f i v e

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―¡Binnie! ―hablo Seungmin, moviendo su mano de un lado a otro, llamando la atención del aludido en cuanto vio a su mejor amigo acercarse a el con una gran sonrisa. 

―Min ―saludó sonriendo también. 

Ambos jóvenes habían decidido ir al parque que les quedaba cerca para pasar el tiempo y probar los helados del nuevo local que recientemente había sido abierta.

Cuando el peligris llegó junto a su amigo, emprendieron su camino al local mientras charlaban de cualquier cosa, algunas veces riendo. 

Al llegar se acercaron a la chica de cabellos rojizos que atendía mientras marcaba chicle, parecía desinteresada en su trabajo pues su mirada lucía cansada. Pidieron los helados que comerían y se dirigieron a una mesa vacía dentro del lugar. 

Algunas veces se quedaban en silencio, pues ambos comían de sus helados y en otras sacaba algún tema de plática. 

―Por cierto, ―comenzó seungmin, mientras le daba otra lamida a su helado― Chan me invitó a una fiesta de su amigo Mark, así que quería saber si quisieras ir conmigo. ―dejo de comer para mirar al pelinegro. 

―No lo sé. ―hizo una mueca― sabes que no bebo y a ninguno nos gusta ir a fiestas ―dijo, tratando de excusarse. 

―Ya sé, tonto ―rodó los ojos divertido― no te voy a pedir que bebas, porque ni siquiera es obligatorio pero podemos intentar algo nuevo. ―Se encogió de hombros y mordió la galleta de helado.

Changbin hizo una mueca. No estaba seguro si fuese buena idea. 

―De acuerdo. 

Seungmin sonrió y le agradeció. 

𖡎

Esa misma noche, un amigo de Chan los había llevado hasta la casa de Mark. Seungmin no recordaba el nombre del chico pero lo había visto antes,  pues a veces iba con ellos en el receso que charlar un poco con el peli morado.

El camino a la casa de Mark, fue algo largo, sin embargo hablaron un poco y ni siquiera se dieron cuenta del trayecto a su destino. 

Al llegar, bajaron de la furgoneta, y notaron que en realidad no era una gran fiesta. No sé escuchaba la música tan alto y no había gente fuera de la casa, supieron que el dueño había invitado solo algunos amigos. 

Entraron y no se equivocaron, pues en realidad no había mucha gente. 

Seungmin y Changbin no conocían a muchas personas de ahí en realidad, por lo que decidieron que se quedarían juntos. 

Ambos amigos se dirigieron a la cocina a robar un poco de comida y algo de beber. Incluso se quedaron ahí un largo rato hasta que Jisung les habló. 

Se habían reunido todos en la sala de estar, estaban sentados formando un círculo. 

―¿Tenemos que quedarnos aquí? ―susurro Changbin a su amigo peligris. 

―Juguemos un rato. ―contestó mirando al mayor, este le dio una mirada asesina pero acepto. 

Estaban jugando a la botella. 

Dio incontables vueltas, tenías que cumplir el reto o debías tomar un shot. Changbin había perdido la cuenta de cuántos llevaba.

―Podemos irnos si quieres. ―sugirió Kim, hablándole al oído. 

―Estoy bien ―mintió, la cabeza comenzaba a darle vueltas pero no importaba. 

Seungmin asintió no muy convencido. 

La botella giró una vez más, posandose en dirección al pelinegro. 

―Changbin ―comenzó Jaemin― ¿Quién te gusta? 

El aludido miró a los presentes, quienes estaban expectantes, ansiosos incluso. 

Agarró la botella, sirvió en el pequeño vaso y tomó de este. Los demás chicos estaban decepcionados pero no dijeron nada y siguieron jugando.

Se enteraron de cosas que no sabían o que no esperaban que hicieran. 

Y al cabo de un rato, fue turno de Seungmin. 

―Besa a Changbin ―soltó Minho maquiavélico.

Los chicos posaron sus miradas en el de cabello grisáceo, quien miró a Lee, dándole una mirada asesina. 

Entonces, sin dudarlo, seungmin tomó a Changbin, girando su cabeza un poco en dirección al menor y estampó sus labios en los contrarios. 

Seo al principio no le correspondió, pues estaba en shock.  Jamás se habían besado frente a alguien más y el hecho de que los estuviesen viendo le daba vergüenza. Sin embargo, al poco rato le siguió el beso, provocando chasquidos. 

Habían olvidado que no se encontraban solos, hasta que Felix los detuvo. 

Los jóvenes se separaron a regañadientes, ambos con los labios hinchados para seguir jugando. 

𖡎

―¿Qué somos? ―pregunto Changbin de repente en un susurro, sin dejar de ver el techo. 

Después de la fiesta de Mark, ambos amigos se encontraban en la habitación del mayor. Habían regresado en la furgoneta del amigo de Bang, Seungmin supo que su nombre era Chanhee, primo del pelirrojo. 

La pregunta seguía en la cabeza del menor, quien aun no comprendía la razón de esta. 

―Amigos. habló desconcertado, después de una larga pausa, también susurrando.  

Changbin hizo un puchero y agradeció mentalmente que no pudiese verlo debido a la oscuridad.

―¿En serio? ―lo miro por un momento antes de proceder― ¿Seguimos siendo amigos a pesar de que hemos estado besandonos? 

Seungmin sólo se mantuvo en silencio, las palabras no salían de su boca y ni siquiera sabía que respuesta darle a eso porque era cierto, ¿seguían siendo amigos a pesar de lo que hacían? El peligris no lo sabía.

―Maldita sea, Seungmin. ―dijo Seo al ver que no había respuesta, se paró de su lugar y se sentó en el regazo del contrario quien lo miraba sorprendido― no había besado a ningún chico, si, pero no lo hice solo por eso. Seungmin, quise besarte porque me gustas. ―Kim abrió aún más sus ojos― y no sé en qué momento comencé a tener este sentimiento por ti, solo de pronto mi corazón se aceleraba cada vez que estaba cerca de ti, cada vez que me decías cosas lindas o aquella vez que pusiste esa película a pesar de que no te gustaba solo por mi. 

Seungmin se había quedado sin palabras, ¿Debía decirle algo? ¿Qué tipo de confesión era esta? Él estaba ebrio, ¿Y su era una broma? No, definitivamente no lo era, dicen que los borrachos y los niños siempre dicen la verdad. 

En seguida, comenzó a preguntarse si el sentía algo por su mejor amigo.

Mierda, Seungmin estaba confundido, necesitaba tiempo para pensarlo. 

―Lo siento, Bin. ―contesto el peligris algunos minutos después― no sé que siento por ti, así que dame tiempo y en cuanto lo sepa, te lo haré saber. Lo prometo. ―habló firme. 

Hubo un gran silencio después de eso, algo largo incluso. El mejor no supo en qué momento, sin embargo, noto que el contrario se encontraba apoyando su cabeza en su pecho aún sobre el, se había quedado dormido así que solo río leve, jugó un poco con su cabello y depósito un pequeño beso en este. 

―Descansa, Binnie. Ha sido un largo día para ambos. 

Kiss Me  ִֶָ  𝗦𝗲𝘂𝗻𝗴𝗯𝗶𝗻 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora