O9; Anti cita.

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- Los nervios siempre fueron uno de los peores enemigos de Lee, en la gran mayoría de su vida estudiantil los había soportado, hasta llegando al punto de saberlos controlar, pero ahora que era un adulto hecho y derecho, le llegaban situaciones normales para los adolescentes que hacían ponerlo nervioso, ¿Cómo era posible? El era Lee HeeSeung, un hombre sin miedos, pero se encontraba afuera de la casa de cierto chico universitario hecho una montaña de nervios, joder, si sus amigos lo estuvieran observando estarían riéndose como focas con retraso mental por su actitud tan infantil ante su cita.

Tomo aire al sentir que este como por quinta ves desde que estacionó el auto se le escapaba de sus pulmones.

Miro su reflejo por el espejo retrovisor, su atuendo le gustaba mucho, lo hacía tener un poquito más de confianza en si mismo; una chaqueta y pantalones de mezclilla, una camiseta blanca por dentro, haciendo juego a esta llevaba unas botas negras de cuero, con su respectivo cubrebocas del mismo color que las botas. Bendito sean los gustos de Park SungHoon, si todo salió bien le invitaría a comer carne coreana.

Salió del carro, ya debía dejar de ser tan cobarde, oh por dios, cuando toco la puerta del hogar del muchacho de cabellos de oro sintió sus piernas flaquear ante todas las emociones acumuladas en ese momento.

Otra ves las sintió inestables al ver al rubio abrir la puerta, ¿Nishimura Riki era real? ¡Dios! Era tan lindo, ese suéter celeste con rayas de azul oscuro una talla más grande a la de el, junto con ese pantalón de mezclilla, sus zapatitos, sus ojitos hechos en dos finas líneas haciéndole entender a HeeSeung que estaba sonriendo atraves de su cubreboca blanco, lo hacía ver tan etéreo que Lee tenía miedo de tocarlo e arruinar tan perfecto ser.

─ ¿Nos vamos hyung? ─

─ Si, vamos.─

Al montarse al auto comenzaron con una plática la cual fluía de una manera muy cómoda, risas, respuestas un tanto sarcásticas, sonrisas, coqueteos por parte del menor de los dos era lo que podías notar en ese auto.

¿A dónde se dirigían? Pues era una sorpresa para el peli negro, ya que el de ojos afilados solo se limito a decirle la dirección de su primera parada, porque si, la tarde junto con la noche eran jóvenes y el de apellido Nishimura lo sabía.

Su destino fue un centro comercial, algo un tanto aburrido para muchos pero Riki quería enseñar le algo a Lee, el niño estaba muy emocionado, ya que desde bajaron del vehículo el empresario fue arrastrando a una tienda en particular.

─ ¿Un refugio de animales Riki? ─

─ Ujum.─

─ ¿Esto a qué se debe? ─

─ Ya lo verá hyung.─

El menor de los dos, entrelazó sus manos para entrar al local.

Niki solo le regaló una sonrisa al chico encargado del mostrador, el cual de igual manera lo hizo, llevándolo así a una parte más alejada de los clientes habituales del lugar, específicamente lo llevo a la zona de convivencia que tenían con los animales.

El empleado de esa zona les dió el pase dónde los perritos, estos solo pasaron a estar viendo, algún que otro cachorrito se llevaba mimos por parte del rubio, otros lo hacían por parte del peli negro, pero hubo en uno donde se detuvieron de forma brusca, o por lo menos fue para Lee ya que Nishimura solo se quedó observando a su cita.

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