrados en Never Lake−tomó el pergamino y lo abrió sin mucho cuidado−Recibimos informes de que se han visto sujetos merodear en zonas aledañas−señaló el mapa y marcó con una navaja los sitios que mencionó−Tu misión es infiltrarte en el pueblo y averiguar lo más que puedas para frenar ese golpe−.
 
Eso tenía sentido, no iba a negarlo.
 
Pero volver a Never Lake significaba que vería a Rose nuevamente.
 
¿Era a caso un chiste cruel del destino o algo así?
 
−Tomarás nota de todo lo que veas y al finalizar el séptimo día regresarás para darnos toda la información que hayas recabado−.
 
De verdad entendía el punto de Vector, le parecía lógico y bastante profesional de su parte, pero había un pequeño y minúsculo detalle que no se sintió capaz de emitir.
 
Rose estaría ahí...
 
No iba a ser poco profesional y rechazar las órdenes de su superior por los líos de su mente trastornada, pero sí que se sintió tentado por algunos momentos.
 
Le resultaba difícil de creer que de todos los sitios, tuviese que ser Never Lake aunque era un poco más comprensible pensar que fuese a él quien llevase la misión.
 
Él era el único que no se emborracharía o perdería el tiempo.
 
Aunque también estaba Silver, pero ese era un idiota y no valía la pena el esfuerzo.
 
No obstante, el que Vector rechazase una misión de esa índole le indicaba que había detalles que estaba omitiendo deliberadamente.
 
−Con todo respeto señor−aclaró su garganta−¿Por qué yo?−.
 
Vector se tomó unos cuantos segundos para responder dicha cuestión. Conocía a sus soldados y sabía de lo que eran capaces.
 
Sería muy idiota de su parte no estar consciente de todas las fechorías que esos jóvenes cometían cuando eran presas del alcohol.
 
Shadow era el único que ponía su deber por encima de todas las cosas y sería al único que en caso de fallar preferiría arrancarse la lengua antes de traicionar su escuadrón y sus ideales.
 
Lo conocía y eso era lo que le gustaba del chico.
 
Eso, sin mencionar el hecho de que era una máquina a la hora del combate.
 
Cosas como los sentimientos no era algo que le afectasen y eso era lo que lo hacía el candidato perfecto.
 
−Eres mi mejor elemento, Robotnik, sé que no me fallarás−se limitó el hombre lagarto y soltó un sonoro eructo después.
 
Shadow solo contuvo una mueca de asco y asintió sin decir nada más.
 
Hizo una leve reverencia y salió de ahí con muchas más dudas que respuestas.
 
Pero no tenía opción; no iba a rechazar su misión, mucho menos por cosas tan absurdas como los pensamientos que tenía por Rose.
 
Sólo eran delirios a causa de la fiebre que le afectaron después de sus heridas.
 
Sí, eso debía ser...
 
 

𝕊𝕙𝕒𝕕𝔸𝕞𝕪 𝕎𝕖𝕖𝕜 𝟚𝟘𝟚𝟙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora