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—debe saber joven Malfoy que su estadía aquí podría arruinar el futuro tal y como usted lo conoce— recalcó el hombre para cerrar la puerta tras él.

Sabía muy bien todo el caos que podría generar y en partes le aterraba, además su yo de esta época era un idiota niño de papi y eso si era un desastre.

Bien, según las memorias compartidas con Hermione en esta época lo odiaba más, genial, otro número en la lista de "maravillosos eventos" que le venían sucediendo.
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— ¿y como abrimos esto?— observó a su yo pasado, no negaría el atractivo innato que tenía desde temprana edad pero sin duda ese corte le favorecía.

Dumbledore lo había presentado como un auxiliar de ayuda frente al gran comedor durante el desayuno, claro que tuvo que cambiar su aspecto físico pues no era muy normal ver a un hombre recién llegado que tiene las mismas facciones que un Niño muy bien conocido por todos. Se armaría un escándalo y ni pensar en los futuros problemas que cargaría.

Fue simple conseguir cabellos de un atractivo hombre que se cortaba el pelo en una peluquería para luego colocarlos en poción miltijugos (reservas que su propio padrino le dio) snape no regalaría tal elemento a diestra y siniestra por lo que luego de mucha presión hacia el vejete director consiguió sacarle toda la verdad.

—¿qué haces aquí Niño impertinente?— bramó en su momento el jefe de la casa de slytherin para luego jalar de las orejas al rubio.

—no soy un niño y puedo elegir lo que se me plazca— contesto con simpleza luego de des hacerse del agarre sobre sus orejas.

Luego abrazo a aquel hombre que le había dejado la investigación de su vida, al hombre que de una u otra forma siempre pensó en lo mejor para el, le tenía afecto y mentiría si dijera que no le dolió si muerte.

Su actual aspecto tenía un rubio oscuro casi castaño con ojos azules brillantes, nada parecido como los grises que tenía usualmente, una nariz perfilada y parecida a la suya con labios delgados y exquisita sonrisa, ahora tenía barba y bigote, sin duda alguna su aspecto era más amigable. si iba a usurpar la identidad de alguien más entonces lo haría con estilo.

—no seas idiota, solo acaricia su lomo— se reprendió a sí mismo, era raro y de cierto modo bizarro, observar su imagen, cambiar el rumbo de la historia.

Recordaba lo que pasaría ese día por lo que pidió acompañar esa clase de "cuidado de criaturas mágicas" entre gryffindor y slytherin, sabía que no debía cambiar muchas cosas por no decir nada pero quería asegurarse de no ser tan cruel o al menos controlar sus palabras.

Pudo ver cómo Hermione llegaba con potty potty y el pobretón, sus rizos estaban más definidos y sus mejillas sonrosadas, se veía realmente encantadora y adorable, tenia enormes ganas de correr y abrazarla y llorar como un niño pequeño en su regazo, cada día era difícil despertar y no ver sus castaños cabellos desparramados en la almohada, bañarse y no sentir su aroma a cítricos por todo el lugar, no oír sus melodiosa voz o su contagiosa risa.

—buen día profesor Julián— saludo la chica en su dirección —crei que hoy estaría con segundo— comentó amablemente, después de todo él había brindado confianza a los estudiantes desde el primer día.

—lo iba a hacer pero tengo una corazonada, mejor prevenir— contestó con simpleza mientras limpiaba las lunas de los lentes que ahora tenía que usar.

—claro profesor— sonrió levemente y caminó hasta llegar con sus amigos.

No prestó atención hasta que unos gritos lo sacaron de su aturdimiento, sabía perfectamente quien gritaba igual que animal degollado.

—¡me hirió, moriré!— que inmaduro era su yo del pasado. —Joven Malfoy levántese— se acercó a él.
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—¡inaceptable!— bramó el rubio mayor provocando un estruendo en la mesa —¡¿como contratan personal sin informar al comité?!— Lucius Malfoy realmente era alguien de temer y él lo sabía, después de todo era su padre y había crecido bajo el estricto régimen que conllevaba en apellido.

—señor Malfoy fue una decisión que tomamos lo profesores para ayudar a los alumnos, algunas escuelas tienen psicólogos que ayudan con su salud mental, es por el bien de los estudiantes— tomó un dulce y lo saboreó tranquilamente como quien no ve Troya arder frente a sus ojos.

—le aseguro que el señor Julián Albert es una persona capacitada y responsable de sus actos— Draco que se encontraba al espaldar de la silla del hombre canoso reaccionó y con un leve asentimiento contestó la pregunta, realmente se sentía cohibido, pasaron muchos años desde la última vez que vio a su padre vivo claro esta, su presencia le daba escalofríos e incontrolables ganas de gritarle algunas verdades.

—mi hijo fue lastimado en su cuidado y no voy a...— por morgana, su padre no se interesaba realmente de él.

—le recuerdo señor Malfoy que el joven fue lastimado por un descuido, no debió acercarse al animal sabían lo que podía pasar.

—si le tranquiliza puedo darle atención especial para tratar sus... traumas del accidente— intervino, debía de detener esa situación en cuanto antes y hacer que el hombre que decía ser su padre se largara lo más rápido posible, no podía seguir respirando el mismo aire.

—es lo mínimo, le informaré a Draco sobre estos tratamientos.

—tenga un buen día señor Malfoy— despidió el director viendo como la cabellera rubia desaparecía por el umbral de la puerta.

—creo que deberías descansar, fue un día largo— sonrió cálidamente al joven no tan joven que tenía enfrente, se le hacía extraño ver esa imagen en un Malfoy.

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Juro actualizar seguido, en mi defensa estuve medicada y parecía zombie jsjsjjsjs nada de que preocuparse.

Entre el tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora