Todas las alumnas de mi clase se quedaron pasmadas cuando la profesora Mcnetty terminó de contar la historia de Hylarion, el nuevo mundo.
-Pero entonces -empezó a preguntar Kiri, mi hermanita de seis años- ¿que pasó con los hombres? -siento ternura por su inocencia.
-Tras la guerra, los pocos que sobrevivieron, llegaron a un acuerdo con nuestra Salvadora -explicó la profesora- ellos ahora viven al otro lado del océano, y conservaron el nombre original de su tierra, Iridon. Donde pertenecen.
-¿Que pasaría si uno de ellos atraviesa el océano y nos encuentra? -insiste mi hermanita.
-Entonces, cuidado. Porque robarian de nuevo a todas las mujeres para atarnos como animales.
Las niñas más pequeñas hacen un grito de exasperación y terror. El timbre salvó a la profesora, pues ya no permitió que se hicieran más preguntas.
Tomé mi mochila y me fui a la cafetería de la única escuela que hay en Hylarion. Aunque llevemos cien años viviendo en una comunidad donde sólo hay mujeres y niñas, estamos realmente en un lugar escondido y remoto.Y se preguntarán, ¿existe la reproducción? Claro que sí.
Mi madre, Dorelia, es la mejor científica de todos los tiempos, pues creó un método para crear más hijas de Eva. ¿Y cómo es esto? Bueno, se adquiere el adn de nuestra Salvadora, tan bondadosa y fiel, y se mezcla con el otro adn de voluntarias para así, mujeres puedan embarazarse y dar a luz sin la necesidad de concebir con un horroroso y asqueroso hombre.
Aquí, en Hylarion, ya no hay más obligaciones de nada.
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Las hijas de Lilith
FantasyLa guerra terminó en Iridon. La más sanguinaria de todos los tiempos, acabó para dar comienzo a una Nueva Era. Una donde no existan reglas discriminatorias, donde no hay normas que les digan a las mujeres como deben ser o vestirse. Y mucho mejor, un...