Capítulo 6.

6 0 0
                                    

Salir del muro.
Nunca me lo habría imaginado de esta forma. Me considero una mujer aventurera, que le gusta lo espontáneo. Pero salir del muro a investigar que pasó con las Guerreras Celestiales, da un poco de miedo. No sé si es miedo a lo desconocido, o salir de mi zona de confort, pero salir del muro es peligroso. La reina Eva no nos está preguntando, nos está avisando que haremos esta misión, y a cambio nos dará un puesto importante. Vaya, arriesgar así mi vida para luego obtener un absurdo y aburrido puesto político. A Rashelle no la veo convencida pero acepta. Bueno, en realidad no nos está dejando más opción. 

A la mañana siguiente salimos temprano. La reina nos obsequió armas poderosas para defendernos contra los morigans y otras criaturas desconocidas que habitan fuera del muro. Rashelle voltea a verme cuando se abren las puertas del muro y me toma de la mano. Juntas hasta la muerte, juntas hasta que los Dioses decidan apartarnos. Nuestro juramento de mejores amigas es inquebrantable.
Mamá me ve desde la multitud que nos aplaude como si fuéramos mega valientes y nos hubiésemos ofrecido como voluntarias. Mamá corre hacia mi junto con mi hermana de la mano y me abrazan.
-Nada es lo que parece... -me susurra al oído. Frunzo el ceño y la miro directamente a sus ojos ambarinos.
-¿Qué?
-Cuidado -me dice y me entrega una daga afilada enfundada en un forro de cuero con piedras incrustadas que parecen jades. Me pone un colgante alrededor de mi cuello que parece una reliquia familiar. Intento ver el emblema pero mamá me toma las manos.
-Por más que quieras, no te lo quites. Te protegerá.
-Mamá, qué...
Sin poder terminar mi pregunta, las trompetas suenan y aturden mis oídos. Es la señal que, o salimos, o nos quedamos. Rashelle voltea a verme y asiente. Finalmente me agacho de cuclillas y le doy un beso a mi hermanita, quien se sostiene chupandose el dedo pulgar. La abrazo y le doy un último beso a mamá.
-Te amo, mamá -musito apenas. Mamá no me responde pero sé que ella también me ama.
Volteo hacia atrás y veo a la reina Eva, quien nos observa a detalle. Hay algo aquí que no me parece del todo normal.
Rashelle y yo atravesamos el muro y a nuestras espaldas se cierran las puertas con un hechizo conjurado por la misma reina Eva.

Las hijas de LilithDonde viven las historias. Descúbrelo ahora