Pov Toni¤
Cuando al fin terminó la reunión comencé a alejarme, aún llevando el paragüas en la mano noté como alguien me agarraba de la muñeca.
-¿Qué pasa? -pregunté molesto mientras me volteaba para ver quién era.
Carlo permaneció callado mientras me arrastraba hasta un lugar apartado, donde nadie pudiera escucharnos. Cuando llegamos me soltó bruscamente, yo gruñí y me puse frente a él con los brazos cruzados esperando una explicación.
-¿Y bien? -pregunté con voz arrogante.
-Tío, ¿has visto como el chino no te quitaba la mirada de encima? Un poco más y te comía con la mirada -dijo él.
-¿¡Enserio Carlo!? ¿¡Me has traido hasta aquí por esa estupidez!? -exclamé molesto, si que era verdad que había notado como no me quitaba el ojo de encima pero no lo admitiría y mucho menos a mi hermano.
-¡Digo la verdad! ¡Además se acercó a ti con la excusa de que no quería mojarse! -insistió, yo rodé los ojos.
-No se quería mojar y ya está.
-Toni, vi como se acercaba a ti y te decía algo al oído, no me digas que eso no es para nada sospechoso.
-No digas tonterias, Carlo -repliqué mientras me daba la vuelta y caminaba a donde los demás, evadiendo el tema.
-¡Te gusta verdad! -gritó, yo paré en seco mientras apretaba mis puños.
-Vuelve a decir eso y te vuelo la cabeza aquí y ahora -me acerqué a él furtivamente y con el deseo de tirar el paragüas para asfixiarlo-. No me gusta el chino ese y si fuera por mí que se muriera porque no tendremos ningún tipo de relación fuera del trabajo y no lo conozco de nada -la sangre en mi interior poco a poco empezó a hervir, tenía paciencia pero podía llegar a mi límite. Me puse frente a él desafiándole con la mirada, él me la sostuvo pero se echó un poco hacia atrás, yo esbocé una sonrisa cínica-. De hecho, le odio y ojalá Salinas nos hubiera presentado a otro mercenario.
Luego me fuí dejándolo con la picha hecha un lío, me acomodé el cuello de la chaqueta y me acerqué a Salinas.
-¿Vamos? -pregunté.
-No puedo, me ha surgido algo muy importante y me tengo que ir, os iréis con Hai e Igor al Vanilla para hablar sobre la mercancía. Suerte -urgió para luego irse a paso rápido dejándome solo entre esas personas que acababa de conocer.
Pude notar como el xino seguía mirándome así que lo ignore y procedí a repasar mi mirada por los demás. Al momento llegó Carlo a paso rápido, se paró a un lado mío y al notar la tensión del lugar se rascó la nuca.
-¿Ocurre algo? -preguntó.
-No, "Igol" "plepala" los blindados, nos vamos al Vanilla -ordenó el chino a su esclavo.
-Si "amio".
Pov Hai
Antes de montar en mi blindado repasé nuevamente con la mirada al rubito, no podía evitar pensar que era bastante atractivo y la sensación líbida que me causaba el tan solo pensar en rozarle. Sacudí la cabeza para sacar esos pensamientos de mi cabeza ¿en qué coño piensas Hai? Estás enfermo.
Sobretodo después de haber escuchado toda la conversación que había tenido con su hermano, me extrañó bastante las palabras que dijo por cómo se había comportado cuando me puse a un lado suyo, pero a juzgar por el tono de voz que usó se podía notar a kilómetros que estaba enojado.
-¿"Amio"? -me llamó Igor.
-Que coño "quieles"-dije secamente saliendo de mis pensamientos.
-Ya hemos "llegadio" a "Vanillia" -informó, yo miré por las ventanas y efectivamente, allí estábamos.
Pov Toni
Al bajar del blindado me extrañé al ver al chino tan distraído, era como si hubiera estado ausente todo el camino, sacudí mi cabeza expulsando esos pensamientos, ¿por qué me debería de preocupar por alguien que ni conozco? De todas formas no confiaré en él tan rápido y si le he dicho a Carlo que lo odio deberé actual como tal o el stronzo no parará de molestarme en las próximas semanas.
Entré siendo seguido de Carlo y de los tres mafiosos, me puse a un lado de él mientras Hai se sentaba en una silla de cuero negro e Igor y el otro ruso a un lado de él. ¿Por qué hay tantos rusos?
-¿Y bien? ¿Qué nos querías decir? -preguntó Carlo abriendo tema.
-Necesitáis el contacto de las "pilulas" y me imagino que también la ubicación del sitio, y déjame "decilte" que con cinco mil en "neglo" solo os da "pala" una caja.
-"Amio" si usted "querier" yo "podier" ir con ellos, así las "niñitias" no se pierden por el "caminitio" -dijo Igor, yo le miré arrogante.
-No,no. "Ilé" yo "mejol" y así les pago unas cajas más -el chino se levantó y caminó hacia nosotros-¿Cuál de los dos es el más "lazonable", "flío" y "discleto"?
-Eeeh, yo diría que Toni. Yo soy más de ir rápido y pium pium -contestó Carlo simulando pistolas con sus manos, el chino me miró con desdén.
-¿"Enselio"? -inquirió alzando una ceja, yo mostré una sonrisa forzada.
-¿Me estás infravalorando? Porque ni tú ni yo nos conocemos de nada y ya me estás poniendo en duda cuando ha sido mi propio hermano el que te ha dicho que soy yo -ataqué mientras notaba como me enfurecía, ese chino de mierda me sacaba de mis casillas y ya bastante tenía con aguantar a Carlo.
Carlo al notar como me tensaba me dió una patada disimulada indicando que me tranquilizara, que era el lugar y momento equivocados. Yo me tranquilicé como pude dejando de tensar mis puños, el chino rió.
-Con que necesitas de tu "helmano" "pala" "tlanquilizalte" eh, ni de eso "eles" capaz.
Yo me considero una persona muy calmada y poco impulsiva, de mente fría como suele describir Carlo. En ese instante estaba pensando en qué pasaría si le agarraba de la chaqueta y lo estampaba contra el escritorio.
Inspiré profundamente y pensé en la mamma e Italia.
No funcionó y acabé dejándome llevar por mis impulsos, mi brazo se movió automáticamente, a pesar del dolor que sentí cuando mis nudillos impactaron contra la cara del chino la satisfacción al ver su sorpresa y cómo sus gafas caras caían al suelo lo superaban.
-Toni... -susurró Carlo mirándome a los ojos, yo resoplé- Siento el inconveniente de verdad, mi hermano normalmente no es así pero esta última semana ha sido muy estresante.
Me hizo gracia que esta vez fuera él quién excusaba mi comportamiento, cuando siempre es al revés.
-¿"Amio" "podier" pegar "tirio" en pierna de "rubitio"? -amenazó Igor.
-No... "tlanquilo", ya "hablalé" luego con él -clavó sus ojos achinados en mí y recogió sus gafas del suelo-. Vamos.
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¿Solo un Sugar daddy? ||| HANI
RomanceDos hermanos italianos que llegan a una ciudad. Un asiático grosero y arrogante que no se fia ni de su sombra. Un abogado ambicioso y pervertido. ¿Qué más se puede pedir para que explote el caos?