—¿porque haces esto?— preguntó aburrido Harry, tenía un día genial en casa! Pansy había preparado una cena exquisita y los niños estaban en la madriguera, ¡pero tenía que llegar el hurón a cambiar sus planes!
—te... necesito potter— respondió con asco el rubio, nunca en su vida había dicho eso -excepto a Hermione cuando quiso marcharse de su vida- no lo repetiría una vez más.
El niño que vivió abrió los ojos desmesuradamente ¿había escuchado bien?¿Draco hurón teñido nunca pido ayuda Malfoy, estaba pidiendo SU ayuda? ¿Tal vez debería ir a visitar a un doctor, estaba alucinando...
—no estás alucinando Harry— se sobresaltó, vaya que Luna era escurridiza y lo había pillado.
—¿donde está pansy?— preguntó secamente, estaba ansioso y Potter solo alargaba más el tiempo debilitaba su poca paciencia.
—se quedó en casa, dijo que eras un inepto, un bruto desvergonzado, un aragan y recalcó que te odia por arruinar su noche perfecta—rodó los ojos exasperado, era tan absurdo —citó la regla 3 de su acuerdo de amigos en la que dice que no puedes solicitar nuestra presencia pasado las cinco de la tarde a menos que sea una emergencia...
—esto es una emergencia— lo dirijo una mirada acusadora, no es nada nuevo y se había acostumbrado, Malfoy tenía una forma extraña de demostrar cariño.
—además ese "acuerdo" que mencionas no existe o al menos yo no acepte tal cosa.
—si... sobre eso— agacho la mirada, el piso era muy interesante ¿eso era una pelusa? Una pelusa en su zapato! Que bonita era! —¡Potter!— estupido Malfoy, primero le arruinaba la noche y ahora no le dejaba admirar la hermosa pelusa, suspiró —tal vez y solo tal vez lo hayas echo estando ebrio— listo, si sus cálculos eran correctos le quedaba una semana de vida... cinco segundo en silencio, error le quedaban 2 días, diez segundo de silencio... si probablemente moriría en media hora, debió despedirse bien de pansy u recordarle a los niños lo importante de cepillarse los dientes.
Se oyó un soplido, al parecer no moriría hoy, el hurón se estaba controlando para no asesinarlo en ese mismo momento.
—¿Hermione sabía de ese trato?— preguntó sin dejar de mirar el suelo, su voz era dura y firme... más de lo normal; ¿ahora como le decía? "Hey, te cuento, soborné a tu esposa para que firmara un trato y el objeto eran fotos tuyas en pañales" no, eso sonaba mal "sabes, un día encontré fotos tuyas de bebé y quise sobornar a mi mejor amiga con ellas" eso sonó peor.
—si...— susurró no era tan malo después de todo, si le pedía ayuda a Casie solo lo obligaría a masajear sus pies por una semana luego del trabajo... pensándolo bien era mejor unos crucios, sus pies apestaban a queso rancio y su pobre estómago no lo soportaría, hizo una mueca de desagrado.
—te obligaré a tragar caracoles si no respondes... recuerdo un buen hechizo de echo—camino por la estancia, jugando con su varita en manos, se detuvo a ver su reflejó en unos cristales —weasley lo conoce— continuó —segundo año ¿si lo recuerdas?.
—es no es el punto ¿para que me llamaste?— trató de cambiar el tema mirando en dirección a luna que comía tranquilamente una tarta de melaza.
—bien, Potter dime ¿cuáles son los beneficios de ser El Salvador del mundo mágico?— siseó acercandose lentamente al azabache.
—como jefe del departamento de aurores puedo llegar a cualquier lado del ministerio, ¿porque preguntas?
—¿incluso el departamento de misterios?— habló tan rápido que el mismo no entendió.
—básicamente si además... — el rubio no lo dejo hablar, tenía que responder primero sus importantes preguntas.
—si rompes las leyes ¿tienes los mismos cargos que alguien normal?— lo miró fijamente a los ojos mientras él Niño que vivió hacia muecas raras tratando de pensar en es posibilidad.
—en partes... creo, me refiero a que tendría la oportunidad de explicar el orden de los sucesos y librarme de una condena, la verdad es que no lo sé— le resto importancia.
— bien, eso es todo Potter, puedes ir a casa y dile a pansy que necesito su presencia.
El Niño que vivió y se enfrentó al que no debe ser nombrado se fue sin preguntar más, sabía que el rubio estaba en un estado crítico y mejor no lo agobiarlo.
—lovegood, necesito un poco de polvo peruano de oscuridad— fijó su vista hacia la chimenea que chispeaba.
—tengo un poco en estos momentos, ¿te sirve—Exclamó amablemente la rubia —también traje un poco de doxycida— rápidamente abrió su pequeño bolso rosa para sacar dos pequeños frascos con contenido negruzco.
—gracias lovegood, es importante para mi.
—recuerda que no debes hacer las cosas solo, Theo debería venir él es de mejor ayuda, iré a casa, Lorcan y lysander deben estar por matar a Theo; asta la próxima— sin más se aproximó a la chimenea para desaparecer entre las llamas verdes, ella tenía razón, debería de pedir ayuda y dejar de encerrarse en una burbuja... ¡estupido orgullo que le impedía hablar con Theo!,¡pero él tenía la culpa!
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¿Draco Malfoy pidiendo perdón? Ojalá y fuera un chiste de mal gusto, ni siquiera era su culpa, Theo fue el que... ¡el culpable de lo que sea por la que hayan peleado!
—te odio— escucho la voz de su querida mejor amiga Pansy Parkinson, la quiera como una hermana, no lo negaba; la conocía desde que usaban pañales y sus padre siempre dijeron que se casarían juntos para continuar el linaje y que unirían a los Malfoy y a los Parkinson, ilusos.
—hola pans ¿cómo estás? Yo muy bien, gracias por preguntar— respondió con sarcasmo, lo sacaba de sus Casillas, simple.
—¿que quieres?— el orgullo y la altivez en su voz marca "princesa eterna de slytherin" él puesto lo tenia bien merecido debido a sus respuestas firmes, además demostró ser digna slytherin, el propio Salazar la querría y de eso estaba segura.
—¿alguna vez as pensado en viajar al pasado?
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Entre el tiempo
أدب الهواةLa muerte de un ser querido es doloroso, Draco Malfoy lo sabe bien, durante su vida a presenciado las múltiples muertes de quienes le importa pero ninguna fue tan dolorosa como la de ella, Hermione Granger; su esposa. La locura invade su mente y bus...