Trece

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Isobel

Dos semanas antes

Cuando Isobel llegó a casa, encontró a Maggie en la sala. La cara de su madre estaba amarilla; su túnica verde de San Mungo se asomaba desde la manta bajo la que se acurrucaba. Ella no levantó la vista; ni siquiera se estremeció, cuando Isobel entró al la habitación. Solo miraba vagamente a la mesa del café.

Isobel se quitó el abrigo y se sentó al lado de su madre silenciosamente. 

"El hospital estaba sobrecargado de personal." finalmente dijo Maggie. "Pregunté si podía venir a casa hoy. No me estaba sintiendo bien."

Isobel juntó las manos en su regazo. Lucius la había dejado sola en el callejón; se había quedado allí durante quince minutos. La mitad del tiempo tratando de comprender lo que acaba de pasar, y la otra mitad tratando de encontrar una excusa para darle a su madre, para explicar porque no estaba en la casa. "Perdón por no haber estado aquí. Fui a una playa en Scarborough, pero no hablé con nadie, lo prometo. Es solo que tengo que salir de vez en cuando de esta casa. No me puedes mantener encerrada aquí para siempre, entiendes?" Su madre no la miró, así que Isobel dijo. "Creo que debería conseguirme un trabajo. Si no es en el mundo mágico, entonces un trabajo cerca de aquí. Quiero ser mas independiente financieramente, y quiero... quiero salir más..." hizo una pequeña pausa. "Madre? qué piensas, podría tener un trabajo?"

Maggie asintió distraídamente. Luego dijo, "Hay una bufanda en la cocina. No es tuya."

"Es nueva." Dijo Isobel rápidamente, despreciándose a sí misma por no haber sido más cuidadosa. Intentó recordar cómo lucía la bufanda de Ginny. "Estaba haciendo frio en la playa el otro día. Así que la compré para mí."

Maggie levantó la cara para mirar a Isobel - sin previo aviso se arrugó "No quería que fuera así," dijo ella, lagrimas brillando en sus ojos. "Mintiéndonos entre nosotras, todo el tiempo. Solíamos ser unidas."

"No nos mentimos entre nosotras, tanto," dijo Isobel, pero esas palabras eran ridículas. Tomó aire. "Que más hay, entonces? Sobre que otra cosa me has mentido?"

Maggie cerró una de sus frías manos, alrededor de la de Isobel. "Quizás, por mi parte, son más omisiones que mentiras."

"Que es lo que has omitido, entonces?" preguntó Isobel. Ella pensó en Draco, pensó en el fuerte apretón que le había dado Lucius en el brazo. Mi hijo se casara con Astoria Greengrass. Ella se preguntó si su madre sabía sobre el matrimonio.

Su madre habló lentamente. "Sabía cómo hacer el encantamiento protector en tú collar por experiencias que he tenido en San Mungo. Porque otras personas que han hecho el encantamiento han tenido que ser hospitalizados. Hay una razón por la cual no es un hechizo conocido..." sus ojos se llenaron de lagrimas. "Isobel, no es fácil salvar una vida, cuando la magia negra está involucrada. Siempre hay un costo. La joyería encantada tiene una alta tasa de éxito para desviar la magia oscura, pero no funciona sin un gasto."

"Un gasto?" cuestionó Isobel. Su corazón latía rápido.

"El encantamiento solo fue una precaución, por supuesto," dijo Maggie "Esperaba que nunca te encontraras en peligro, pero el- el circulo en el que estabas involucrada-"

"Se cobre Draco Malfoy."

"Como supis-"

"Eso no importa. No he hablado con él." La voz de Isobel temblaba con detención. "Por favor, continua."

Su madre suspiró fuertemente. Y Lugo le dio una mirada a su hija. "Isobel- la joyería encantada puede salvar la vida de su portador, pero con el costo de deteriorar a la persona que hizo el hechizo."

Dear Draco, pt.2 (Traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora