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Mientras Buckbeak se alejaba volando Harry no pudo contener las lágrimas que estaban amenazando con salir de sus ojos desde que volvió a ver a su padrino detrás de las rejas de la torre, no podía dejar de pensar en lo injusto que era anhelar algo con toda tu vida y en cuanto se te da la oportunidad de recibirlo, te lo arrebatan sin ningún remordimiento. Harry no lograba entender cómo podía existir una persona tan descorazonada como Snape, mucho menos se sentía capaz de vencer al gran y poderoso Lord Voldemort, él solo quería tener una familia propia y ser un chico normal de 13 años.

- Ya no podremos estar juntos Hermione, al parecer tendré que volver con los Dursley. - No pudo evitar reprimir un pequeño jadeo de desesperación que casi paso inadvertido por Hermione.

- Lo lamento mucho Harry, lo mejor que pudimos hacer fue salvarlo del beso, tendremos más tiempo para pensar como demostrar su inocencia. – Hermione le abrazo maternalmente.

- De nada sirve pensar si no atrapamos a Pettigrew, maldita rata. – Harry se soltó del agarre de Hermione mientras se devolvía a la enfermería, pronto pasaría la hora de volver y necesitaban estar allí lo antes posible.

Al llegar a la enfermería Ron los ataco con un millón de preguntas que hacían doler la cabeza de Harry, Hermione solo sonrió y le conto con plumas y garras lo que habían hecho desde que salieron de la cabaña de Hagrid rescatando a Buckbeak hasta cuando liberaron a Sirius y este había escapado con el hipogrifo.

Como siempre, Ron se mostraba sorprendido y algo frustrado de no haber podido participar en la increíble experiencia de rescate mágico, Harry por su parte, solo quería que le borraran de su mente aquel dato revelado, ya que de nada le servía saber que tenía un padrino con el cual podría formar su pequeña y propia familia, y no poder hacerlo debido a que era un fugitivo incriminado y que el verdadero culpable del crimen, estaba corriendo detrás de la persona que quería matarle, quien lo diría, la loca profesora Trelawney estaba en lo correcto.

Después del incomodo encuentro protagonizado por Snape y su desesperado propósito de acusar a los jóvenes de liberar a un criminal peligroso, Dumbledore les permitió a Hermione y Harry volver a sus habitaciones en su casa y Ron se quedaría a pasar la noche en la enfermería para poder revisar su pierna.

Sin embargo, en camino a la torre de Gryffindor Hermione se detuvo y le comunico a Harry que hablaría con McGonagall para devolverle el giratiempo, ya que no estaba dispuesta a volver a cursar tantas materias al mismo tiempo el siguiente año, sin más, se marchó y Harry siguió con su camino sin saber que haber dejado sola a Hermione sería el primero de muchos de sus futuros problemas.

La morena por su parte hizo todo lo contrario, en vez de dirigirse al despacho de la profesora McGonagall camino directo a la biblioteca y al encontrarse vacía, se dirigió a la sección prohibida, mientras buscaba algún libro para sus proyectos personales.

Una semana después, antes de que el Expreso Hogwarts partiera de Hogsmeade a King's Cross, Harry pasaba por el aula de DCAO para desearle buen viaje al profesor Lupin y decirle que lo esperaba el próximo año, ahora que sabía que fue amigo de sus padres y probablemente sabría del paradero de Sirius, quería tenerlo cerca, de alguna forma era como tener un pedacito de su familia con él. Pero Harry no se esperaba encontrar al profesor empacando sus instrumentos y dejando el aula nuevamente vacía como había estado sucediendo durante años, inevitablemente se deprimió sabiendo lo que eso significaba.

- Hola Harry, te vi llegar. – Dijo el profesor Lupin señalando el mapa del merodeador que se encontraba en su escritorio con el resto de sus cosas.

- Lo despidieron. – Si el profesor Lupin noto el tono de nostalgia que utilizo Harry no lo demostró.

- No, renuncie.

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