Capítulo 6

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Había salido con tanta rabia de ese lugar, que fui corriendo hasta el carro. Abrí la puerta para entrar en él y la cerré con tanta fuerza que si mi madre me viera me echaría la bronca del siglo.

Empiezo a respirar suave y lento para que mi ritmo cardíaco entre a su vaivén normal. Como es posible que en tan pocas horas haya pasado por tantos estados de humor con ese chico. No se si el bipolar era él o yo. Podíamos estar 5 minutos bien y 15 mal, por dios. Pobre de su novia que lo tiene que aguantar.

Arranco el carro y voy manejando hacia la casa, ya está atardeciendo y veo que el sol se está poniendo entre las nubes para luego ir desapareciendo.

Necesitaba música más relajada y tranquilizante, así que opto por Versage on the floor de Bruno Mars. Voy tarareando la canción y con ella me relajo un poco, de verdad esta semana sería aburrida sin sexo, alcohol y tampoco sol. Voy a parecer un vampiro virgen.

Por suerte no tendré que verle la cara a ese tipo de nuevo, porque claro está que mis próximos tatuajes serán con otras personas, porque allí ya no entro más. Aunque su trabajo me gustó mucho, no vale la pena, me ofendió más de una vez. Estúpido.

Para mí salvación hoy viene Patrick a casa, así que estaré entretenida, sin sexo pero su compañía me gusta mucho.

Ahora que lo recuerdo, tengo que hablar con él acerca de nuestra relación. Ya no me siento bien haciendo esto, le tengo mucho aprecio para que sufra así.

Mi humor gracias al cielo ha cambiado, la música y los libros son mi mejor terapia, ellos arrazan con todo.

Estoy llegando a la casa, voy doblando la esquina de esta y sonrió al ver el carro de Patrick al frente de mi casa. Ya había llegado.
Me estaciono detrás de suyo, cierro todo en el mío, lo apago y salgo. Tengo tantas ganas de llegar, darme una ducha y comer.

Abro la puerta con mi llave, ya puedo sentir a Luna ladrar, esta ratica mía, sabe que soy yo.
Solo de abrir la puerta se me lanza encima dándome lengüetazos y ladrando para que la tome en brazos. Le doy muchos besos a mi pequeña y la dejo en el suelo luego.

Miró hacia la sala de estar y veo a mi abuelo tomándose un trago de whisky con Patrick, eso es raro, él no es de tomar, seguro abuelo lo convenció. Me lo imagino:
- tomas conmigo o no duermes con mi nieta esta noche -solo de pensarlo me invade una risa.

Pat me mira y su rostro cambia, me mira con unos ojos de sálvame, llévame de aqui.

-Hola-. Digo a los presentes en la sala.

-Hola hija como te fue con el garabato que te querías hacer- me dice mi abuelo de forma jocosa.

Le doy un beso a él en la frente y otro a Pat en la boca. Me siento a su lado y le respondo a mi abuelo.

-Pues muy bien-. dice que muy bien, si él supiera.

-Mira lo que me he hecho- le digo a los dos para que miren.

-Vaya es muy bonito- me dice Patrick.

En verdad me sorprende que me diga eso, ya que él no quería que me hiciera uno.

-¿te gusta de verdad? , que bueno. - me avalanzo hacia Pat y le abrazo, lo recibe con cariño pero siento algo distinto, como si no se sintiera cómodo.

Me separo de Patrick y me dirijo a la cocina para ver si esta mamá allí.

Entro por la puerta de la cocina y la veo bailando mientras cocina. En la radio están poniendo una canción de Adisson Pakk muy buena y pegajosa, la cual hace que tu cuerpo se deje llevar con la música. Me acerco a ella y la sorprendo.
- Valeria me has dado un susto de muerte.-me dice con pedazo de lechuga en la boca.

 El tatuador de almas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora