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Alemania entro a la Universidad, normal, como todos los días, según él, pero este día seria de todos menos normal, y lo comprendió cuando poco a poco sus compañeros y demás estudiantes lo miraban y le abrían paso, hasta algunos llegaron a mirarlo con pena. No entendió lo que pasaba, la gente simplemente se apartaba de él como plaga y lo miraba con tristeza, un grupo de chicas estallo en llanto cuando las miro, susurrando un "¿Cómo es posible? Pensar que alguien tan perfecto tendría que sufrir por eso" ¿Sufrir qué? No podía entender con exactitud que cosa se traían los demás, se encogió de hombros, mientras no lo afectara, ni a él ni a sus estudios, estaba todo Okey. Aunque debe admitir que fue un día raro.

Irak se lanzo a sus brazos ni bien lo vio, comenzando sus palabras con una breve presentación suya, que debe de admitir, faltaron algunos datos de su persona como "Drama Queen" y "Idiota algunas veces, brillante casi ninguna". También narro con exactitud aquella desastrosa vez que se conocieron, afirmó en todo el relato lo buen amigos que eran.

No vio a Rusia en todo el día, pero no le tomo tanta importancia, tenía que asistir a sus clases en la cual, el tercer suceso extraño del día ocurrió, el profesor que al parecer normalmente le tenia manía, lo dejo en paz por primera vez en su clase, no le hizo preguntas complicadas, no lo llamo a resolver un ejercicio sin solución enfrente de toda la clase. Y Alemania estaba sorprendido "¿Donde esta el odio que tú y yo decíamos tener? ¿Acaso eran puras mentiras?" pero no se quejo abiertamente con su profesor, debía aprovechar el momento de tranquilidad que le había dado ya mañana podrían tomarse su libertad para odiarse.

Fue en el almuerzo que lo entendió. Mientras estaba en medio de un rico almuerzo, tragando su rica empanada de queso que había comprado fue interrumpido por alguien.

-Alemania, perdón, yo te odiaba tanto sin considerar que tú sufrías de eso- Polonia se acerco a él, abrazándolo, quedo helado ante eso -No puede ser ¿No te acuerdas de quien soy yo? ¿No? No te preocupes, te ayudare a recordarlo- fue ahí que el europeo lo jaló de la mano, empezando una absurda presentación de la universidad y sus ocupantes, centrándose en los que conocía. Lo aguanto un rato, hasta que simplemente se harto de este espectáculo.

-¿Que se supone que estas haciendo Polonia?- el nombrado le sonrió y respondió tranquilamente con una sonrisa.

-Te estoy ayudando a recordar- el bicolor sonrió al nazi, pobre cosita fea. Tendría que ayudarlo a recordar cada vez que olvidara algo, fue una silenciosa promesa que se hizo.

-¿Recodar qué? ¿Por qué tendría que recordar algo que yo ya sé?- ¿Qué no tenia un déficit de la memoria? Bueno, tal vez no recordaba que tenia ese mal. Polonia lo miro con lagrimas en los ojos, que lamentable, ni su propia perdida de memoria podía recordarse.

-Tienes perdida de memoria a largo plazo- mencionó, mientras notaba como la cara del alemán se empezaba a deformar -Pero no te preocupes, según los rumores parece que estas mejorando con tú perdida de memoria y ya casi ni tienes esos huecos en tú memoria, pero aún así decidimos que debíamos tratar de ayudarte- Alemania se alejo de Polonia, ya entendía todo. Chale, debía de avisar también a sus amigos que había conseguido el numero del novio de Usa.

Corrió por los pasillos de la Universidad, hasta llegar a donde estaban Rusia e Irak, junto con el Nórdico y el finlandés, estaban todos juntos en una mesa algo apartada de las demás, mientras discutían de algo que simplemente prefería ignorar "¿Si le dijo a Alemania que me debía plata, con su perdida de memoria, si me pagara?".

-¡Rusia! ¡Irak!- grito sus nombres, sus amigos lo miraron, sonriendo de forma estúpida al verlo.

-¡Alemania! No me olvidaste-aunque fue una mala idea, pronto tuvo esos dos cuerpos encima suyo, además de la camisa mojada por las lagrimas que ambos soltaron.

-¡Al final si me querías! Pensar que a pesar de perder la memoria, aún te acuerdas de mi- Irak se puso algo meloso, así que tuvo que aguantarse las ganas de vomitar que su actitud causaba en él.

-No tengo perdida de memoria a lago plazo- aclaró, mientras los dos lo miraban dudosos -¡Que no! Fue una mentira para que Canadá me creyera y  me diera el número del novio de Usa- poco a poco fue convenciendo a sus amigos.

-¿Ósea que si te pido plata diciendo que me debes, no me vas a dar?- Irak quiso confirmar de nuevo, recibiendo un seco "No" y una mirada de muerte de Alemania -Solo preguntaba- se cruzo de brazos, indignado. Ya no podría sacarle plata, que chafa.

-Bueno, deberíamos tratar de llamar al número que nos dio Canadá- Rusia sentía curiosidad por el novio de su amigo, le picaba el cuerpo con tal de saber quien diablos era. Saco su celular, mientras Alemania le dictaba el numero, él no tenia el saldo suficiente.

-Anota, 9 6 7...- Finlandia poco a poco perdió el color en el rostro con cada número que dictaba el europeo, "No puede ser" pensó al principio, con los primeros tres dígitos "Seguro que Canadá les dicto uno falso" y cuando termino de dictar el teléfono celular del supuesto novio, entro en pánico "No puede ser". Se levanto despacio, sin hacer ruido para no traer la atención de los demás presentes, hasta que Rusia apretó el botoncito de llamar y su celular sonó. Llamando la atención de los cuatro ahí presentes, que no dudaron en levantarse y acercarse a él.

-Finlandia ¿Quieres amablemente explicarnos porque Canadá nos dio tu numero en vez del verdadero novio de Usa?- la sonrisa en la cara del iraquí era falsa, y Rusia no se molestaba en mostrar una falsa sonrisa, ya arremangaba las mangas de su camisa.

"Fue entonces que se me ocurrió la excelente idea... de fingir mi muerte" la mirada de Finlandia se ilumino ante su más grandiosa idea, se tiro al piso, con las manos y pies levantados y la lengua afuera.

¡Usa Tiene Novio! [Usper]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora