II

802 62 3
                                    

Harry salió disparado contra un muro golpeándose fuertemente la cabeza, mientras lograba recobrar la conciencia y el aliento, se dio cuenta de dos cosas, la primera es que el tipo que lo había secuestrado se encontraba frente a él, mirándole de una manera que solo Merlín sabe si sobreviviría a su ira, y segundo, él tenia el giratiempo en su mano.

Como si fuera un interruptor activo, Harry saco todas sus fuerzas y se levanto con prisa corriendo dentro del castillo, pasaba al lado de personas que no reconocía y no le interesaba conocer, solo tenia en mente que tenia que escapar, ni siquiera fue capaz de mirar atrás, no quería volver a pasar un minuto con ese loco.

Al ser el último día de clases, los pasillos se encontraban llenos de estudiantes despidiéndose y prometiendo escribirse, Harry se creyó seguro y desacelero sus pasos sintiéndose repentinamente agotado.

Perdido en la multitud, Harry comenzaba a desesperarse, veía toda clase de estudiantes y a pesar de tener la mínima idea de la diferencia entre las casas, no podía reconocer a nadie de la suya ni de las otras, sentía que estaba en una especie de diferente colegio con los mismos parámetros de vestimenta, si no, no se explicaba la dificultad para encontrar una cabeza pelirroja como la de cualquiera de los Weasley o una maraña de pelo castaño como la de Hermione.

Estuvo a punto de ir a la oficina de Dumbledore para preguntarle sobre aquel extraño sujeto que lo había secuestrado y que por fortuna logro burlar, cuando fue detenido por una mano suave en su hombro que lo hizo girar con brusquedad al creer que lo había encontrado el psicópata, grande fue su sorpresa cuando frente a él, un chico algo mayor y un poco más alto que él con túnica de Slytherin y cabellos extremadamente rubios se le quedo observando con curiosidad y le paso una mano por la mejilla limpiando, al parecer, suciedad que tenía de su anterior persecución.

Probablemente fuera estúpido pensar aquello, pero Harry juraba que estaba frente a Malfoy, o alguna clase de Malfoy de otra dimensión porque era imposible que ese chico no fuera un Malfoy.

- Oye Al, te estuve buscando toda la maña...- cualquiera que fuera la terminación de lo que estaba diciendo se quedó atascada en su garganta al mirar fijamente a Harry, sus ojos se abrieron inusualmente verdes brillantes, como si recién se diera cuenta de quien tenía al frente. Harry no recordaba que sus ojos fueran de ese color y, analizando la cara de Malfoy, se dio cuenta de que tenía muchos rasgos que definitivamente no podían ser del engreído Slytherin que conocía confirmando su teoría del Malfoy de una diferente dimensión.

Retrocedió un poco asustado por la mirada severa que le dio el otro chico y comenzó a preguntarse qué tan buena idea sería hablar con un alter ego de su rival escolar.

- ¿Altair? ¿Qué te hiciste en los ojos? ¿Y por qué tienes tantos moretones en la cara? ¿Esas son las gafas de padre? ¿Dónde está tu túnica? ¿Dónde estabas? ¿Por qué estás tan desarreglado? - inclusive sin todas esas preguntas, Harry se hubiera alterado de ver la confianza con la que este extraño Malfoy le arreglaba el pelo y se quitaba su propia túnica para acomodársela en sus hombros, al ser más alto que él, la túnica le quedaba un poco grande. El rubio cambio el color de ella por amarillo, algo que Harry considero extraño pero reconfortante, luego apuntó a su cara y susurro algunas palabras, se vio realmente frustrado al notar que algo no cambiaba, parecía muy pensativo cuando un chico mayor llegó a su lado.

Harry casi jadea al notar que este se parecía demasiado a sí mismo, con ese pelo desordenado y lentes torcidos (aunque con diferente montura), la única diferencia notable quizás fueran sus ojos, eran grises, más bien como un plateado brillante que hacía resaltar el lente, como si la luz chocará en ellos y creará un espectro de sombra resplandeciente en su iris, Harry recordó a su propio padre viendo al muchacho y se asustó pensando que a quien tenía frente suyo era Lucius Malfoy, pero descartó la idea al recordar que el mago era al menos cinco años mayor que sus padres y este Malfoy no se veía mayor de 15. El recién llegado tenía el uniforme de Gryffindor y parecía angustiado cuando llegó al lado del otro Malfoy y suspiro en cuanto lo vio.

La Familia del FuturoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora