Entre el tiempo

•6•

—informes Theo— pronunció firmemente, según las últimas noticas dadas por él castaño el giratiempo estaba casi acabado pero aún presentaba fallas y las pruebas con objetos resultaba defectuosos.

—tenemos algo de progreso pero existen algunos detalles que perfeccionar, por otro lado si pasa más tiempo entonces será más difícil cambiar de épocas— murmuró, su cabeza estaba echa un lío y la presión de su rubio amigo no ayudaba mucho.

—tengo que ir ahora ¿verdad?— preguntó, suspiró cansado llevando ambas manos a su rostro, estaba frustrado, quería resultados perfectos pero no sería posible, tenía que aceptar lo que tenía e ir rumbo a su misión.

—así es, mira según Luna no pasará nada malo y confío en ella.

—yo también confío en ella Theo pero no voy a arriesgarme por una corazonada que podría no ser efectiva.

—deberías intentarlo ¿que es lo que podría salir mal?—

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Una bruma lo envolvió rápidamente, la sensación de vértigo se instauró en su columna haciéndolo retorcer en varias direcciones, el vacío en el estómago se hizo presente y en cualquier momento el zumo de calabaza de desayuno se saldría.

¡Mierda! Eso había dolido, afortunadamente el lodo redujo la fuerza... ¿si era lodo verdad? Olfateo su ropa: definitivamente eso no era lodo.

Miro a su alrededor y pudo observar un gran bosque, genial, Theo lo había lanzado quien sabe dónde.

Comenzó a caminar, el cielo se estaba oscureciendo y eso no era algo bueno.

Solo el eco de sus pisadas resonaban en el lugar, galopes... más rápidos cada vez entonces comenzó a correr, sea lo que se estuviera moviendo no era algo bueno y debía de salir de ese lugar.

—¡hey viajero!— escuchó, volteo para encontrar centauros, por merlin esto debía ser una broma.

—¿qué haces aquí a esta hora de la noche? Tienes prohibido entrar a nuestro territorio— la voz grave caló ondo, esto no iba a salir nada bien y debía idear algo pronto.

—me perdí, no sé dónde estoy— respondió con voz cansada, sus pulmones pedían aire.

—¿de donde eres?— preguntó el lider del grupo, avanzando unos paso en su dirección. Maldita sea, inventa algo rápido.

—soy profesor de Hogwarts, creo que me desvíe un poco en el camino, no sé dónde está— el centauro lo analizo con la mirada, se sentía nervioso, su padre se enfadaría si supiera cómo se sentía.

—ve por allá— señaló un sendero —y no dejes de caminar, si sigues lo que te digo llegarás mañana al medio día— él asintió y vio partir al grupo de fornidos centauros.

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Suspiró, toda la noche y parte de la mañana estuvo caminando pero al menos podía ver parte del castillo, estaba cerca.

Llegó cansado al lugar en el que creció ¿en que época estaría? Esperaba haber regresado un año o dos entonces McGonagall debía ser directora.

Caminó hasta llegar a la puerta del castillo, el lugar le traía tantos recuerdos y no todos eran muy agradables para mala suerte suya, las imágenes comenzaron a remolinarse en su cabeza "nadie pidió tu opinión, sangre sucia inmunda "tú no tienes nada de bueno, sucio engendro de pollo" "mi padre la pondrá de trofeo para la sala común de gryffindor" "no lo entiende, él me matará a mi" maldita memoria.

Suspiró, estaba listo, camino a paso firme por el suelo de piedra, sus ropas estabas sucias y su platinado cabello desarreglado pero no dejaría su orgullo y elegancia de lado. Llegó a aquella gárgola que dirigía a la oficina de McGonagall, solo pediría habilitar la chimenea y se iría, por merlin ¿cual era la contraseña?

Camino en círculos pos 10 minutos pensando en opciones hasta que un Niño de primero con él uniforme
de hufflepuf pasó corriendo.

—hey!— el Niño se detuvo tan rápidamente que casi cae al suelo —¿sabes cual es la contraseña?—preguntó mientras él pequeño reflejaba sorpresa y cierto temor.

Asintió —es cucurucho de cucarachas— y salió a toda velocidad como alma que lleva el diablo. ¿Dijo cucurucho de cucarachas? Si si memoria no fallaba esa contraseña se uso en su tercer año, no, claro que no, tal vez a McGonagall le gusto la contraseña y la cambio por esa, si eso debía ser.

—cucurucho de cucarachas— exclamó ante la imponente gárgola, esta se movió dejando ver los escalones que guardaba en ella.

Toco la puerta de madera, al parecer no la habían renovado pues tenía el mismo aspecto viejo de cuando él estudiaba en ese lugar, escuchó un suave "pase" y empujó lentamente la puerta mirando al suelo.

—oh, buen día joven Malfoy— escucho la voz de aquel hombre que estuvo a punto de matar, no podía ser cierto ¡estupido theo! Quien sabe cuantos años lo había regresado para estar escuchando al mismo dumbledore.

Levantó la vista observando al viejo barbudo, de pronto las palabras se quedaron atascadas en su garganta y lo más profundo de su ser quería pedirle perdón por lo que estuvo a punto de hacer, no era un asesino y lo había demostrado, al menos en su tiempo todos sabían que no iba a hacerlo.

—buen día profesor— dijo en un susurro lo suficientemente alto para que se escuchase en la silenciosa habitación.

—veo que no es de aquí ¿que se le ofrece joven?— el tono divertido y calmado que tiene aquel loco vejete lo hastiaba, la situación era terrible y el tipo no perdía la paciencia.

—mi nombre es Draco Malfoy, vengo del futuro producto de un error, no planeo quedarme más de lo necesario— habló siseando, mentiría si dijera que no sentía nervios. Si la contraseña y su memoria no fallaba debía estar en 1994, año en el que casi matan al estupido pollo por su culpa y recibió un derechazo -que en cierta forma también fue un flechazo- por parte de Hermione.

—sabía que llegaría, los centauros son buenos amigos míos, me informaron de un profesor y ciertamente no esperamos ninguno, dijeron que era rubio, inevitablemente pensé en usted.

Él solo asintió —¿estamos en 1994 verdad?— fijó su vista en una pila de papeles sobre el escritorio, quería pedirle perdón pero valentía no tenía.

—así es, sería de gran ayuda si me dijera sus razones para viajar en el tiempo— el hombre se sentó tras su escritorio y señalo la silla continua a esta, él dirigió sus pasos hasta el lugar y tomo asiento.

—permítame— el hombre con un simple movimiento de varita limpio las oscuras ropas de quien era su alumno en ese entonces.

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Holi, voy a estar corrigiendo mis horribles errores ortográficos así que posiblemente Wattpad les notifique, no se alarmen.