【𝟏𝟐 】

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—Lo siento... Lo siento.— Llora Gulf con su mentón temblando. La chica deja caer unas lágrimas silenciosas sin dejar de mirarlo. Sus amigos se le quedan viendo. Todos expectantes. Aparece la madre de ambos hermanos corriendo hacia su hijo tirando mordiscos en el aire y lanzando sus manos por doquier. La mujer tenía el cabello ondulado abriendo y cerrando su boca como una desquiciada. Vistiendo una chaqueta crema por encima de un vestido azúl suave con sandalias empañadas de sangre.

Los gruñidos de la progenitora activan el salvajismo incontrolable de la joven no-muerta. Ella se lanza hacia Gulf tirando mordiscos. —¡No! ¡No quiero asesinarlas!— Grita el moreno.

Saint, y los demás jalan para atrás a Gulf en orden de llevárselo consigo y todos corren hacia una ventana que esté disponible. Aunque todo el lugar está prendido en llamas. Varios pedazos de madera arriba en el techo se caen. Mientras que las estatuillas de Jesús postrado en una cruz comienzan a derretirse.

Llegan a una de las ventanas durante la persecución de seis zombies (porque incluso los perpetradores de los abusados, se unieron al combo como zombies). Pero el borde de la ventana en la que se han detenido está encendida en llamas de fuego.

—¡Gulf! ¡No podemos abrir!— Avisa Nink ante toda la agitación. Desesperada al igual que todos. Gulf une sus palmas frente a su propio pecho luego las separa para separar el fuego de enfrente a los lados de la ventana. Nink aprovecha para alzar la ventana mientras que Saint le dispara a los demás zombies con sus flechas. A todos menos a la familia del moreno. Todos brincan por la ventana una vez hecho eso. Al salir el lugar estalla en llamas que brotan furiosamente por las ventanas.

El rugir del fuego empuja a los chicos al suelo de inmediato con vidrios volando por doquier. Gulf ha cubierto la cabeza de Mew a por protección.

Saint, Zee y Nink se protegen por sí mismos hasta que ya la explosión ha culminado.

Ahora solo hay una iglesia que arde como un infierno. Sin intenciones de cesar. Gulf se sienta en su costado para mirar al guardia. El guardia lo mira con preocupación. —¿Estás bien?— Pregunta el moreno acariciando un el cabello que sobresale detrás del hélice de su oreja.

—¿Tú estás bien?— Pregunta Mew preocupándose por él.

El moreno parpadea varias veces antes de dibujar una pequeña y triste sonrisa en su rostro. —Preguntáme después.

Mew lo sigue mirando con consternación, pero se ponen todos de pie luego de unos segundos y escuchan unos silbidos. Al mirar hacia enfrente, hay unos hombres enfrente todos sucios con vestimentas casuales pero usando chaquetas. Portando rifles con miradas amenazantes. Usando máscaras de gases.

—¿Quiénes son ustedes?— Nink pregunta cuando todos se ponen de pie en alerta con esos dos humanos.

—Nosotros buscamos a más sobrevivientes. Bajen sus armas.

—¿Cómo podemos confiar en ustedes?— Saint pregunta amenazandolos con la flecha puesta en su arco.

Uno de los hombres agranda sus ojos para apuntar el rifle hacia él. —Tú... Maldito millonario. ¡POR TU CULPA ESTAMOS EN ESTE APRIETO!

El hombre dispara, pero Zee abraza al CEO de la ciudad a su pecho. Salvándole la vida mientras que las balas crean huecos sangrientos en su espalda. Aún y con cinco balas corridas, el de los cuernos no cae. Aunque sí gruñe un poco. Se mantiene abrazando al chico con el que ha conectado durante estos tres días. Cuando ven que ese de los cuernos no cae, bajan sus rifles. Solo las balas salen de la espalda del de los cuernos.

—Pero qué mierdas.— Dice el hombre del rifle.

—Matarlo no servirá de nada. Él no planifico lo de los zombies.— Nink lo defiende. —Además, qué hacen con los sobrevivientes que encuentran ¿dispararles?

𝙇𝙊𝙎 𝙍𝙐𝙂𝙄𝘿𝙊𝙎 𝘿𝙀 𝙈𝘼𝙍𝙏𝙀 •MewGulf + SaintZee (+threesome)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora