Tres

1.4K 107 36
                                    


J U L I O   1 9 9 9

En el mismo día en el que dos hombre con bata aparecieron en su puerta, Isobel vio a Draco en El Profeta.

En el año que ha pasado desde la guerra, su madre no la a autorizado a comprar un periódico del Profeta ni una vez. Ella insistió en que las noticias del mundo mágico le darían flashbacks a Isobel;  que desencadenaría el trauma que la batalla le dejo. Lo que Isobel necesitaba para recuperarse, según su madre, era tiempo.

Pero el aniversario de la batalla llegó y se fue, e Isobel no se sentía menos aislada o molesta que antes. Después de varias semanas rogando, su madre finalmente le concedió el permiso. Estudiar el periódico se convirtió rápidamente en una rutina para Isobel. Mientras su madre rondaba a su alrededor, Isobel extendía el papel sobre la mesa de la cocina y estudiaba hasta el último centímetro. Tomando tanta información como pudiera sobre un mundo en el que todavía pretendía existir.

Con el aniversario de la guerra también llegó una afluencia de cartas dirigidas a su madre desde el hospital de San Mungo, en donde ella había trabajado como sanadora. Su madre se había puesto nerviosa al principio porque ellas no le han dicho a nadie en donde viven, y se preocupo de que alguien pudiera seguir a los búhos para localizar su casa. Ella todavía tenía muy poca confianza en el mundo después de la guerra y la muerte del padre de Isobel, pero había escasez de sanadores en el hospital San Mungo, y Maggie Young había sido una de las mejores. Ellos mandaron cartas tras cartas, pidiendo que regrese.

Su madre estaba destrozada. Volver al trabajo significa dejar a Isobel sola todos los días, y también volver a entrar al sociedad en la que Maggie había perdido la esperanza hace años. Pero el hospital y los pacientes la necesitaban, y, para Isobel, eso parecía una razón suficiente para volver.

Mientras Isobel se había empezado a sentir un poco mejor recientemente, su madre comenzaba a verse demacrada y gris. A pesar de lo sola que estaba , Isobel se había dedicado a sus hobbies y había encontrado formas de pasar el tiempo. Había empezado a salir al jardín mas seguido; haciendo media lunas (vueltas de carro o como sea que ustedes le digan lol) en el pasto y acostándose a ver las nubes. También había vuelto a tocar el piano y se enseño a si misma canciones, subiendo el nivel de dificultad con cada canción. Su madre, por otro lado se retiro a si misma; comiendo poco y durmiendo mucho.

Su madre solía leer El Profeta todos los días en las mañana antes de que Isobel pudiera tocarlo, pero a perdido la energía recientemente, pero ahora deja a Isobel hacerse cargo y leer en voz alta cualquier cosa importante. Hubo un poco de nota estos días; sin ataques de los que hablar, la mayoría de los mortífagos fugados se reunieron y los que caminaron libres tendían a mantenerse solos. Sin embargo, siempre era desconcertante oír hablar de alguien que alguna vez había estado asociado con Voldemort, y tal vez por eso el cuerpo de Maggie se quedo quieto cuando Isobel dijo.

"Ma, has escuchado algo de la familia Malfoy? desde la guerra, quiero decir?

"No" dijo su madre con fuerza. "Por qué?

Isobel puso el periódico en la mesa. En la tercera pagina del Profeta había una foto de Draco Malfoy. Estaba en un mercado callejero, de pie en un puesto de flores y sosteniendo un pequeño ramo de claveles rayados contra su pecho. A través de mechones de cabello rubio, frunció el ceño a la cámara.

"Crees que las flores son para su madre o para una novia?" Isobel arrastro el periódico para ella misma de nuevo, mirando curiosamente a Draco. El se veía mas viejo de lo que ella recordaba. "Se que Pansy Parkinson sentía algo por el pero a el nunca le intereso por ella realmente, pero tal vez cambio de parecer."

La madre de Isobel agarro su taza de café mas fuerte.

"Un guapo bebé Malfoy con el corazón roto  fue visto por primera vez en meses en un mercado muggle. Para quién son esas flores? un nuevo interés amoroso?" Leyó Isobel en voz alta.

"Suficiente, Isobel!"

"Oh vamos, estoy segura de que es inofensivo" dijo Isobel. Ella hojeo el resto del artículo, pero no decía nada mas que especulaciones creadas por Rita Skeeter sobre un nuevo interés amoroso de Draco. "Me pregunto porque dice ella que el tiene el corazón roto? no mas que el resto de nosotros seguro."

Ella vio a Draco bajar la mirada por un momento, antes de volver a mirar a la cámara, sus ojos gris hielo duros. Incapaz de detenerse a ella misma, paso un dedo por la mejilla de el. "Dios, se ve tan triste, no crees? debe ser difícil." ella levantó la mirada. "No tienes interés en Draco Malfoy, ma?"

Su madre estaba mirando a su café. "No tengo mucha simpatía por los mortifagos, así que no."

"No me refería a eso, madre. Yo odiaba a Malfoy en el colegio, tu lo sabes. Solo que creo que fue una víctima de sus circunstancias. Todos lo somos, supongo."

Su madre se levanto y votó el resto de café en el lavaplatos. No dijo nada, se quedo parada ahí, dandole la espalda a Isobel.

De repente, llamaron a la puerta. la madre s Isobel dejo caer la taza y se rompió. Se dio la vuelta, mirando a su hija, una mano en su pecho.

Isobel dejo salir una risa nerviosa. Nadie a llamado a la puerta desde que se mudaron ya que los vecinos venían a saludar, pero Isobel no lo veía como algo para preocuparse. "Ma, esta bien. Un reparo lo arreglara. Yo abriré la puerta."

"No!"

Isobel se detuvo, y luego se río de nuevo. "Madre soy perfectamente capaz de-"

Maggie se movió rápidamente a la puerto y miro a escondidas por la ventana. "Es un mago"

"Enserio? los conoces?"

Luciendo frenética, Maggie agarró a su hija del brazo. "Ve a tu cuarto, Isobel. No salgas, okey?"

Isobel quito la mano de su madre de su brazo. Molesta, subió a su cuarto y se encerró.

Sentada en el suelo, Isobel puso su oreja en la puerta de su cuarto, pero solo podía escuchar un poco. El hombre se quedo por 10 minutos, pero Isobel capturo solo fragmento amortiguados: "tu lastimosa perdida"... "No he escuchado nada de ti.".... "Solo revisando."...  "Tan abarrotado"... "Incluso solo a tiempo parcial..."

Y luego, con su cara llena de concentración, Isobel escuchó. "Por favor sepa que nuestras condolencias están con usted. Perder a su esposo y a su hija fue una gran perdida y debe ser muy duro"

Cuando escuchó al hombre irse, Isobel corrió a su ventana del cuarto. Ella los vio irse atraves de las cortinas. Las batas verdes del hospital San Mungo se elevaban un poco del suelo por el viento.

En la cocina, Maggie Young se sentó en una silla enfrente de la mesa. Puso sus manos en su cabeza y lloró.

Lloró, porque había mentido, y todo estaba saliendo mal ahora. Porque ella había sido muy egoísta, esperados impulsos, y no lo había pensado bien.

El Profeta yacía junto a ella, y la imagen de Draco la miró; regañándola. Diciéndole, no solo ha arruinado la vida de ella. Ha arruinado la mía también.

La hija de Maggie estaba viva, y ella era la única persona que sabia.

Dear Draco, pt.2 (Traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora