« 𝗔𝗻𝘁𝗶-𝗿𝗼𝗺𝗮𝗻𝘁𝗶𝗰 ꗃ 𝗛𝗲𝗲𝗞𝗶.

O3; Anti lluvia.

- Oficialmente se cumplían dos semanas desde que conoció y estuvo en una cita con Nishimura, a lo largo de esos días no lograron volver a verse, los horarios apretados y el clima no ayudaban en gran parte, como en ese momento, la segunda cita que habían planeado se estropeo completamente por las grandes corrientes de agua que se llevaban consigo cualquier cosa que estuviera en las calles, las nubes negras que cubrían todo el cielo soltando toda la tristeza retenida en cantidades enormes de agua eran los causantes de la cancelación de aquella cita.

Y abiertamente lo admitía el peli negro. Se sentía decepcionado de ello.

Realmente no le importará mucho eso, pero ya se había acostumbrado a las ocurrencias del menor con los mensajes, los cariños, las bromas mal hechas, los memes raros, las notas de voz. . . Pero quería también jugar con ello en persona, no era divertido ver cómo el chiquillo era el único en divertirse, muy bien sabía que Riki tenía las acciones fríamente calculadas, eso no era divertido para el, y lo sabía ya que tardaba en contestar sus mensajes ya que era cuestión de diez minutos en responderle uno y eso que el siempre le respondía de forma casi inmediata, ahora que veía eso se sentía patético, bueno volviendo con lo anterior dicho, Lee podía sentir que estando cerca del niño lo vería entrar en crisis por no saber que contestarle, eso lo quería aprovechar e sobre todo admirar.

¡Sin embargo no podía por la lluvia!

De tanto estar pensando comenzó a tener hambre, así que decidió caminar a la cocina con el fin de calentar lo que más amaba degustar, ramen, aún quedaba algo del especial que hacía su madre, ya que solo ayer logro tenerla como visita en aquel enorme y frío departamento, e solo por verlo pegado a tantas hojas con números decidió hacerle de cenar su rico ramen, estuvieron hablando hasta que se hizo demasiado tarde e su padre paso a buscar la, unas cuantas palabras entabló con el mismo y adiós. Lee podría decir que quiere a sus padres por igual pero tiene una mejor relación con su progenitora.

Mientras dejaba a fuego lento lo que sobró de la cena del día anterior escuchó en alto la canción Boy With Luv de BTS la cual era su respectivo tono de llamada.

Suspiró resignado con la vida e comenzó a caminar hasta la sala de estar donde su teléfono se encontraba cargando.

─ ¿Niki? ─

El niño lo estaba llamando. . . ¡El niño lo estaba llamando! Al darse cuenta de aquello tomo lo más rápido que pudo el teléfono e contesto la llamada.

Por un momento no sé escucho nada, la señal estaba un tanto inestable por la lluvia, decidió caminar dónde le era preferible e lograba tener mejor señal por el departamento, su cocina, así también podía ver la comida - no era mentira el decir que HeeSeung tenía hambre - .

─ ¡Lee HeeSeung! ─

─ ¡Nishimura Riki no me grites mocoso! ─

Escucho la escandalosa risa del de ojos afilados, pocas veces tuvo la dicha de escucharla, una ves en su primera cita e las otras atraves de las notas de voz. Le gustaba e calmaba.

─ ¿No le molesta? ─

─ ¿El que? ─

Un relámpago se escucho por todo el lugar, acompañado de un chillido por parte de la otra línea, sonrió con ternura por la reacción del contrario, en esos momentos volvió a coincidir con la misma opinión de Jay, Niki era tierno.

Ahora era él que reía de manera armoniosa.

─ Ay, es muy bobo, ¿Alguna ves se lo comentaron? ─

─ ¿Aparte de ti? No.─

Aunque estuviera el horrible ruido que realizaba la lluvia no era suficiente para opacar la risa del menor, e Lee no sabía si estar agradecido con el de arriba o simplemente rogarle que le devuelva la tranquilidad que su corazón calcinado tenía con anterioridad, ya que con solo el sonido que emitía ese pequeño muchacho lograba hacer que las cenizas comenzarán a calentarse en aquel prado lleno de ellas.

El camino era largo y muy doloroso para lograr revivir aquellas llamas, la mayoría lo abandonaba sin siquiera iniciar el recorrido, ¿Por qué ese niño ya las tenía en su poder? Solo eran dos semanas, se sentía bobo.

─ ¡Ya! Mucho molesta, de verdad, yo solo quería animarlo.─

─ ¿Y eso? ─

─ ¡Realmente es muy tonto! ─

Ahora el turno del relámpago en caer fue en el lugar del peli rubio, otro chillido se escucho por el mismo, Lee ahora estaba preocupado, de verdad. Por un lado le daba gracia el ver cómo un hombre de veintiuno se asustaba por unos simples truenos, pero por el otro lo invitaba a protegerlo e tenerlo entre sus brazos calmando lo, diciéndole que todo va a estar bien.

Apagó la estufa, se sirvió en un tazón todo el contenido de ella e fue a la sala en completo silencio, intentando descifrar el por que de las acciones contrarias.

─ ¿Hyung?, ¿Se enojo? ─

─ ¿Te dan miedo los truenos? ─

─ ¡No! ─

Nego con su cabeza, aún muy bien sabiendo que Niki no podía verlo, se llevó gran parte del contenido de plato a su boca e comenzó a comer.

─ ¿Está comiendo en estos momentos? ─

─ Ujum.─

Otra ves la risa del menor, logrando avergonzar está ves al peli negro, no sabía quién era más molestó, si el o el mismo Riki.

─ No me contestaste mi pregunta.─

─ Usted tampoco lo hizo con las otras.─

─ Touche.─

Por el otro lado de la línea se escuchaba como Niki buscaba algo, ruidos de platos e utensilios siendo golpeados entre si, ¿Le había dado hambre al mocoso?

─ ¿Qué buscas? ─

─ Una cuchara, Jay hyung logro encontrarme por fin e me estuvo persiguiendo por toda la universidad, no logro alcanzar me, e su última opción fue comprarme un bote de helado para poder hablarme, lo quiero probar.─

─ ¿Vas a comer helado con este clima, ser del mal? ─

─ ¡No me diga ser del mal! ─

─ Demonio pues.─

─ Es realmente fastidioso. . . Y si voy a comer helado por que estar hablando con una persona muy dulce me di ganas de comer algo dulce.─

─ Tus intentos de coqueteos son muy malos.─

─ Tal ves, pero apuesto a mi helado que en estos momentos debe tener las mejillas rojas e se estaba atragantado con lo que sea que esté comiendo.─

─ Mata pasiones.─

─ ¡Pero mire quién habla! ─

Y solo tal ves todo lo que dijo Niki tenía razón, Lee HeeSeung estaba completamente rojo de las mejillas e muy pero muy avergonzado por los coqueteos de mal gusto del menor.