final

1K 119 8
                                    

Respiraba agitadamente, teniendo miedo de mirar al pelinegro, quien se había mantenido en silencio mientras las palabras salían de su boca.

— ¿Acabaste? No quería interrumpir. — Renjun asintió, aún nervioso. — Mi Renjunie... — Acarició la mejilla del mayor mientras sonreía. — Estoy buscando las palabras para explicarte lo mucho que deseo que vuelvas conmigo, y lo mucho que te amo aún, pero no consigo ordenar mis ideas. — Una risa salió de sus labios, buscando la mano disponible del más bajo para levantarlo hasta su pecho. — ¿Puedes sentirlo? Mi corazón no deja de sentirse así cuando estoy contigo. — Las mejillas del mayor se encendieron, nunca había podido soportar escuchar palabras extremadamente cursis como esas. — Debí haber sido claro desde un principio, pero no creí que quisieras volver conmigo cuando fui yo quien te dejó. 

— No entiendo. 

— Me hizo falta sólo un día para saber que haberte dejado había sido mi peor decisión. — Se encogió de hombros. — Pensé en pedirte que me perdonaras enseguida, pero creí que no era justo para ti, sabía que no estaba siendo fácil  tampoco, y haberte hecho pasar por eso para después llegar y decir; "Hey, ¿Sabes qué? Soy un imbécil, te amo demasiado y en verdad no quiero que te alejes de mi, volvamos, por favor", no sonaba como una buena idea en mi cabeza.

— Sí, probablemente te hubiera golpeado. — Sonrió levemente, mirando su mano que Jaemin aún sostenía contra su pecho. — ¿Por qué lo hiciste, entonces? Nosotros... no teníamos problemas estando juntos, creí que... creí que ya no sentías lo mismo, por eso no tenía sentido en mi cabeza que te comportaras así después de terminar conmigo. 

— No lo sé, yo... no lo pensé lo suficiente, empezaba a creer que lo nuestro era demasiado cotidiano, pero en vez de repararlo... No quería lastimarte, pero supongo que fue lo que más hice. — Suspiró, soltando la mano de Renjun. — Intenté repararlo muchas veces, pero mi pensamiento de que estaba siendo egoísta no me dejaba hacer nada, no voy a mentirte, sí sabía que tú sentías esto todavía, pero creí dirías que era un estúpido por pensar en que podíamos estar juntos de nuevo. 

— Eso no tiene sentido, ¿Por qué no querría estar contigo si te amo? — Apartó su mirada, mirando a su alrededor con el ceño fruncido. 

— No lo sé, Renjun, sólo creí que no querías eso. — Rascó su cabeza. — Las parejas que han terminado antes, rara vez funcionan cuando vuelven, yo no quería... que eso nos pasara tampoco, me da miedo pensar en eso. — Confesó. — Pero entonces te vi ir con Minho hyung y de verdad creí que si no hacía algo, iba a perder mi oportunidad si no hacía algo, aunque de todas formas te adelantaste de nuevo. 

— Aunque hecho algo con Minho, no hubiera significado nada, lo sabes, ¿no? — Preguntó con una sonrisa burlona.

— No lo sé, no es como que quiera imaginarme cómo te sientes acostándote con alguien más. — Rodó sus ojos, sintiendo los celos atacarlo de nuevo.

— Me haces sonar como una persona promiscua, Jaemin. — Señaló el mayor.

— No quise decir eso, sólo... Ah, ¿Por qué hablamos de Minho? Estábamos hablando de que tú estás enamorado de mi. — Se cruzó de brazos, frunciendo su ceño.

— Y tú de mi. — Sonrió. — Nunca antes te había visto celoso, ¿sabes? Perdóname si lo disfruto un poco. — Juntó un poco sus dedos, sin dejar de sonreír. — Entonces, ¿No crees que podamos funcionar juntos de nuevo? — Su rostro cambió a uno serio rápidamente.

— Quiero hacer lo mejor que pueda, si hay algo mal, te lo diré, y tú también tienes que hacerlo, prometo hacer todo lo que esté a mi alcance para que nuestra relación no muera. — Dijo negando con su cabeza, tomando al de cabellos mixtos por los hombros. — Sólo si es lo que tú también quieres...

Renjun se quedó mirando al menor por largos segundos, sin cambiar su expresión, bajando su cabeza mientras suspiraba.

— Sólo si dices algo más. — Murmuró, usando su mano para apartar algunos cabellos del rostro de Jaemin— Dí que fuiste un imbécil por dejarme, y hacerme esperar tanto por esto, dí que me amas, y no volverás a dejarme por algo así sin antes hablar conmigo. 

— Lo soy, amor, soy un imbécil, un idiota, un desgraciado que ni siquiera se dio el tiempo de pensar en cómo arreglar algo que sólo estaba en mi mente. — Tomó aire, viendo como el mayor sonreía de nuevo. — Te amo, Renjun-ah, no volveré a hacerte algo así. — El más bajo asentía mientras sonreía, satisfecho de escuchar las palabras del menor, aunque se sentía un poco culpable de escucharlo insultarse de aquella manera.

— Sí, eso está bien. — Dejó cosquillas en su mentón mientras daba un paso cerca del menor. — ¿Y puedo besarte ahora? Sé que no te gusta hacerlo en público, pero realmente quiero hacerlo, y no hay casi nadie por aquí. — Pidió jugando con el cuello de la camiseta de Jaemin. — Si no quieres está bien, puedo esperar a llegar a casa. 

— ¿Puedes esperar? — Preguntó enternecido, recibiendo un asentimiento en respuesta. — Pero yo no creo poder hacerlo. — Susurró levantando el mentón del mayor con una de sus manos. 

Tomó la caja con el disfraz que Renjun tenía en sus manos, dejándolo a un lado en el suelo, para después llevar sus manos hasta la cintura del mayor, acercándolo aún más a él, causando que levantara sus pies para estar más a su altura. 

Ambos sonreían contra los labios del contrario, sintiendo que por fin estaban haciendo lo correcto. 

Renjun rodeó al alto con sus piernas cuando este lo alzó, temiendo caerse en cualquier momento, sin embargo, Jaemin lo sostenía fuertemente, riendo al sentir como Renjun se aferraba contra él. 

— ¿Quieres que nos caigamos? — Preguntó aún así sonriendo. 

— Eso lo haría romántico, porque no dejaría que te golpearas y tú me tendrías que besar en agradecimiento por salvar tu vida. 

— Tienes que dejar de ver tantos dramas. — Concluyó el mayor, acariciando las mejillas del pelinegro. — ¿Esto no es demasiado para ti? 

— Puedo resistirlo, van a mirarnos aunque no hagamos algo como esto, ¿verdad?, así que está bien para mi en este momento. — Se arrimó contra la mano del mayor, cerrando sus ojos. 

— Jaemin... — Suspiró, sintiendo sus orejas calentarse.

Él nunca había sido bueno con las palabras, siempre le había dicho a Jaemin cuanto lo amaba mediante sus acciones, diciendo aquellas palabras sólo cuando lo consideraba de alguna forma necesario, y el menor lo aceptaba, era feliz con las demostraciones de afecto que el mayor le entregaba, no necesitaba que Renjun se lo dijera todo el tiempo, pero no iba a negar cuanto le gustaba escucharlo decirlo. 

El de cabellos de colores buscó los ojos del menor, mirándolos por largos segundos antes de juntar sus labios una vez más, sin dejar de acariciar las mejillas del contrario. En cuanto se alejaron, el mayor escondió su rostro en el cuello de Jaemin, abrazándolo. 

 — Te amo. — Susurró con sus ojos cerrados. 

— Te amo, Renjun. 















ex; renminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora