Capítulo 19

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Después de nuestro juego entre heridas, Bourbon y salsero decidimos dejarlo y salir a comer para empezar a trabajar. A pesar del show mañanero con esos tipos, Jeremy tenía un humor de los cielos, cosa que agradecía. Por suerte o por desgracia Jeremy cambiaba de humor igual que yo.

¿Será gemenis?

Encontramos un sitio cerca del estudio para comer. Es un lugar pequeñito y nuevo pero súper acogedor. Se llamaba Lola's good y tenía toda la pinta de ser comida casera.

Entramos y nos sentamos un una mesa de dos. La decoración es de madera desgastada desde el suelo hasta el techo incluyendo las mesas. En ellas tienen una botella de coca cola con agua para mantener viva la flor que lleva  dentro, un girasol. De verlo solo sonrió y de forma automática me toco mi más reciente tatuaje. Me vino a la cabeza muchos recuerdos de mi papá cuando era niña.

— Si quieres te la puedes llevar— me despierto de mi viaje.

—¿Y tú eres el dueño del lugar para decir si me lo puedo llevar o no?— sonrio.

—No, deben tener más. si te lo llevas no crearás una guerra mundial. Solo digo.

— Solo olvídalo. Mejor hablemos un poco  del trabajo, traje unas preguntas para empezar— hablo sacando una agenda de mi bolso.

—¿Preguntas? Nunca hablaste de hacerme ninguna pregunta— abre los ojos sorprendido.

—Te dije que necesito testimonios y tú eres uno de ellos ¿Cuál es el problema?—lo veo resoplar.

—Por suerte me vas a pagar porque todo esto es un fastidio— se queja.

—No seas creído, si te encanta pasar tiempo conmigo— me llevo el bolígrafo que traje a la boca y le guiño un ojo.

—Hola que desean ordenar—una chica rubia y hermosa nos atiende. Veo a Jeremy babeando como perro con lengua afuera y le doy una patada por debajo de la mesa.

—Auch ¿Por qué haciste eso?— me mira fingiendo dolor.

— Yo quiero una pasta con vegetales salteados en aceite de oliva y salsa bechamel—le ordenó a la chica.

—Y yo solo quiero... Ehh... —me está poniendo mal. La rubia sonríe al ver que tartamudea.

—¡Acaba de hablar!— levantó un poco la voz. Los dos me miran y quiero en ese instante hacerme pequeña y desaparecer.

—Una hamburguesa estará bien. ¡Ah! Y una ración de nuggets de pollo, por favor.

La chica se va pero sus miradas se cruzan y siento una molestia muy grande. Un momento...
¿Por qué siento una molestia tan grande?

Valeria controlate.

Jeremy vuelve la atención a la mesa y garraspea su garganta.

—¿Es imaginación mía o vi a alguien con síntomas de chica celosa celosa?—se acomoda en su silla y se inclina hacia delante.

—No cariño lo hice porque estabas quedando como imbecil frente a ella—le contrataco.

— Al parecer este imbecil le gustó— se vuelve a girar, ve a la rubia en la barra y está le sonríe de vuelta.

—ya veo que consigues a las chicas tan rápido como chasqueas los dedos— hago la acción de chasqueas.

—¿Te lo estás preguntando Valeria? Eso es lo primero que debes poner en la investigación—habla abriendo los brazos de par en par, como diciendo algo obvio.

—Mejor pongámonos serios y vayamos a lo que me importa— cambio mi voz a una más profesional —Primera pregunta, muy simple¿Qué crees de los tatuajes?

 El tatuador de almas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora